Rafael Cadenas en la portada del libro ‘Antología poética’ (Valparaíso).

Rafael Cadenas: «Sin diálogo no hay civilización ni cultura»

El poeta venezolano recibe el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. WMagazín crea una antología donde se escucha y ve al poeta leer sus poemas, contar su vida y reflexionar sobre diferentes temas. Sobre el exilio y lo amoroso se levanta su mundo

«Sin diálogo no hay civilización ni hay cultura» (2011).

«Vivo otro exilio pero dentro del país, con siete millones de venezolanos. Fuimos declarados inexistentes» (2013).

«Excluiré la palabra patria de mi vocabulario porque se ha abusado demasido de ella con fines propagandísticos» (2016).

«El totalitarismo ha sobrevivido y ha vuelto, y no hay que descuidarse. Hay que defender la democracia» (2018).

Es la visión panorámica del venezolano Rafael Cadenas (Barquisimeto, 1930) en esta década sobre la libertad, la democracia y su país expresadas en cuatro momentos diferentes. Reflexiones de antes, durante o después de la lectura de sus propios poemas. Una poesía sustentada sobre dos grandes temas, según Darío Jaramillo: el exilio y lo amoroso:

De tanto imaginarte, sonreírte, esperarte, me canso. Te veo y pregunto ¿eres tú?
Respiro tu llegada; ya sin creer.
No me pidas explicaciones.
No me quites la idea que tengo, tan vaga…

Por eso, y más, Cadenas recibe este 23 de octubre el 27º Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el más importante en su género en nuestra lengua. Un galardón que entregan Patrimonio Nacional y la Universidad de Salamanca cuya ceremonia este año será en el paraninfo de la universidad española con motivo del los 800 años de su creación. El premio está dotado con 42.000 euros y la edición de una antología de su obra.

WMagazín celebra la poesía de Rafael Cadenas y esta distinción y ofrece una mirada sobre su vida y su obra a través de sus propias palabras con la recuperación de unos vídeos y audios con homenajes al poeta en diferentes años y ciudades.

«La poesía viene de mi timidez. Jugaba de niño en la escuela y me solía recluir para leer. Al comienzo cómics. Había una revista que llegaba a Barquisimeto que se llamana Chamaco chico, de México. Luego comencé a leer libros sensillos pero sin imágenes. Luego mi abuelo me contaba argumentos de obras que había leído, y lo hacía muy bien, era un excelente narrador. Despertaba mi interés en lo que me contaba. Al narrar Hamlet yo salía a comprar el libro en la librería; o Doña Bárbara, de Rómulo Gallegos; o el Don Juan Tenorio…»

Así fue el encuentro de Cadenas con la literatura y con la poesía. Luego llegaría su vinculación al Partido Comunista venezolano seguido de su persecusión y posterior exilio durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez que lo llevaría a la isla de Trinidad a mediados de los años cincuenta.

Desde etonces ha publicado casi una quincena de poemarios. El primero fue en 1946: Cantos iniciales; en 1958, tras su exilio en la isla Trinidad y Tobago publicó Una isla y, en 1960, apareció uno de sus libros más celebrados: Los cuadernos del destierro. En 1966 aparecieron Falsas maniobras. En 1983 publicó Amantes y en 1992 Gestiones. En 2012 sacó Sobre abierto. Entre sus libros de ensayo figuran Literatura y vida, Realidad y literatura, Apuntes sobre San Juan de la Cruz y la mística y En torno al lenguaje. “Cadenas ha ido ocupando poco a poco un lugar en el Olimpo de los poetas vivos sin abdicar ni de su humildad ni de su rebeldía ni de su silencio. Ni de un compromiso crítico al que se ha acercado también sin estridencias”, escribió el poeta español y periodista Javier Rodríguez Marcos en El País.

Cadenas no diferencia, explica su editor Manuel Borrás, “entre vida, realidad, misterio, religión, ser, alma, poesía, todas ellas palabras para designar lo indesignable. Lo poético, además, es la vivencia de todo eso, sentir lo que esas palabras tratan de decir”.

Ahora escuchémoslo leyendo dos poemas, luego lopodermos verno en algunos vídeos contando pasajes de su vida y leyendo sus poemas y, finalmente, lo podemos leer en una selección:

Cada encuentro

Las paces

 Patria

Rafael Cadenas en una lectrua en Casa de América, de Madrid.

«Excluiré la palabra patria de mi vocabulario porque se ha abusado demasido de ella con fines propagandísticos», dijo el poeta en un homenaje en 2016 en Casa de América de Madrid. Recordó que en Venezuela se usa demasiado para controlar, con fines espúreos. En medio de todo esto cree que en su país hay un gran desarrollo de la poesía.

EL OTRO VEREDICTO

Tu patria, la vida
no concede premios.

Sólo
te sostiene.

Cuanto más suyo,
más extranjero.

Así, te afianzas
y dices: hay algo
en lo que no puedo equivocarme:
sobre mi país de origen.

Exilio y Las paces

Rafael Cadenas en Casa de América.

En 2013 Casa de América le rindió otro homenaje donde Cadenas leyó varios poemas presedido de un par de intervenciones de expertos en su obra.

Inicios y poemas

Rafael Cadenas en una diállogo con Darío Jaramillo y Manuel Borrás en 2011, en Casa de América de Madrid.

Rodeado del poeta colombiano Darío Jaramillo y de su editor de Pre-Textos Mauel Borrás, Cadenas recibió otro homenaje en Casa de América en 2013 donde leyó algunos poemas. Antes recordó sus inicios con la lectura y la escritura, y una parte de su vida:
«Pasé cuatro años exilado en Trinidad donde aprendí inglés. ¿Ese exilio qué significo? Libertad. Porque en Venezuela había una dictadura, espero que sea la penúltima, pero no estoy muy seguro.  Trinidad era todavía colonia británica. En esos años fui súbdito de la reina de Inglaterra y sostengo que es mejor ser súbdito de una reina de un país democratico que perseguido por una dictadura. (…) Me gustan los clásicos. Cervantes ha sido muy importante para mí. Soy un gran defensor del diálogo y sin diálogo no han civilización ni cultura. En mi país ha desaparecido. No se conversa. La democracia se trasciende a sí misma porque significa libertad».

Diálogo según un dictador

Rafael Cadenas en el Festival de Poesía de Bogotá en 2010.

Rafael Cadenas participó en Bogotá en el Festival Poesía, en 2010. Allí leyó el Diálogo según un dictador, cuya versión primera se le atribuye a Nicolae Ceausescu:
«Cuando dialogo no quiero que me interrumpan»…

Antología poética

Los audios son de la web poesi.as/Rafael_Cadenas

Ars poética

Voz: Rafael Cadenas Voz: Rafael Cadenas

Que cada palabra lleve lo que dice.
Que sea como el temblor que la sostiene.
Que se mantenga como un latido.

No he de proferir adornada falsedad ni poner tinta dudosa ni
añadir brillos a lo que es.
Esto me obliga a oírme. Pero estamos aquí para decir verdad.
Seamos reales.
Quiero exactitudes aterradoras.
Tiemblo cuando creo que me falsifico. Debo llevar en peso mis
palabras. Me poseen tanto como yo a ellas.

Si no veo bien, dime tú, tú, que me conoces, mi mentira, señálame
la impostura, restrégame la estafa. Te lo agradeceré, en serio.
Enloquezco por corresponderme.
Sé mi ojo, espérame en la noche y divísame, escrútame, sacúdeme.

***

Ser
Si lo vislumbraste
¿por qué no resplandeces?
¿por qué tu idioma es el mismo?
¿por qué tus palabras no dan en el cuerpo?
Ah, es que el viejo camino
no se desprende de tu paso.

Una desgana suele apoderarse de tus manos

Voz: Rafael Cadenas Voz: Rafael Cadenas

Aún así perseveras como un minero.
Cavas y cavas sin alcanzar la piedra.

***

LAS PALABRAS

Voz: Rafael Cadenas Voz: Rafael Cadenas

Parece que nos sostienen,
pero no se apoyan en nada.
Qué honra decirlas con silencios.
Habitamos, sobrenadamos con actuación.

***
Las viejas palabras
sacadas del fondo
se dirigen a otro oír
más solo
no viven a flor de boca
tras poner el ruido
para alcanzarlo
velamos a la escucha
es la voz tenue que las transporta
son las que estudia
el que quiere su vida hablada.
***
6.
Tú que caminas esta noche en la soledad de la calle, vas llena de besos que no has dado.
Del amor ignoras la escritura prodigiosa.
***
Auque no me conoces, en mi cuerpo tiembla el mismo mar que en tus venas danza.
Recibe mis ojos milenarios, mi cuerpo repetido, el susurro de mi arena.
 ***
Desolado
De tanto imaginarte, sonreírte, esperarte, me canso. Te veo y pregunto ¿eres tú?
Respiro tu llegada; ya sin creer.
No me pidas explicaciones.
No me quites la idea que tengo, tan vaga.
No me pruebes, por favor, en terreno firme (me harías a un lado).
Algunas veces de ti no queda nada, una pequeña lámina.
Si llegas, te aproximas, te parece bien, sencillamente será otra cosa, otra cosa, cosa de delirio.
Tendrás magnitud y calor.
Eres el otro lado del botín.
¿Comprendes?
***
Me sostiene
Me sostiene
este vivir en vilo
sin ninguna señal
ni mapa
ni promesa,
en una antesala donde todos trajinan
como empleados
para olvidar.
***

Del libro Gestiones

¿Quién es ese que dice yo
usándote
y después te deja solo?

No eres tú,
tú en el fondo no dices nada.

Él es sólo alguien
que te ha quitado la silla,
un advenedizo
que no te deja ver,
un espectro
que dobla tu voz.

Míralo
cada vez que asome el rostro.

***

Amante

Eludías
el encuentro
con el tú
magnífico,
el que te toma
y te anula como tempestad
y de ti arranca al que busca.

***

De Amante:

Misión

del amante:

arder

fuera del camino.

***

¿Cómo te hiciste?

Voz: Rafael Cadenas Voz: Rafael Cadenas

¿Cómo te hiciste?
¿Cuál ley seguías?
¿Qué manos te sostuvieron?

Es tan recio estar
ahí
desabrigado
sin exigir nada
salvo
el dictado hondo,
su ráfaga
anonadante,
la voz
sin dueño,
el sonido
que no pertenece a nadie.

***

Y cierro este homenaje a Rafael Cadenas con su poema más famoso, publicado en 1966, en el libro Falsas maniobras:

Derrota

Yo que no he tenido nunca un oficio
que ante todo competidor me he sentido débil
que perdí los mejores títulos para la vida
que apenas llego a un sitio ya quiero irme (creyendo que mudarme es una solución)
que he sido negado anticipadamente y escarnecido por los más aptos
que me arrimo a las paredes para no caer del todo
que soy objeto de risa para mí mismo que creí
que mi padre era eterno
que he sido humillado por profesores de literatura
que un día pregunté en qué podía ayudar y la respuesta fue una risotada
que no podré nunca formar un hogar, ni ser brillante, ni triunfar en la vida
que he sido abandonado por muchas personas porque casi no hablo
que tengo vergüenza por actos que no he cometido
que poco me ha faltado para echar a correr por la calle
que he perdido un centro que nunca tuve
que me he vuelto el hazmerreír de mucha gente por vivir en el limbo
que no encontraré nunca quién me soporte
que fui preterido en aras de personas más miserables que yo
que seguiré toda la vida así y que el año entrante seré muchas veces más burlado en mi ridícula ambición
que estoy cansado de recibir consejos de otros más aletargados que yo («Ud. es muy quedado, avíspese, despierte»)
que nunca podré viajar a la India
que he recibido favores sin dar nada en cambio
que ando por la ciudad de un lado a otro como una pluma
que me dejo llevar por los otros
que no tengo personalidad ni quiero tenerla
que todo el día tapo mi rebelión
que no me he ido a las guerrillas
que no he hecho nada por mi pueblo
que no soy de las FALN y me desespero por todas estas cosas y por otras cuya enumeración sería interminable
que no puedo salir de mi prisión
que he sido dado de baja en todas partes por inútil
que en realidad no he podido casarme ni ir a París ni tener un día sereno
que me niego a reconocer los hechos
que siempre babeo sobre mi historia
que soy imbécil y más que imbécil de nacimiento
que perdí el hilo del discurso que se ejecutaba en mí y no he podido encontrarlo
que no lloro cuando siento deseos de hacerlo
que llego tarde a todo
que he sido arruinado por tantas marchas y contramarchas
que ansío la inmovilidad perfecta y la prisa impecable
que no soy lo que soy ni lo que no soy
que a pesar de todo tengo un orgullo satánico aunque a ciertas horas haya sido humilde hasta igualarme a las piedras
que he vivido quince años en el mismo círculo
que me creí predestinado para algo fuera de lo común y nada he logrado
que nunca usaré corbata
que no encuentro mi cuerpo
que he percibido por relámpagos mi falsedad y no he podido derribarme, barrer todo y crear de mi indolencia, mi
flotación, mi extravío una frescura nueva, y obstinadamente me suicido al alcance de la mano
me levantaré del suelo más ridículo todavía para seguir burlándome de los otros y de mí hasta el día del juicio final.

@WinstonManrique

Winston Manrique Sabogal

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