El mundo del libro en español empieza a enmendar su futuro entre el 27 y el 29 de octubre de 2020. Y lo hará desde el ciberespacio en la 38ª Liber, la Feria Internacional del Libro que reúne al sector de España y América Latina. Es la fecha en que la industria editorial se reencuentra para recuperar, redescubrir y reordenar el ecosistema tras la primera etapa de la pandemia covid-19 y afrontar el horizonte. Lo hace entre la incertidumbre, la esperanza y las enseñanzas que va dejando este periodo excepcional que obliga a otra reconversión del sector para reactivar el comercio interior y exterior del libro.

Muchas de las estrategias llevadas a cabo hasta el 2019, derivadas de la crisis económica de 2008, han quedado obsoletas. La covid-19 ha acelerado el viaje hacia la ruta digital en armonía con lo físico. Parte de ello se ve este Liber Digital donde participan 200 empresas y entidades editoras con estands virtuales y más de 1.300 compradores y prescriptores de 64 países. La agenda completa la puedes ver aquí.

“La principal estrategia es que el conjunto de la cadena del libro esté coordinada y comparta una visión”, explica Miguel Barrero, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) ente organizador de Liber. Según Barrero, editor de Santillana, “coordinación, colaboración y acuerdo son básicos: editores, libreros y distribuidores tenemos que juntar fuerzas para salir de esta crisis. En ese sentido, sí hemos conseguido tener un discurso compartido y entre todos hemos elaborado un programa de medidas de cara a la Administración”.

No ha sido ni es fácil porque el sector del libro tiende a, por ejemplo, no compartir datos y un buen porcentaje de editores o libreros van con retraso en la adaptación al mundo digital. Pero el confinamiento obligó a muchos a mejorar su presencia en este escenario o a incorporarse sobre la marcha.

Ha ocurrido en España y Latinoamérica como lo expresa Andrés Ossa, director de Cerlalc (Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe). Esa es una de las lecciones positivas de estos últimos meses que, afirma Ossa, “pueden girar en el impulso que tuvieron  los procesos de digitalización y modernización en el sector editorial en la región. Por otro lado, se desarrolló un clima de alianzas entre diferentes agentes en la cadena de comercialización que generó un sentido de comunidad entre los lectores y las librerías de barrio e independientes. En varios países iberoamericanos hubo campañas para apoyar el entorno más vulnerable del mercado del libro: las Librerías”.

Conquista de lectores

La industria afronta cambios. «El reto principal», asegura Barrero, “es coordinar intereses y objetivos entre los distintos agentes de la cadena del libro más allá de superar la crisis derivada de la pandemia. Esa coordinación debe quedar instalada para afrontar el futuro. Y los esfuerzos principales, en mi opinión, son dos: el primero es la conquista de lectores y la puesta en valor de la lectura en una sociedad tan transformada y, el segundo, es lograr que el libro forme parte de la estrategia cultural de la clase política de una forma estable”.

El debate de la sobreproducción habitual de libros se ha planteado de nuevo ante lo sucedido durante la cuarentena. La crisis, explica Andrés Ossa, «ha logrado parar la práctica de generar una sobreoferta editorial que no daba tiempo a los libros para encontrar a sus lectores debido a la guerra constante por los espacios en las mesas  de novedades; aunque es valioso aclarar que en esa enorme oferta editorial existe  la diversidad que caracteriza al sector”.

Como punto a favor para las editoriales, añade el director de Cerlalc, es que el fondo editorial fue una tabla de salvación para muchos sellos y librerías.

Lo que sí se ha afectado y aún no hay cifras concretas es la exportación de libros, por lo menos de España a Latinoamérica. Ello teniendo en cuenta que el mercado interno español ha tenido una caída menos catastrófica de la prevista al comienzo de la pandemia, en marzo de 2020.

Exportaciones en la mira

Gran parte de las exportaciones españolas se concentran en Latinoamérica. Esto significa que los afectará de tres maneras distintas, señala Barrero: “en las ventas del 2020, en el cobro del 2019 y la proyección para (al menos) el año 2021. No esperamos una cifra que supere el 50% del año pasado. La preocupación es cómo ese triple impacto va a incidir en la situación de los pequeños y medianos editores independientes, de los editores especializados (científico, humanidades, religioso…) o del libro infantil y juvenil. Creo que este grupo de editores requiere una atención especial por su importante papel en la balanza comercial del libro y por la relevancia de la exportación en su salud financiera”.

El comportamiento del mercado en Latinoamérica tampoco se sabe aún, dice Andrés Ossa. Lo que sí resalta el director de Cerlalc, es “se puso en la mesa de discusión el papel que debe tener el gobierno para impulsar las compras públicas y dar apoyo a la industria local”. Cuenta que varios ministerios de Cultura han hecho campañas para dar apoyo a este sector “tan vital para formar ciudadanos integrales”.

Pacto por el libro y la lectura

Una de las acciones que espera el sector español es el pronunciamiento del Ministerio de Cultura sobre el Pacto del Libro. Barrero deja claro que no pretenden ser un sector subvencionado, pero que en caso la propuesta del Gobierno no sea apropiada insistirán en sus peticiones:

“Queremos recibir ayuda en aquellos aspectos puntuales que son necesarios para un sector vital en la industria cultural y en el patrimonio de este país. Es el momento de que Gobierno responda con estrategia a un sector económicamente relevante, culturalmente imprescindible para la formación de los ciudadanos y que diplomáticamente es un activo del español”.

Miguel Barrero recuerda esto porque en los últimos gobiernos el apoyo ha sido mínimo y “lleva muchas legislaturas fuera de la mirada política. Ahora, la cultura aparece como una de las palancas en el Plan de Recuperación: el enunciado está y esperamos que sea un compromiso de colaboración público-privada que vaya más allá del anuncio de intenciones”,

La Federación de Gremios de Editores de España considera que “al situar a la cultura en el lugar donde los editores creemos que le corresponde (estrategia país) se produce un efecto de incremento de expectativas en el sector: ¿en qué se va a traducir esa declaración? O lo que es lo mismo: planes, programas, recursos, tiempos…  En definitiva, se valora la elevación de ‘la cultura’ a la consideración de ‘palanca’, pero nos falta la concreción que lo convierta en acción política, asumiendo que nosotros tendremos que ser parte activa, no meros receptores”.

Miguel Barrero es claro al afirmar que están a la espera, sobre todo en un momento crucial como este: “Estamos a la espera: Pacto por la Cultura, Pacto por el Libro, Mesa del Libro, Plan de Recuperación…, ¿cuándo empezamos? Tenemos la ocasión de dar al libro su espacio en la política cultural. Bueno, maticemos: tenemos la ocasión de que exista una política cultural que contemple al libro y a la lectura como un activo estratégico. Estamos a la espera de que las palabras como ‘libro o lectura o bibliotecas’ se escuchen en el Parlamento  o en los Consejos de Ministros”.

Bibliotecas y ferias híbridas

Justamente el papel de las bibliotecas en estos tiempos extraordinarios aumenta, asegura Andrés Ossa. El director de Cerlalc destaca que las bibliotecas que tenían servicios de préstamos vía digital lograron cumplir su rol como gestores culturales en sus comunidades. Pero, alerta de que “lamentablemente, no todas las bibliotecas disponen de estos servicios. Es vital que se desarrollen estrategias digitales para no solo ejecutar funciones de préstamo, sino también como guías en curar los contenidos que la gente requiere en épocas de crisis”.

Pero todo debe verse como oportunidades, recalca Ossa y pone de ejemplo la manera en que las ferias del libro encontraron en la virtualidad una oportunidad para llegar a otras audiencias, generando contenido para los lectores que estaban en sus casas por medio de mesas redondas, foros y conferencias sobre temas diversos.

Liber digital

Es lo que hace ahora Liber con su versión digital con la cual ha duplicado, respecto al año pasado el número de compradores, prescriptores y bibliotecarios invitados a participar en encuentros de negocio con los expositores, que se realizarán mediante chat y videollamadas. La Feria ha seleccionado a 1.300 instituciones y profesionales clave del mercado del libro de 64 países –mayoritariamente de Europa y Latinoamérica, además de Estados Unidos y Canadá–, para participar en estas reuniones con las que se espera reactivar las ventas del sector editorial en el exterior.

Es una gran ventaja este formato el poder ampliar la audiencia, destaca Miguel Barrero. Un aspecto negativo, señala Barrero, “es la falta de encuentro en un mundo -el editorial- muy centrado en las relaciones personales con distribuidores, prescriptores y clientes. El Liber es una ocasión de juntar las dos orillas”.

Pero vuelve a las ventajas del modelo al que los ha obligado la pandemia: “La más clara es la oportunidad de llegar a una audiencia mucho más amplia: cualquier editor de América podrá seguir una mesa redonda o el número de invitados profesionales se ha incrementado notablemente. Pienso en un futuro híbrido sin duda y por ello creo vital obtener aprendizajes de la convocatoria 2020”.

En España en 2019 la facturación creció un 2.4%, sexto año consecutivo de crecimiento. Alcanzó los 2.460 millones de euros, muy lejos aún de la cantidad de los años 2008 y 2009 cuando empezó la crisis y que superaba los tres mil cien millones de euros. Y aunque todos pensaban cuando empezó la pandemia que las ventas se desplomarían el resultado es menos catastrófico.

La plataforma #LiberDigital 2020 se levanta sobre tres pilares: Zona de exposición, networking y programa de conferencias.

Networking: Son reuniones virtuales B2B con los profesionales que cada participante elija previa inscripción gratuita en la plataforma antes del evento. Aquí están los perfiles, se pueden usar filtros, programar citas y vídeo llamadas privadas, etcétera. El listado de expositores lo puedes ver aquí.

Negocio: Una exposición virtual donde estarán las novedades de las empresas del mundo editorial y servicios asociados que se podrán visitar.

Conocimiento: Son las jornadas profesionales en streaming. Una treintena de conferencias, mesas redondas, debates y entrevistas que se pueden seguir desde el móvil, ordenador o tablet. La agenda completa la puedes ver aquí.

Organizada este año por la Fira de Barcelona, el escenario virtual de la feria se abrirá con la entrega de los Premios Liber el 27 de octubre, a las 17.30 de España, desde el centro cultural Arts Santa Mònica de Barcelona con una retransmisión en streaming mediante el hashtag #LiberDigital. La ceremonia coincidirá con la inauguración de Liber 2020. (Todo la información sobre Liber al final de este fotorrelato. Aquí puedes ver  cómo funciona la plataforma. Puedes participar como expositor virtual. Toda la información en este enlace).

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