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Salander, Harry Potter, Offred y otros 15 personajes literarios inolvidables del siglo XXI

Con motivo del final de la serie Millennium y la secuela de 'El cuento de la criada', protagonizados por dos mujeres memorables, WMagazín crea una antología de seres de ficción que forman parte del imaginario colectivo casi como unas personas más y dignas criaturas que reflejan estos tiempos

Aquiles, Anna Karénina, Don Quijote, Sherezada, Hamlet, coronel Aureliano Buendía, Madame Bovary, Alicia, Sherlock Holmes, Gregorio Samsa, Drácula…

Son pocos los personajes literarios que traspasan el territorio de la ficción para formar parte del imaginario universal y del mundo real, casi como un ser humano más. Es una de las tareas más difíciles de un escritor: insuflar vida a sus criaturas y hacerlas verosímiles y cercanas. Su vocación de demiurgos es tal que varios de esos personajes se han convertido en arquetipos indiscutibles a lo largo de la historia.

Y aunque es pronto para señalar cuáles de los personajes literarios creados en este siglo XXI son dignos de entrar en ese olimpo, en WMagazín proponemos una antología, siempre en construcción, con personajes bien creados y popularizados, varios de ellos, por el cine o la televisión. Destacan la fuerza y la riqueza de los personajes femeninos.

Hay tres motivos especiales para esta antología:

El final de la serie Millennium, creada por el sueco Stieg Larsson y continuada por David Lagercrantz, que tiene en su protagonista a uno de los seres literarios más atractivos e hija de este mundo contemporáneo: Lisbeth Salander.

El segundo motivo es la continuación de la novela El cuento de la criada, de la canadiense Margaret Atwood, que aunque es de 1985 su secuela Los testamentos llega esta semana a las librerías con una ausencia presente de ese personaje determinante y actual en una distopía que despierta fantasmas en la sociedad: Offred.

Y el tercer motivo es que J. K. Rowling ha lanzado este verano cuatro títulos exclusivamente en libro electrónico sobre el universo de la magia de Harry Potter, que aunque apareció por primera vez en 1997 es en este siglo donde el personaje crece y evoluciona.

Junto a estas dos mujeres y este joven, sí, porque ya parecen formar parte de nuestro entorno, creamos esta antología de los nuevos miembros, parientes o paisanos de ese territorio milagroso de personajes de ficción casi humanos, o más que humanos como:

Dulcinea, Lady Macbeth, Ulises, Lolita, Oliver Twist, Fausto, El conde de Montecristo, Jay Gatsby, Robinson Crusoe, Martín Fierro, El Principito, Jo March, Otelo, Frodo, Alicia, Lazarillo de Tormes, David Copperfield, Beatriz, Holden Caufield, Clarissa Dalloway, Celestina, Capitan Ahab, Tom Ripley, Jane Eyre, Úrsula Iguarán, Sancho Panza, Frankenstein… y de algunas parejas como las de Helena de Troya y Paris, Romeo y Julieta, Catherine y Heathcliff, Elizabeth Bennet y el señor Darcy, Horacio Quiroga y La Maga, Fermina Daza y Florentino Ariza…

Les presentamos a algunos de los personajes literarios del siglo XXI que aspiran a estar junto a los grandes protagonistas clásicos con un bio-perfil literario, descripción y tráilers de la película o serie de televisión que los haya recreado. Si te animas, puedes dejarnos tu personaje literario favorito del siglo XXI en la sección Comentarios, al final del artículo:

Tráiler de 'No es país para viejos', con Javier Bardem como Anton Chigurh, dirigida por los hermanos Coen.

Anton Chigurh, de 'No es país para viejos', de Cormac McCarthy

A Anton Chigurh lo creó el escritor estadounidense Cormac McCarthy en la novela No es país para viejos,  en 2005. Es un psicópata asesino, enigmático, frío, de fácil discurso filosófico, irascible y siempre a punto de activarse como máquina de matar con los actos más violentos y, a veces, impredecibles. Es uno de los personajes malvados mejor delineados en este siglo en una novela magnífica de uno de los mejores escritores contemporáneos. En un pasaje de esta, McCarthy muestra a Chigurh así:

«El hombre le miró a los ojos por primera vez. Azules como lapislázuli. Brillantes y a la vez completamente opacos. Como piedras mojadas. Tiene que decidirse, dijo Chigurh. Yo no puedo hacerlo por usted. No sería justo. Ni correcto siquiera. Vamos, diga.

Yo no he apostado nada.

Claro que sí. Lo ha estado haciendo toda su vida. Solo que no se ha enterado. ¿Sabe qué fecha lleva esta moneda?

No.

Mil novecientos cincuenta y ocho. Ha viajado veintidos años para llegar hasta aquí. Y ahora está aquí. Y yo también. Y tengo una encima. Y solo puede ser cara o cruz. Y a usted le toca decidir. Vamos.

No sé qué es lo que puedo ganar.

La cara del hombre brillaba ligeramente perlada de sudor bajo a luz azulina. Se pasó la lengua por el labio superior.

Todo, dijo Chigurh. Puede ganarlo todo.

No entiendo una palabra caballero.

Decídase.

Que sea cara.

Chigurh apartó la mano de la moneda. Giró un poco el brazo para que el hombre la viera. Bien hecho, dijo».

Trailer de 'Expiación', con Saoirse Ronan como Briony, dirigida por John Wright (2007)

Briony, de 'Expiación', de Ian McEwan

A Briony Tallis la creó el escritor inglés Ian McEwan en la novela Expiación, en 2001. Es una adolescente de 13 años, la hermana pequeña de Cecilia y León, que sueña con ser escritora y crea pequeñas obras de teatro para su familia. Es una niña inteligente, curiosa, inquieta, con unas ideas claras del amor y la moral de la época, mediados de los años treinta, vísperas de las Segunda Guerra Mundial. Y ella empieza a sentir el despertar de sentimientos amorosos por Robbie el hijo de la criada ya en la universidad. Eso la lleva a desgraciar el amor de Cecilia y Robbie en esta magnífica novela de McEwan que pronto se adentra en la guerra. Briony se hace enfermera, igual que su hermana, y ve los horrores de la guerra donde combate Robbie. McEwan logra mostrar el origen de una escritora, el drama de cómo algunos sentimientos nobles se enquistan como espinas y luego, ya adulta, ella busca una expiación. Importantes son también, por supuesto, Cecilia y Robbie, quienes además son creados y recreados por la propia Briony en un juego  de matriuscas.

Desde las primeras líneas, Ian McEwan ya muestra a Briony en sus sueños y psique:

«Briony escribió la obra –para la que ella misma había diseñado los carteles, los programas y las entradas, construido la taquilla con una cartulina doblada por un lado, y forrado la caja de recaudación con papel crepé rojo– en una tormenta compositiva que duró dos días y que le hizo saltarse un desayuno y un almuerzo. Cuando los preparativos hubieron terminado, no le quedó nada más por hacer que contemplar el borrador acabado y aguardar la aparición de sus primos del lejano norte. Sólo habría un día para ensayar antes de que llegara su hermano. Por momentos gélida, a ratos tristísima, la obra refería la historia de un alma cuyo mensaje, transmitido en un prólogo en verso, era que el amor que no asentaba sus cimientos en la sensatez estaba condenado. La temeraria pasión de la heroína, Arabella, por un malvado conde extranjero es castigada con el infortunio cuando ella contrae el cólera durante un avance impetuoso hacia una ciudad costera con su prometido. Abandonada por él y por casi todo el mundo, postrada en cama en una buhardilla, descubre que posee sentido del humor. La fortuna le ofrece una segunda oportunidad en forma de médico empobrecido: en verdad, se trata de un príncipe disfrazado que ha elegido ocuparse de los necesitados. Curada por él, esta vez Arabella elige sensatamente y obtiene la recompensa de la reconciliación con su familia y una boda con el príncipe médico, «un día ventoso y soleado de primavera». (…)

«Era una de esas niñas poseídas por el deseo de que el mundo fuera exactamente como era. Mientras que el cuarto de su hermana mayor era un desbarajuste de libros sin cerrar, ropas sin doblar, cama sin hacer, ceniceros sin vaciar, el de Briony era un santuario erigido a su demonio dominante: la granja en miniatura que se extendía a lo largo de un ancho alféizar contenía los animales habituales, pero todos miraban hacia un mismo lado –hacia su ama–, como si estuvieran a punto de cantar, y hasta las gallinas del corral estaban meticulosamente guardadas en el corral. De hecho, el cuarto de Briony era la única habitación ordenada de todas las del piso superior de la casa. Las muñecas, con la espalda rígida en su casa de muchas habitaciones, parecían haber recibido instrucciones severas de no tocar las paredes; las diversas figuras, del tamaño de un pulgar, colocadas de pie en el tocador –vaqueros, submarinistas, ratones humanoides– recordaban por el orden y la distancia que reinaba en sus filas a un ejército de ciudadanos a la espera de órdenes».

Bruno, interpretado por Asa Butterfield, en un traíler de la película 'El niño con el pijama de rayas', dirigida por Mark Herman (2008).

Bruno, de 'El niño con el pijama de rayas', de John Boyne

A Bruno lo creó el escritor irlandés John Boyne en la novela El niño con el pijama de rayas, en 2006. Es el hijo de nueve años de un militar nazi que es enviado a trabajar al campo de concentración de Auschwitz. Es la inocencia de un niño que vive aislado en medio del horror sin saber lo que pasa a su alrededor. Un día traspasa los límites físicos que le ordenan sus padres con el fin de protegerlo y va hasta las alambradas de los campos de exterminio. Alli termina haciendo amistad con Shmuel, un niño judío del otro lado de la alambrada. Es la inocencia del ser humano, la nobleza, la amistad, la solidaridad y el deseo de ayudar.

Bruno nació de un soplo de inspiración dos días y medio de escritura en el que John Boyne no se levantó apenas de la mesa donde escribió la novela. Fue el amanecer del 28 de abril de 2004. Entonces el escritor tuvo la revelación al ver la histoira de principio a fin en su cabeza. Se fue al ordenador y empezó a escribir. En una entrevista que le hice en 2007 para el periódico español El País, Boyne dijo:

«Tuve la sensación de que la voz de ese niño me decía lo que tenía que escribir. Esa voz habitó en mí durante la escritura. Había algo en mí que me decía: ‘No pienses, no lo analices, deja que hable el niño’. Cuando acabé, tuve la sensación de que había escrito algo especial».

Cal, de 'Middlesex', de Jeffrey Eugenides

Calipe o Cal fue creada/o por el escritor estadounidense Jeffrey Eugenides en la novela Middlesex, en 2002. Se trata de un personaje hermafrodita que describe así: “Fui niña primero, en un increíble día sin niebla tóxica de Detroit, en enero de 1960; y chico después, en una sala de urgencias cerca de Petoskey, Michigan, en agosto de 1974″.

Cal ha vivido toda su vida con ese secreto, hasta que se enamora de una mujer cuando es agregado cultural de Estados Unidos en Berlín y decide confesar la verdad antes de ser descubierto. Es la búsqueda y evolución de una identidad, es la reflexión alrededor de cómo la sociedad tiende a encuadrar las relaciones alrededor de los genitales y no de los sentimientos. Lo íntimo y secreto hecho público para una reflexión común.

Sobre la génesis de su personaje, Eugenides dijo en una entrevista a El País: «En el colegio estudié latín y español, y uno de los primeros libros que leí con atención fue Metamorfosis, de Ovidio. Recuerdo que uno de los aspectos que más me interesó fue el personaje de Tiresias, y cómo es hombre y mujer a la vez. Años después leí la historia de Herculine Barbin, un hermafrodita del siglo XIX, recuperada por Michel Foucault. Ahí me enteré de que los hermafroditas son gente de carne y hueso. Pero me decepcionó mucho que no fuese una novela y que no transmitiera el placer de este género. Ahí me dije: yo quiero escribir este libro».

Y Caliope dice en la novela: «Ya no me importa si escribo o no una gran obra, sino sólo un libro que, pese a sus defectos, deje testimonio de mi inverosímil existencia».

  • Middlesex. Jeffrey Eugenides. Traducción de Benito Gómez Ibáñez (Anagrama).

Daenerys Targaryen interpretada por Emilia Clarke en la serie Juego de Tronos.

Daenerys Targaryen, Jon Snow y Tyrion Lannister, de 'Canción de hielo y fuego', de George R. R. Martin

Daenerys Targaryen, Jon Snow y Tyrion Lannister fueron creados por el escritor estadounidense George R. R. Martin en el libro Juego de Tronos, primero de la serie Canción de hielo y fuego, en 1993, pero se trata de una heptalogía que se ha desarrollado, sobre todo, en el siglo XXI. Los otros libros son Choque de reyes (1998), Tormenta de espadas (2000), Festín de cuervos (2005) y Danza de dragones (2011) ya publicados y por salir están Vientos de invierno y Sueños de primavera. Los libros alcanzaron gran popularidad gracias a la serie de televisión Juego de Tronos.

Se trata de una historia fantástica situada en una época medieval en un territorio de múltiples razas con predominio de la humana. Dessarrolla la lucha de poder por el trono y los diferentes reinos que desata intrigas, guerras, traiciones, deslealtades, ambiciones, aventuras de todo clase tanto por el poder del trono como por el poder del amor.

Daenerys Targaryen es una de las principales figuras de la serie y que siempre está en un viaje a recuperar lo que cree le pertenece. Es la hija sobreviviente del rey Aerys II Targaryen y desde el exilio lucha por reclamar el llamado Trono de Hierro.

Jon Snow es el hijo bastardo de los Stark que vive fuera en la guardia de la noche desde donde se protege al reino de las amenazas externas de criaturas de otras razas. Tiene poderes para entrar dentro de su lobo.

Tyrion Lannister es enano y hermano menor de los gémelos Cercei y Jaime e hijo de Lord Tywin y Lady Joanna quien murió al darlo a luz. Es un hombre culto que busca superarse con buena elocuencia.

El siguiente es un pasaje con Daenerys que da las claves del personaje:

«Le llenaron la bañera con agua caliente que habían subido de la cocina, y la perfumaron con aceites aromáticos. La jovencita ayudó a Dany a quitarse la túnica de algodón basto por encima de la cabeza y a meterse en la bañera. El agua estaba demasiado caliente, pero Daenerys no hizo ni un gesto, no dijo nada. Le gustaba el calor. La hacía sentir limpia. Además, su hermano le decía a menudo que nada era demasiado caliente para un Targaryen.

‘Nuestra Casa es la Casa del dragón. Llevamos el fuego en la sangre’, aquellas eran sus palabras.

La anciana le lavó la larga cabellera, tan rubia que era casi plateada, y se la desenredó suavemente, siempre en el más completo silencio. La chica le frotaba la espalda y los pies, y le comentaba la suerte que tenía.

—Drogo es tan rico que hasta sus esclavos llevan collares de oro. En su khalasar cabalgan cien mil hombres; su palacio de Vaes Dothrak tiene doscientas habitaciones, todas con puertas de plata maciza.

Y siguió sin cesar, largo rato, acerca de lo guapo que era el khal, alto y valiente, audaz en la batalla, el mejor jinete que jamás hubiera montado a lomos de un caballo, un arquero perfecto… Daenerys no dijo nada. Siempre había dado por supuesto que, cuando llegara a la mayoría de edad, se casaría con Viserys. Los Targaryen se habían casado entre hermanos durante siglos, desde que Aegon el Conquistador había desposado a sus hermanas. Viserys le había dicho mil veces que tenían que mantener pura la estirpe; por sus venas corría sangre de reyes, la sangre dorada de la vieja Valyria, la sangre del dragón. Los dragones no se apareaban con las bestias del campo, y los Targaryen no mezclaban su sangre con la de hombres inferiores. Pero ahora, Viserys se la vendía a un extraño, a un bárbaro.

Cuando estuvo aseada, las esclavas la ayudaron a salir del agua y la secaron con toallas. La chica le cepilló la cabellera hasta que quedó brillante como plata fundida, mientras la anciana la ungía con el perfume florespecia de las llanuras dothraki: una gota en cada muñeca, detrás de las orejas, en los pezones, y la última, toda frescor, entre las piernas. La vistieron con las prendas etéreas que le había enviado el magíster Illyrio y le pusieron el vestido largo, de oscura seda color ciruela para que le resaltara el violeta de los ojos. La joven le calzó las sandalias doradas mientras la anciana le colocaba la diadema en el pelo y le deslizaba pulseras de oro con incrustaciones de amatistas en las muñecas. Por último le pusieron el collar, un grueso torques dorado con grabados de antiguos jeroglíficos valyrios.

—Ahora pareces toda una princesa —le dijo la chica, asombrada, cuando terminaron.

Dany contempló su imagen en el espejo azogado que Illyrio, siempre atento, le había proporcionado.

«Una princesa», pensó. Pero recordó lo que le había dicho la joven, que Khal Drogo era tan rico que hasta sus esclavos llevaban collares de oro. Sintió un escalofrío repentino y se le erizó el vello de los brazos desnudos».

Daniel Sempere, de 'La sombra del viento', de Carlos Ruiz Zafón

A Daniel Sempere le dio vida el escritor español Carlos Ruiz Zafón en la novela La sombra del viento, en 2001. Es el primer libro de la tetralogía El cementerio de los libros olvidados que completan El juego del ángel (2008), El prisionero del cielo (2011) y El laberinto de los espíritus (2016). Transcurre en la Barcelona que va de la era indsutrial hasta después de la Guerra Civil española.

Daniel Sempere es un niño hijo de un librero a quien la vida le cambia cuando su padre lo lleva a conocer El Cementerio de los Libros Olvidados. Allí elige un libro, La sombra del viento, escrito por un tal Julián Carax. Se interesa en esa historia y descubre que es una obra maldita, todos los libros de ese autor han sido quemados por uno de los personajes de la novela. Daniel Sempere va creciendo y va entrando en mundos desconocidos como consecuencia de sus investigaciones. .

El comienzo de La sombra del viento da pistas muy claras sobre Daniel Sempere:

«Todavía recuerdo aquel amanecer en que mi padre me llevó por primera vez a visitar el Cementerio de los Libros Olvidados. Desgranaban los primeros días del verano de 1945 y caminábamos por las calles de una Barcelona atrapada bajo cielos de ceniza y un sol de vapor que se derramaba sobre la Rambla de Santa Mónica en una guirnalda de cobre líquido.

—Daniel, lo que vas a ver hoy no se lo puedes contar a nadie —advirtió mi padre—. Ni a tu amigo Tomás. A nadie.

—¿Ni siquiera a mamá? —inquirí yo, a media voz.

Mi padre suspiró, amparado en aquella sonrisa triste que le perseguía como una sombrapor la vida.—Claro que sí —respondió cabizbajo—. Con ella no tenemos secretos. A ella puedes contárselo todo. Poco después de la guerra civil, un brote de cólera se había llevado a mi madre. La enterramos en Montjuïc el día de mi cuarto cumpleaños. Sólo recuerdo que llovió todo el día y toda la noche, y que cuando le pregunté a mi padre si el cielo lloraba le faltó la voz para responderme. Seis años después, la ausencia de mi madre era para mí todavía un espejismo, un silencio a gritos que aún no había aprendido a acallar con palabras. Mi padre y yo vivíamos en un pequeño piso de la calle Santa Ana, junto a la plaza de la iglesia. El piso estaba situado justo encima de la librería especializada en ediciones de coleccionista y libros usados heredada de mi abuelo, un bazar encantado que mi padre confiaba en que algún día pasaría a mis manos. Me crié entre libros, haciendo amigos invisibles en páginas que se deshacían en polvo y cuyo olor aún conservo en las manos. De niño aprendí a conciliar el sueño mientras le explicaba a mi madre en la penumbra de mi habitación las incidencias de la jornada, mis andanzas en el colegio, lo que había aprendido aquel día…No podía oír su voz o sentir su tacto, pero su luz y su calor ardían en cada rincón de aquella casa y yo, con la fe de los que todavía pueden contar sus años con los dedos de las manos, creía que si cerraba los ojos y le hablaba, ella podría oírme desde donde estuviese. A veces, mi padre me escuchaba desde el comedor y lloraba a escondidas».

Elio y Oliver interpretados por Timothée Chalamet y Armie Hammer en 'Llámame por tu nombre', de Luca Guadagnino (2017).

Elio y Oliver, de 'Llámame por tu nombre', de André Aciman

A Elio y Oliver los creó el escritor italiano André Aciman en la novela Llámame por tu nombre, en 2007. Se trata de un adolescente italiano que conoce en su casa de campo de Italia a un veinteañero escritor estadounidense que va a pasar una temporada en aquella casa porque el padre de Elio instauró años atrás recibir a estudiantes y creadores para que le ayudasen en sus actividades culturales.

Es el despertar de impulsos desconocidos, de deseos desconocidos, de sentimientos desconocidos. El mundo real y exterior de Elio trastocando su mundo interior. La audacia de la juventud, la sinceridad del primer amor, el combate interior ante sentimientos nuevos.

Así recuerda Elio el comienzo de todo ese nuevo mundo en su corazón y en su cabeza:

«Quizá todo comenzase poco después de su llegada, durante una de aquellas comidas tremendas, cuando se sentó junto a mí y me di cuenta de que, aparte de un ligero bronceado conseguido durante su breve estancia en Sicilia a comienzos de aquel verano, el color de las palmas de sus manos era igual de pálido que la suave piel de las plantas de los pies, la del cuello o la del envés de sus antebrazos, que no habían estado expuestas tanto al sol. Lucían casi de un rosa claro, tan brillante y suave como la parte inferior del estómago de un lagarto. Íntimo, casto, implume, como el rubor en la cara de un atleta o el atisbo de la aurora en una noche tormentosa. Me dijo cosas sobre él que nunca hubiese sabido cómo preguntar.

Puede que comenzase durante aquellas interminables horas después de comer cuando todo el mundo holgazaneaba en traje de baño por la casa, cuerpos espatarrados en cualquier lugar matando el tiempo hasta que alguien sugería ir a las rocas a darse un baño. Los parientes, primos, vecinos, amigos, amigos de amigos, colegas, o básicamente cualquiera al que le apeteciese llamar a nuestra puerta para pedir que le dejásemos utilizar nuestra cancha de tenis, todo el mundo era bienvenido a gandulear, nadar o comer y, si permanecían el tiempo suficiente, a utilizar la casa de invitados.

O quizá comenzó en la playa. O en la cancha de tenis. O durante nuestro primer paseo juntos el primer día que estuvo aquí cuando me pidieron que le enseñase la casa y los alrededores y, una cosa llevó a la otra, me las arreglé para llevarle más allá de las viejísimas puertas de hierro forjado y llegamos hasta el interminable solar vacío que llevaba hacia las vías del tren abandonadas que solían conectar B. con N».

Elizabeth Costello, de 'Elizabeth Costello', de J. M. Coetzee

A Elizabeth Costello la creó el escritor surafricano y Nobel de Literatura J. M. Coetzee en la novela Elizabeth Costello, de 2003. Se trata de una escritora australiana ya mayor que habla, escribe, reflexiona y teoriza sobre los derechos de los animales, los claroscuros del ser humano en su cotidianidad, el mal, el sexo, el erotismo y la creación literaria y artística en general. Una especie de alter ego de Coetzee con el que se permite polemizar y sacudir las mentes de sus lectores frente a ideas preconcebidas o sensaciones y actos poco pensados o comentados en público. Una especie de conciencia colectiva de uno de los grandes escritores de nuestro tiempo.

Es una mujer inteligentísima, irónica y sarcástica, con un sentido común peculiar que no teme expresar sus opiniones. Así la presenta Coetzee en su primer libro, por que luego aparece en otros:

«Elizabeth Costello es escritora. Nació en 1928, lo cual quiere decir que tiene setenta y seis años y va para los setenta y siete. Ha escrito nueve novelas, dos libros de poemas, un libro sobre ornitología y ha publicado bastante obra periodística. Es australiana de nacimiento. Nació en Melbourne y sigue viviendo en esa ciudasd, aunque entre 1951 y 1963 pasó una temporada en el extranjero, en Inglaterra y Francia. Ha estado casada dos veces. Tiene dos hijos, uno de cada matrimonio.

Elizabeth Costello saltó a la fama con su cuarta novela, La casa de Eccles Street (2969), cuya protagonista es Marion Bloom, la mujer de Leopold Bloom, el protagonista de otra novela, Ulises (1922), de James Joyce. En la última década se ha desarrollado en torno a ella una pequeña industria crítica. Incluso existe una Elizabeth Costello Society con base en Albuquerque, que publica un boletín trimestral, el Elizabeth Costello Newsletter.

En la primavera de 1995, Elizabeth Costello viajó, o , mejor dicho, viaja (en presente) a Williamstown, Pensilvania, al Altona College, para recibir el premio Stowe. El premio se entrega cada dos años a un escritor mundial de primera fila, elegido por un jurado compuesto por críticos y escritores. Consiste en cincuenta mil dólares, legados por el patrimonio de los Stowe, y una medalla de oro. Es uno de los premios literarios más importantes de Estados Unidos. (…)

-Me he olvidado de por qué acepté venir. Parece que es meterse en un jaleo enorme para nada. Tendría que haberles pedido que se olvidaran de la ceremonia y me enviaran el cheque por correo.

Después del largo vuelo, Elizabeth Costello aparenta su edad. Nunca ha cuidado su aspecto. Antes se lo podía permitir, ahora la edad le pasa factura. Parece vieja y gastada.

-Me temo que no funciona así, madre. Si aceptas el dinero, también tienes que aceptar el espectáculo.

Ella niega con la cabeza. Todavía lleva puesto el viejo impermeable azul que se puso en el aeropeurto. Su pelo tiene aspecto grasiento y marchito. Ni siquiera ha empezado a deshacer las maletas. Si su hijo la deja sola, ¿qué va a hacer? ¿Acostarse con el impermeable y los zapatos puestos?».

Daniel Radcliffe como Harry Potter. Tráiler de 'Harry Potter y las reliquias de la muerte', dirigida por David Yates.

Harry Potter, de la serie 'Harry Potter, de J. K. Rowling

Harry James Potter vivía en la mente de la escritora británica J. K. Rowling mucho antes de ver la luz. Su nacimiento público fue en 1997 en la novela Harry Potter y la piedra filosofal después de ser rechazado por varias editoriales. Nació como un personaje de literatura infantil y juvenil que fue creciendo a medida que lo hacían sus lectores de tal manera que cuando terminó la serie en 2007 con la séptima entrega (Harry Potter y las reliquias de la muerte) ya habían pasado diez años, pero nueve en Harry. Es la evolución desde el nacimiento y supervivencia de un niño huérfano en un mundo mágico y su crecimiento y paso a la adolescencia y juventud en un ambiente extraordinario. Así es que aunque Harry Potter es creado en el siglo XX, es en este cuando crece y logra su mayor impacto y afianza su lugar en la literatura.

Harry Potter aparece con un año como hijo de una pareja de magos que son asesinados y él sobrevive y lo crían unos tíos. Cuando cumple los once años recibe una carta para ir al colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. A partir de ahí la historia relata la educación de Harry bajo la sombra de la lucha con el mago Lord Voldemort, asesino de sus padres. En esa batalla Harry hace amigos como Hermione Granger y Ron Weasley y se enfrenta a dudad éticas, filosóficas y sentimentales en un torrente de aventuras fantásticas. Es la búsqueda de sí mismo en un mundo de magia donde eñ mal lo acecha sin descanso.

Rowling dijo en una entrevista a El País cómo creo a Harry Potter: «Creé a un niño que intenta actuar con moralidad, que a pesar de haber sido agredido y lastimado física y mentalmente aún sigue atraído por el lado bueno de las cosas. Y es genuino y leal, y yo encuentro heroicas todas esas cosas».

  • La serie Harry Potter la edita en España la editorial Salamandra.

Jacques o Jaime o Jacobo Deza, de 'Tu rostro mañana', de Javier Marías

Jacques o Jaime o Jacobo Deza fue creado por el escritor Javier Marías en la novela Todas las almas, de 1989, pero es en Tu rostro mañana donde alcanza una gran dimensión por la trascendencia del proyecto literario. La novela, de uno de los mejores escritores en español contemporáneos, fue publicada en tres volúmenes a medida que se escribían: Fiebre y Lanza (2002), Baile y Sueño (2004) y Veneno, Sombra y Adiós (2007). Deza es un hombre que representa muchas facetas del ser humano de todos los tiempos donde se revelan los latidos morales, éticos o sentimentales que muchos se esfuerzan en ocultar.

Jacobo Deza es un académico español que trabaja en el MI5 británico que vuelve a Oxford tras su separación matrimonial. En estas páginas es testigo, narrador y protagonista en el torbellino del tiempo. José Carlos Mainer escribió en Babelia, de El País: «En Todas las almas nació su protagonista y allí se esbozó el dilema moral del memorialista autofictivo: parece que sus amigos existieron ‘para que yo pueda hablar de ellos’, aunque sabe que ‘el que cuenta lo que vio y le ocurrió no es aquel que lo vio, ni al que le ocurrió, ni tampoco es su prolongación».

Javier Marías logra la inmersión en el pensamiento en movimiento de alguien que se mira hacia dentro y hacia fuera, que recorre el mundo que le ha tocado vivir y como lo recuerda, pero sobre todo cómo lo cuenta. Un espejo del pensamiento de todos. Las frases que abren cada uno de los tres libros que conforman Tu rostro mañana arrojan luz sobre su naturaleza:

«No debería uno contar nunca nada, ni dar datos ni aportar historias ni hacer que la gente recuerde a seres que jamás han existido ni pisado la tierra o cruzado el mundo» (Fiebre y lanza).

«Ojalá nunca nadie nos pidiera nada, ni casi nos preguntara, ningún consejo ni favor ni préstamo, ni el de la atención siquiera, ojalá no nos pidieran los otros que los escucháramos» (Baile y sueño).

«-Uno no lo desea, pero prefiere siempre que muera el que está a su lado, en una misión o en una batalla, en una escuadrilla aérea o bajo un bombardeo o en la trinchera cuando las había, en un asalto callejero o en el atraco a una tienda…» (Veneno, sombra y adiós).

Al final de su crítica, Mainer escribe: «Con este ‘Adiós’, el rostro huidizo de Jacobo Deza ha quedado retratado definitivamente en nuestra memoria. Y lo cierto es que se nos parece mucho».

Lenù y Lila, de la tetralogía 'Dos amigas', de Elena Ferrante

A Lenù y Lila las creó la escritora italiana Elena Ferrante en la novela La amiga estupenda, en 2011. Es la primera entrega de la tetralogía Dos amigas que completan Un mal nombre (2012), Las deudas del cuerpo (2013) y La niña perdida (2014).

Se trata de dos muchachas en la Nápoles de mediados del siglo XX y su incursión en el mundo juvenil y adulto y de la exploración, independencia y conocimiento de sentimientos amorosos. Se conocen desde niñas en su barrio de clase humilde en un microcosmos enriquecedor. Lila representa la mujer lista e inteligente pero que se queda en su ciudad, mientras Lenù estudia, se va y se convierte en una escritora de éxito. Es la historia de una amistad donde descubren los sentires de la vida, las emociones, los problemas, las ilusiones.

A través de estas dos mujeres que van creciendo se ve el correr del tiempo reflejado en sus propios cambios de comportamiento y mirada hacia el futuro. La vida cotidiana con su cúmulo de sensaciones, del dolor y la incertidumbre a la dicha y los sueños.

Así describe Elena Ferrante a sus protagonistas:

«LA FAMILIA CERULLO (LA FAMILIA DEL ZAPATERO):

Fernando Cerullo, zapatero, padre de Lila. Cuando su hija terminó los estudios de primaria, la sacó de la escuela.

Nunzia Cerullo, madre de Lila. Comprende a su hija pero no tiene autoridad suficiente para apoyarla frente al padre.

Raffaella Cerullo, llamada Lina o Lila. Nació en agosto de 1944. Cuando desaparece de Nápoles sin dejar rastro, tiene sesenta y seis años. Alumna brillante, a los diez años escribe un relato titulado El hada azul. Tras obtener el diploma de la escuela primaria abandona los estudios y aprende el oficio de zapatero.

Rino Cerullo, hermano mayor de Lila, también zapatero. Con Fernando, su padre, y gracias a Lila y al dinero de Stefano Carracci, monta la fábrica de zapatos Cerullo. Se compromete con Pinuccia Carracci, la hermana de Stefano. El primogénito de Lila se llama Rino como él.

Otros hijos.

LA FAMILIA GRECO (LA FAMILIA DEL CONSERJE):

Elena Greco, llamada Lenuccia o Lenù. Nacida en agosto de 1944, es la autora de esta larga historia que estamos leyendo. Elena se pone a escribirla en cuanto se entera de la desaparición de Lina Cerullo, su amiga de la infancia, a la que solo ella llama Lila. Al terminar la primaria, Elena sigue estudiando con éxito creciente. Desde muy niña se enamora de Nino Sarratore, pero lo ama en secreto.

Peppe, Gianni y Elisa, hermanos menores de Elena.

El padre trabaja de conserje en el ayuntamiento.

La madre es ama de casa. Su paso claudicante obsesiona a Elena».

  • Saga Dos Amigas. Elena Ferrante Traducción de varios auor(Lumen).

Noomi Rapace como Lisbeth Salander en la versión sueca de la serie Millenium.

Lisbeth Salander, de la serie Millenium, de Stieg Larson

A Lisbeth Salander la creó el escritor sueco Stieg Larsson en su novela Los hombres que no amaban a las mujeres, de 2005. Comparte protagonismo con el periodista Mikael Blomkvist. Ella es una joven informática y hacker (su alias es Wasp, avispa en inglés) de inteligencia extraordinaria e independiente con un aspecto entre gótica y punk con varios tatuajes del que sobresale un gran dragón en la espalda. Trabaja en una empresa de seguridad como investigadora hasta que termina involucrada en un caso que investiga Blomkvist. Los problemas y traumas de su infancia y adolescencia la convirtieron en una persona un tanto asocial y siente un odio especial hacia aquellos hombres que maltratan a las mujeres.

Mario Vargas Llosa dijo de ella en 2009, en un artículo titulado Lisbeth Salander debe vivir: «La trilogía se encuadra de manera rectilínea en la más antigua tradición literaria occidental, la del justiciero, la del Amadís, el Tirante y el Quijote, es decir, la de aquellos personajes civiles que, en vista del fracaso de las instituciones para frenar los abusos y crueldades de la sociedad, se echan sobre los hombros la responsabilidad de deshacer los entuertos y castigar a los malvados. Eso son, exactamente, los dos héroes protagonistas, Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist: dos justicieros. La novedad, y el gran éxito de Stieg Larsson, es haber invertido los términos acostumbrados y haber hecho del personaje femenino el ser más activo, valeroso, audaz e inteligente de la historia y de Mikael, el periodista fornicario, un magnífico segundón, algo pasivo pero simpático, de buena entraña y un sentido de la decencia infalible y poco menos que biológico. (…)

Menos mal que está allí esa muchacha pequeñita y esquelética, horadada de colguijos, tatuada con dragones, de pelos puercoespín, cuya arma letal no es una espada ni un revólver sino un ordenador con el que puede convertirse en Dios -bueno, en Diosa-, ser omnisciente, ubicua, violentar todas las intimidades para llegar a la verdad, y enfrentarse, con esa desdeñosa indiferencia de su carita indócil con la que oculta al mundo la infinita ternura, limpieza moral y voluntad justiciera que la habita, a los asesinos, pervertidos, traficantes y canallas que pululan a su alrededor».

Y termina su artículo exclamando: «¡Bienvenida a la inmortalidad de la ficción, Lisbeth Salander!«.

  • Sexto y último libro de la serie Millenniun: La chica que vivió dos veces. David Lagercrantz. Traducción de Martin Lexell y Juan José Ortega Román (Destino).

Manolita Perales, de 'Las tres bodas de Manolita', de Almudena Grandes

A Manolita Perales la creó la escritora española Almudena Grandes en Las tres bodas de Manolita, en 2014. Es la tercera entrega de su proyecto literario de Episodios de una guerra interminable, sobre la Guerra Civil española, poblado de personajes reales que han sido recreados y que están en la memoria de los lectores de Grandes. Manolita está basada en la historia de Isabel Perales. “No habría podido escribir la novela sin su tenebrosa revelación de que en la España de la posguerra, los hijos de los presos —las niñas de Zabalbide al menos— estaban sometidos a un régimen de trabajos forzados para redimir las penas de sus padres, el pecado original de ser hijos de rojos”, cuenta Almudena Grandes al final de la novela.

Las tres bodas de Manolita transcurre en el Madrid recién salido de la guerra civil. Manolita tiene 18 años y como cualquier muchacha de la época sueña con casarse y tener una vida familiar tradicional, pero termina involucrada en la oposición comunista. Tiene a su padre y su madrastra en la cárcel y su hermano Antonio escondido en un tablao flamenco, mientras se hace cargo de su hermana Isabel y de otros tres más pequeños. Manolita termina visitando a un preso que tiene las claves para poder imprimir propaganda clandestina.

Así es Manolita como ejemplo de las mujeres republicanas que sobrevivieron en la posguerra española:

«En los buenos tiempos las jovencitas se casan por amor, en los malos lo hacen por interés. Yo me casé con un preso en los peores. Por dos multicopistas que nadie podía poner en marcha. Tenía 18 años y hasta que a mi hermnao se le ocurrió complicarme la vida ni siquiera sabía que existieran máquinas con ese nombre».

Offred, intrepretada por Elisabeth Moss en la serie 'El cuento de la criada'.

Offred, de 'El cuento de la criada' y 'Los testamentos', de Margaret Atwood

June u Offred (Defred en español) fue creada por la escritora canadiense Margaret Atwood en su novela El cuento de la criada, en 1985, y continuada en 2019 en Los testamentos, cuya historia sucede quince años después de los primeros hechos narrados. Algunos hechos de los últimos años en Estados Unidos y relacionados con las mujeres y la discriminación revivieron la distopía de la novela que se popularizó por la serie de televisión homónima en 2017 y 2018.

Ahora Atwood vuelve a esa distopía futurista donde una epidemia deja infértiles a las mujeres salvo a unas cuantas. El territorio es Estados Unidos bajo el nombre de Gilead y es gobernado por una teocracia patriarcal donde reclutan y esclavizan a las mujeres fértiles para que procreen los hijos de las parejas infértiles de los poderosos.

June es el verdadero nombre de la protagonista, pero en Gilead se llama Offred: Of, que significa de, en inglés, es el prefijo que asignan a todas las mujeres que sirven como criadas y vientres para tener hijos de hombres poderosos; y fred porque es el nombre de su amo: Fred. De esta manera Atwood crea un doble juego, no solo el of que significa de, sino con Off que significa apagado o apagada que da cuenta de la sumisión al hombre y familia para la que June debe tener hijos. Un matiz importante que se pierde en su traducción al españo al llamarse Defred.

Offred es hija de una mujer feminista de ideas extremas, según su hija. La protagonista da por sentado los derechos de los que goza ella y toda la gente, pero el destino se tuerce y la realidad le estalla en las manos dejándola como una de las sirvas y como un vientre para los poderosos de Gilead, hasta que…

En Los testamentos Offred aparece solomente tres veces diciendo tres oraciones. «Pero ella ha alcanzado un estatus casi mítico en Gilead, donde ha sido declarada terrorista y enemiga del estado: el régimen ya ha realizado al menos dos intentos de asesinato en su vida», escribe Michiko Kakutani en The New York Times.

Es una ausencia muy presente y definitiva. Además, su hija mayor, Agnes Jemina es una de las tres narradoras de Los testamentos encargadas de contar la historia. Agnes fue arrebatada a Offred y su marido Luke con tan solo cinco años cuando huían por el bosque rumbo a Canadá antes de caer bajo la sombra de Gilead. Agnes fue criada por una familia adoptiva. Así que es hora de saber realmente quién era su madre verdadera.

Atwood, como escribe Kakutani, no ha creado heroínas al uso en fuerza y valentía visibles, pero reivindica la importancia crucial de la revolución silenciosa de dejar los testimonios de la verdad que quieren cambiar y manipular los poderosos. Saber y conocer el pasado.

  • El cuento de la criada y Los testamentos. Margaret Atwood. Traducción de Eugenia Vázquez Nacarino (Salamandra).

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Winston Manrique Sabogal

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