Apoya a WMagazín como mecenas cultural Apoya a WMagazín como mecenas cultural Apoya a WMagazín como mecenas cultural Apoya a WMagazín como mecenas cultural Apoya a WMagazín como mecenas cultural

Las mejores novelas de amor contemporáneas llevadas al cine

De 'El paciente inglés' a 'La vida de Adèle' y 'Brokeback Mountain', pasando por 'La insoportable levedad del ser' y 'Seda', en San Valentín recordamos las nuevas historias de amor escritas en el último medio siglo y popularizadas gracias a su adaptación cinematográfica

Las historias de amor están dispersas en la literatura, como la vida misma, y muchas de las grandes obras tienen como eje central, o uno de sus ejes, una relación amorosa. Amores de toda clase, y desamores y despechos también. Basta citar  Romeo y Julieta, La celestina, Cumbres borrascosas, Orgullo y prejuicio, Primer amor, Madame Bovary, Ana Karenina, La edad de la inocencia, El gran Gatsby, El fin del romance, El buen soldado, La casa de las bellas durmientes, El rumor del oleaje, Rayuela, El amor en los tiempos del cólera... Y la mayoría de estas historias sin finales felices pero con el despliegue de todos los matices del sentimiento y sueño amoroso.

En días de San Valentín recordamos estos clásicos, pero, sobre todo, en WMagazín queremos recordar las nuevas y buenas historias de amor escritas en el último medio siglo y que se han popularizado gracias a su adaptación cinematográfica. Con esa idea repasamos nueve novelas y un cuento para ser leídos y/o vistos en películas inolvidables. Quizás, un día, algunos de estos libros entrarán en la lista de clásicos junto a los títulos citados al comienzo.

Bienvenidos a esta celebración de San Valentín de literatura amorosa y cine. Te invitamos a que en la sección de comentarios nos digas cuál o cuáles son para ti algunas de las mejores novelas o cuentos de amor escritos en el último medio siglo:

Fotograma de 'El paciente inglés'

El paciente inglés, de Michael Ondaatje, y adaptada por Anthony Minghella

Esta es la historia inspirada en el conde László Almásy. La de su romance con Katharine Clifton durante la Segunda Guerra Mundial en el desierto del Sahara. Como telón de fondo, una expedición arqueológica, primero, la guerra después, y los últimos días del conflicto bélico que, precisamente, sirven para iluminar todo lo ocurrido a aquel paciente quemado y sin identidad, sin pasado. El escritor nacido en Sri Lanka, pero de nacionalidad canadiense, Michael Ondaatje obtuvo con esta novela titulada El paciente inglés el Premio Booker en 1992, que cuatro años más tarde fue llevada con éxito al cine.

El encargado de dirigir la versión cinematográfica fue Anthony Minghella. Con ella obtuvo nueve premios Oscar, incluida mejor Película y Director. Ralph Fiennes fue el encargado de caracterizar al conde Almásy y Kristin Scott Thomas a Katharine.

Fragmento: «Él volvió a murmurar y atrajo el atento corazón de la joven enfermera, que estaba a su lado, hasta sus pensamientos, hasta el pozo de recuerdos en el que no había cesado de sumergirse durante los meses anteriores a su muerte. El hombre recitaba con voz queda historias que pasaban de un plano a otro del cuarto como un halcón. Se despertaba en el cenador pintado que lo envolvía con su profusión de flores inclinadas, brazos de grandes árboles. Recordaba jiras, recordaba a una mujer que besaba partes de su cuerpo ahora quemadas y de color berenjena».

Fotograma de Seda

Seda, de Alessandro Baricco, y adaptada por François Ginard

En el siglo XIX Hervé Joncour, un comerciante francés felizmente casado, busca la ruta de la seda y llega a Japón. Allí conoce a una joven y su vida cambiará. El viaje de atravesar medio mundo no es nada comparado con el viaje al corazón de sus sentimientos. El italiano Alessandro Baricco publicó Seda, esta sutil novela corta, en 1996 con un éxito mundial casi instantáneo. Belleza, ritmo musical suave y melancolía.

Once años después, en 2007, François Ginard la llevó al cine protagonizada por Michael Pitt, Keira Knightley y Koji Yakusho.

Fragmento: «No había ningún motivo en el mundo para que lo hiciera. Sin embargo, cogió la hoja de papel, la abrió, la miró. Levantó los ojos hacia Hervé Joncour, volvió a bajarlos. Dobló de nuevo la hoja, lentamente. Cuando se adelantó para devolvérselo, el kimono se le entreabrió apenas, a la altura del pecho. Hervé Joncour vio que no llevaba nada debajo, y que su piel era joven y de un blanco inmacualdo».

  • Seda. Alessandro Baricco. Traducción de Xavier González Rovira y Carlos Gumpert. Anagrama.

 

 

Fotograma de La insoportable levedad del ser

La insoportable levedad del ser, de Milan Kundera, y adaptada por Philip Kaufman

Primavera de Praga, 1968, días de la invasión soviética. La ciudad está cercada de revoluciones políticas y protagonizada por una pareja con dudas existenciales, sexuales y emocionales. La cotidianidad del amor, la felicidad del deseo y las promesas anheladas en un ir y venir de un relato trenzados de hilos afectivos, filosóficos y políticos. Milan Kundera publicó La insoportable levedad del ser en 1984 y se afianzó como uno de los escritores más valorados de las últimas décadas. Es el amor desde cuatro frentes, o más, amor, deseo, felicidad, libertad, ¿límites?

Una historia que conectó con el público y que Philip Kaufman llevó al cine en 1987. La película fue protagonizada por Daniel Day-Lewis (Tomás), Juliett Binoche y Lena Olin.

Fragmento: «Desde entonces los dos disfrutaban durmiendo juntos. Diría que el objetivo del acto amoroso no era para ellos el placer sino el sueño que venía después de aquel. Ella, en particular, no podía dormir sin él. Cuando alguna vez se quedaba sola en su piso alquilado no podía conciliar el sueño en toda la noche. En sus brazos se dormía por más excitada que estuviera. Él le susurraba al oído historias que inventaba para ella, cosas sin sentido, palabras que repetía monótonamente, consoladoras o chistosas».

Fotograma de La vida de Adèle

La vida de Adèle, de Julie Maroh, adaptada por Abdellatif Kechiche

Una joven de 17 años va por la calle y su mirada se cruza con la de otra mujer de pelo azul. Ahí está, la atracción inesperada que luego se transforma en deseo, después en amor y más adelante… La historia de Clementine y Emma y su travesía rodeada de prejuicios y descubrimientos la creó en novela gráfica Julie Maroh como El azul es un color cálido. Fue su gran debut en 2010 y obtuvo muchos premios de comic e ilustración.

En 2013, Abdellatif Kechiche adaptó la novela gráfica con las actrices Adèle Exarchopoulos y Léa Seydoux en los papeles protagónicos. La vida de Adèle la tituló y obtuvo la Palma de Oro del Festival de Cannes. Una película de aprendizaje y del paso de la adolescencia a la adultez de manera contundente, profunda y hermosa en algo tan íntimo como el amor y la sexualidad.

  • El azul es un color cálido. Julie Maroh. Dibbuks.

 

Fotograma de Nunca me abandones

Nunca me abandones, de Kazuo Ishiguro, adaptada por Marck Romanek

Todo empezó en Hailsham. Un internado peculiar donde los jóvenes no tienen padres y no podrán tener hijos y un día sabrán cuál es su misión. Allí, Kathy, Ruth y Tommy viven un romance. Tres seres en un utopía o distopía de ficción científica fabulosa escrita por Kazuo Ishiguro en 2005 como Nunca me abandones.

Tras el éxito de la novela, Mark Romanek decidió llevarla al cine en 2010. Contó con las actuaciones estelares de Carey Mulligan, Andrew Garfield y Keira Knightley.

Fragmento: «A lo largo de los años ha habido veces en que he tratado de dejar atrás Hailsham, diciéndome que no tenía que mirar tanto hacia el pasado. Pero luego llegué a un punto en el que dejé de resistirme. Y ello tuvo que ver con un donante concreto que tuve en cierta ocasión, en mi tercer año de cuidadora; y fue su reacción al mencionarle yo que había estado en Hailsham. Él acababa de pasar por su tercera donación y no había salido bien, y seguramente sabía que no iba a superarlo».
*   Nunca me abandones. Kazuo Ishiguro. Anagrama

Fotograma de El turista accidental.

El turista accidental, de Anne Tyler, adaptada por Lawrence Kasdan

Todo final es un comienzo.  Macon Leary ha perdido a su hijo y cuando siente que su vida se resquebraja su mujer lo abandona. Es un escritor de guía de viajes para hombres y un día conoce a Muriel, que parece su lado opuesto, pero… Anne Tyler escribió en 1986 El turista accidental, una novela con mucha sensibilidad sobre los desastres personales y la manera como una vida se puede volver a rearmarse a partir del amor. La novela obtuvo el Premio de la Crítica en Estados Unidos.

Dura y entrañable a la vez, Lawrence Kasdan adaptó la obra en 1988.  William Hurt, Geena Davis y Kathleen Turner ocuparon los papeles estelares con éxito.

Fragmento: «Habían pensado estar en la playa una semana, pero ninguno de los dos tuvo ánimos para ello y decidieron regresar antes. Macon conducía. Sarah iba sentada a su lado, con la cabeza apoyada contra la ventanilla lateral. A través de sus enmarañados rizos castaños se veían trocitos de cielo nuboso.

Macon llevaba puesto un traje de verano, su traje de viaje, más práctico para viajar que los tejanos, como solía decir. Los tejanos tenían costuras duras, acartonadas, y remaches. Sarah llevaba un playero de albornoz, sin tirantes. Hubieran podido estar de regreso de dos viajes completamente distintos. Sarah estaba bronceada; Macon no. Era un hombre alto, pálido, de ojos grises y cabello rubio y liso que llevaba muy corto, y tenía ese tipo de piel delicada que se quema con facilidad. Durante las horas del mediodía se había resguardado del sol».

 

Fotograma de Adiós a mi concubina

Adiós a mi concubina, de Lilian Lee, adaptada por Chen Kaige

Douzi y Shitou son dos personajes ya eternos en la literatura. Ambos son estrellas de la ópera de Pekín, a donde entraron en los años 30, y ambos marcan la historia del uno en el otro mientras China y su historia convulsa los envuelve. Cuatro décadas de interpretaciones de amantes en las tablas y en la vida real. Lilian Lee publicó Adiós a mi concubina en 1993, una magnífica novela en la que las pasiones en su plenitud protagonizan algunas de las mejores escenas imbricadas en la historia.

Ese mismo año de su publicación Chen Kaige la llevó al cine con gran éxito en festivales con las actuaciones de Gong Li, Leslie Cheung y Zhang Fengye.

  • Adiós a mi concubina. Lilian Lee. Ediciones B.

 

Fotograma de El amante.

El amante, de Marguerite Duras, adaptada por Jean-Jacques Annaud

Esta historia sucede en la Indochina colonial entre los años 20 y 30. Una adolescente francesa, cuya familia está en la ruina, conoce a un adinerado comerciante chino. La seducción, la tensión, el erotismo y la mirada de soslayo los convierte pronto en amantes. Marguerite Duras evocó pasajes de su vida para dar vida a esta novela bella y triste, El amante. Con ella ganó el Premio Goncourt en 1984.

En 1992, Jean-Jacques Annaud la recreó para el cine con Jane March y Tony Leung.

Fragmento: «Decía que estaba muerto. Tenía una sonrisa de muy dulce, decía que quizá ya no se recuperaría  nunca más. Le preguntaba si lo hubiera deseado. Reía, casi, decía: no sé, en este momento quizá sí. Su dulzura sobrevivía entera en el dolor. No hablaba de este dolor, nunca dijo una palabra al respecto. A veces, su rostro temblaba, cerraba los ojos y apretaba los dientes. Pero nunca decía nada referente a las imágenes que veía detrás de los ojos».

  • El amante. Marguerite Duras. Traducción de Ana María Moix. Tusquets.

Fotograma de Tokio Blues

Tokio Blues, de Haruki Murakami, adaptada por Tran Anh Hung

Toru Watanabe vuelve a los años sesenta, a aquel esplendor, incertidumbre y dolor amoroso cuando escucha una canción de los Beatles. Ahí están Naoko, la novia de Kizuki, su mejor amigo de adolescencia que se suicidó, y Toru. Los tres, y Kizuki en el recuerdo, descubrirán los sentimientos y los deseos y todo aquello que los llevó a dar el paso a la madurez no siempre como lo soñaron. Haruki Murakami lo narró en Tokio Blues, una de sus novelas más populares y que le abrió la puerta a lectores de medio mundo.

En 2010 Tran Anh Hung adaptó la novela con las actuaciones de Ken’ichi Matsuyama, Rinko Kikuchi, Tetsuji Tamayama y Kiko Mizuhara.

Fragmento: «-Porque tendríamos que pagar nuestra deuda al mundo. El sufrimiento de madurar, por ejemplo. No abonamos el importe en su momento y fue más adelante cuando nos pasó factura. Por eso Kizuki acabó como acabó y yo estoy ahora aquí. Fuimos igual que dos niños que viven desnudos en una isla desierta».

  • Tokio Blues. Haruki Murakami. Traducción de Lourdes Porta. Tusquets

Fotograma de Brokeback Mountain

Brokeback Mountain, de Annie Proulx, adaptada por Ang Lee

La historia de Ennis del Mar y Jack Twist no solo ya es un clásico de la literatura contemporánea sino la historia de muchas personas. La de los sentimientos amorosos sinceros entre dos personas del mismo sexo que los deben esconder por sus propios miedos e inseguridades y los prejuicios de la sociedad. En esta ocasión en las montañas de Wyoming. Annie Proulx publicó el maravilloso cuento Brokeback Mountain en 1999 con la delicadeza y elegancia y hondura y profundidad acerca de los sentimientos y, de paso, llamaba la atención a la intolerancia e incomprensión de la sociedad.

Ang Lee decidió hacer su versión cinematográfica en 2005. Para ello contó con Heath Ledger y Jake Gyllenhal y logró una de las mejores películas sobre este género.

Fragmento: «El rancho vuelve a estar a la venta, ya han despachado los últimos caballos, las cuentas las saldaron la víspera y el dueño dijo: ‘Dáselas al buitre de la agencia inmobiliaria, yo me largo’, y depositó las llaves en manos de Ennis. Tal vez tenga que quedarse una temporada con su hija casada hasta que encuentre otro trabajo, y , sin embargo, lo embriaga una sensación placentera porque ha soñado con Jack Twist».

  • Brokeback Mountain. Annie Proulx. Traducción de María Corniero. Siglo XXI.

 

Te invitamos a que en la sección de comentarios nos digas cuál o cuáles son para ti algunas de las mejores novelas o cuentos de amor escritos en el último medio siglo.

Santiago Vargas

Un comentario

  1. Para mi, sin duda, la novela de amor con la que me quedo, es El amor en los tiempos del cólera, de García Márquez. Nunca he sentido tanta pena y sensación de pérdida, como cuando llegaba al final del libro y me daba cuenta de que ya nunca volvería a leerlo por primera vez.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete a nuestra newsletter · Suscríbete a nuestra newsletter · Suscríbete a nuestra newsletter · Suscríbete a nuestra newsletter · Suscríbete a nuestra newsletter ·