Bob Dylan, ganador del Nobel de Literatura 2016.

Bob Dylan, ganador del Nobel de Literatura 2016.

Bob Dylan gana el Nobel de Literatura, hace historia y los poetas le cantan

La Academia Sueca premia la música y la poesía del artista de Estados Unidos. Los poetas analizan este galardón

How many roads must a man walk down (Cuántos caminos debe recorrer un hombre)
Before you call him a man (antes de que le llames “hombre”)

Así empieza Blown in the Wind, una de las canciones más populares y emblemáticas del nuevo Premio Nobel de Literatura: el cantante y compositor estadounidense Bob Dylan. Nacido en Minnesotta en 1941, como Robert Allen Zimmerman, es uno de los más populares artistas de la música desde los años sesenta. La Academia Sueca le ha condedido el máximo galardón de las letras por “haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición de la canción americana”. Con Dylan, que se puso ese nombre por el narrador y poeta Dylan Thomas, el Nobel vuelve a Estados Unidos después 23 años, cuanto lo obtuvo Toni Morrison.

Es un premio histórico al salirse de las líneas habituales en sus más de cien años de historia. Si en 2013 premió el cuento en la canadiense Alice Munro y el año pasado al periodismo literario en la bielorrusa Svetlana Alexiévich, este año le toca a los cantaautores.

Pero, ¿Cuál ha sido la relación de Bob Dylan con la literatura? “En el pasado, nunca me habían entusiasmado los libros ni los escritores, aunque me gustaban las historias. Historias de Edgar Rice Burroughs, que escribía sobre una África mítica; Luke Short, el de los míticos relatos del Oeste; Julio Verne; H. G. Wells. Eran mis favoritos antes de que descubriese el folk. Estos eran capaces de expresar en unos pocos versos lo mismo que un libro entero”, escribe Dylan en sus memorias Crónicas. Volumen I (Global rhythm Press).

Fue así como el folk y la protesta social caracterizaron su creación desde sus inicios, allá por los albores de los años sesenta con canciones como la ya citada y que continúa así:
How many seas must a white dove sail (Cuántos mares debe surcar una blanca paloma,)
Before she sleeps in the sand ( antes de dormir en la arena)
How many times must the cannonballs fly (Cuántas veces deben volar las balas de cañón,)
Before they are forever banned (antes de ser prohibidas para siempre.)

Bob Dylan luego se adentró en la música popular. Y llegó el blues y la urbe y las resonancias de la generación Beat terminaron su trabajo. Dicen los que saben que transformó la canción popular, y que llegó más a los corazones y la mente de una generación. ¿Es un premio para ellos también? Tal vez. Letras escritas y cantadas por la voz rota de un hombre incombustible que sus seguidores y muchos más se saben de memoria.

Desde hace ya unos años el nombre de Dylan venía sonando en las quinielas. Con opiniones a favor y con otras más críticas. Varios poetas expresan para este blog su sorpresa y admiración ante el galardón y analizan este hecho tan novedoso. Sus voces crean un coro alrededor del Dylan:

“Sorprendente noticia, la de este premio, en el mejor sentido. Y desde luego habrá que premiar al jurado, esta vez, por ampliar el marco de lo que se considera literatura y volviendo a incluir en ella una parte de los que fueron sus propios orígenes. Antes de ser un compendio de voces muertas, en efecto, lo que llamamos literatura fue contado y entonado. Es reconfortante saber que algunas personas de ese sector entienden el valor de esa voz en la que la palabra surge al tiempo que la música para decirnos algo importante. Para decirlo no desde el aprendizaje retórico, sino desde las entrañas. Quién, de los que hemos vivido la revolución social de los 60, no ha vibrado intensamente con la voz de Dylan, la de Leonard Cohen o la de Bob Marley. A menudo una tonalidad es suficiente para imprimir otra dirección al pensar y dar nacimiento a otro modo de sentir y otro modo de vivir. Todos ellos lo hicieron. Lo hicimos. Lástima que aquello no haya perdurado, pero, al fin y al cabo, ¿qué es la existencia sino un círculo vicioso?”, se pregunta Chantal Maillard.

“Por un lado es sorprendente este premio por lo que ha sido el Nobel de Literatura, pero por otro lado un autor o un cantautor es evidente que contribuye a la difusión de la literatrua y la poesía, como es el caso de Dylan. Su música va unida a una época, tiene un gran público y es un autor propio de mis inicios y momentos de formación. Desde ese punto de vista es primordial. Sin embargo, uno piensa en Tagore, en Thomas Mann o en Papini y se da cuenta que ahora el criterio es otro”, señala Antonio Colinas, Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2016.

“La poesía no va vinculada necesariamente a la literatura. Con este premio del Nobel a Dylan ha ido por la música. Es un poeta muy moderno que tiene valores muy antiguos. En la antigüedad los poetas eran músicos. Curiosamente esa era su forma de llegar a la gente, a la masas, cosa que los poetas contemporáneos no conseguimos”, afirma el poeta español Juan Antonio González Iglesias, ganador del Premio Loewe de Poesia.

“Me parece genial. Llevo varios años diciendo que se lo merece. Soy fanático de sus letras. Las explico en mis talleres de poesía. Es un creador de imágenes, ritmos y mundos formidables”, asegura Jesús Aguado, poeta, traductor y antólogo de Kerouac y la generación beat, con sus autores que tanto influyeron a Dylan.

“Hemos crecido con sus canciones. En ella la poesía y la música están unidas. No olvidemos que su nombre viene del poeta y narrador Dylan Thomas. Sus letras son de poeta popular que sabe llegar a la gente con un lenguaje directo y muy sugerente”, señala Ángeles Mora, premio Nacional de la Crítica por su obra Ficciones para una autobiografía.

Pero no todos aplauden. Aurora Luque dice: “Personalmente prefiero que el Nobel lo gane un creador total, un creador de mundos a través de las palabras, como hiciera Juan Ramón Jiménez. O como Caballero Bonald, creador de los mundos de Argónida. Amo los libros y prefiero que ese premio honre a escritores, no a cantautores. Quizá sea otro síntoma de la demolición del libro como vehículo de civilización y de belleza. Este Nobel no va a estar en las librerías”.

Sea como fuere, las letras y versos de Dylan llegan en tropel para muchos, como estos de Stuck inside of mobile with the Memphis Blues again, que fue aire nuevo para la música, y que suena así:

Oh, Mama, can this really be the end, ( Oh, Mamá, ¿puede ser esto el fin?,)
To be stuck inside of Mobile ( estar atrapado en Mobile)
With the Memphis blues again. ( con el blues de Memphis otra vez.)

Mona tried to tell me ( Mona intentó advertirme)
To stay away from the train line. ( de que me alejase de la vía del tren.)
She said that all the railroad men ( Dijo que todos los ferroviarios)
Just drink up your blood like wine. ( se beben tu sangre como si fuese vino.)

Puedes ver AQUÍ el anuncio del nobel.

Winston Manrique Sabogal

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