Claves para no cometer errores de inversión

Dudar es la gran recomendación de 'El pequeño libro de los mitos del mercado', una guía de dos expertos que desmitifican una serie de creencias económicas. WMagazín aborda este tema y da más detalles en blogbankia.es

Los mitos son como el amor y la belleza: todos saben qué es y lo pueden identificar, pero a la hora de la verdad no sabrían definirlos con exactitud. Y a eso no escapan los mitos de la economía y sus mercados, grandes amores, por otra parte, para algunos. Vale la pena recordar dos de las cuatro definiciones que da la Real Academia Española de Mito, las dos primeras se refieren al significado matriz de deidades o historias maravillosas y fabulosas creadas por la imaginación para tratar de entender la realidad a partir de un mundo de dioses, y las siguientes en mundos más terrenales:

3. m. Persona o cosa rodeada de extraordinaria admiración y estima.

4. m. Persona o cosa a la que se atribuyen cualidades o excelencias que no tiene. Ej: Su fortuna económica es un mito.

Este recordatorio es como preámbulo al libro de economía que WMagazín aborda en blogbankia.es: El pequeño libro de los mitos del mercado. Cómo evitar los errores de inversión que los demás comenten y sacar provecho de ello, de Ken Fisher y Lara Hoffmans (Deusto). Porque el mercado y todo lo que tiene que ver con las maneras de hacer fortuna está poblado de mitos. O, mejor dicho, de falsas verdades que crecen y se fortalecen como una bola de nieve montaña abajo en plena nevada. Dudar para desmitificar los mitos del mercado y no cometer errores es el título de artículo en Blogbankia.es.

La gran recomendación de los dos expertos es dudar, dudar de todo lo establecido, no creer nada. La duda es el mejor aliado en campos donde cualquier cosa que se ha dicho y dice tiene detrás intereses espúreos. Y eso incluye, por supuesto, dudar de las propias recomendaciones que ofrecen Fischer y Hoffmans donde la moraleja de su libro es que cada uno debe sacar sus propias conclusiones de todo.

Ejercida la duda llega la desmitificación. Fisher (analista de inversiones y columnista de Forbes) y Hoffmans (experta en marketing y comunicación) desmontan varios de los mitos que rodean y alimentan el mercado que incluye desde la creencia de que los bonos son más seguros que las acciones, que las convulsiones alteran las acciones, que una moneda fuerte equivale a una economía sólida, que un contexto de paro afecta  a las acciones, que las acciones son cada vez más volátiles o de que un dólar fuerte es sinónimo de unas acciones fuertes. Teorías-mitos que, sin duda, serían cuestionadas por otros expertos pero que han hecho carrera.

Uno de los mitos que desmonta el libro, y que tiene que ver con casi todo el mundo, es el del desempleo, es decir que un índice alto de paro afecta negativamente a la economía. Para Fisher y Hoffmans no es así. La tasa de paro, afirman, es el resultado de una coyuntura económica pasada, “no una causa de la futura orientación económica”, que, por el contrario, puede ser un impulso a esta.

Un capítulo revelador de esta guía desmitificadora del mercado, y que va más allá de las palabras, porque se sustenta en datos históricos y reales, tiene que ver con las convulsiones y las acciones del mercado en el siglo XX. El gráfico muestra desde 1934 cómo algunos de los años más críticos fueron los más rentables para las acciones. Por ejempo: en 1967 Estados Unidos vivió importantes disturbios raciales, fue la Guerra de los Seis días y el parlamento británico votó la nacionalización de la industria del acero. ¿La rentabilidad de las acciones bajó? En absoluto: subió un 21.28%.

Otro año: en 1986 Estados Unidos bombardeó Libia y explotó el Challenger, se produjo la catástrofe de Chernóbil. ¿Se desplomó la rentabilidad de las acciones? No. Subió un 41.89%.

En 1990 se desplomó la confianza del consumidor: Irak invadió Kuwait y hubo un gran temor a la reunificación alemana. Resultado: las acciones bajaron un 17.02%.

Moraleja: nunca se puede garantizar por dónde y cómo va a respirar o a reaccionar el mercado, un mercado hecho y modelado por personas con sus altibajos y sus mitos  e intereses. Es la economía como un campo impredecible de los números movidos por impulsos emocionales. Y, justo por eso mismo, hay que que conocer ese terreno poblado de mitos para que cada uno los desmitifique y cree su propia ecuación.

 

Winston Manrique Sabogal

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Apoya a WMagazín como mecenas cultural Apoya a WMagazín como mecenas cultural Apoya a WMagazín como mecenas cultural Apoya a WMagazín como mecenas cultural Apoya a WMagazín como mecenas cultural Suscríbete a nuestra newsletter · Suscríbete a nuestra newsletter · Suscríbete a nuestra newsletter · Suscríbete a nuestra newsletter · Suscríbete a nuestra newsletter · Suscríbete a nuestra newsletter ·