FIL Buenos Aires, 9: Fiesta en la ciudad del libro y la responsabilidad social de los escritores

FOTOBITÁCORA Millares de visitantes desbordaron la feria bonaerense el segundo fin de semana. Las mujeres protagonizaron varias jornadas y WMagazín hizo su diálogo con Claudia Piñeiro, Edurne Portela y Leonora Djament

Los bonaerenses convirtieron su feria en una verdadera ciudad del libro este segundo fin de semana de la 44ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Millares de personas estuvieron a sus puertas desde dos horas antes de que abrieran las taquillas de boletería para el publico en general a la una de la tarde. Aunque la FILBA estaba abierta para los más de mil bibliotecarios de todo el país que este domingo terminaron su tercer día de compras de libros para sus bibliotecas populares.

Colas para la firma de la booktuber Pamela Stupi. /Fotografía de WMagazín

El domingo fue el día de máxima afluencia: colas para entrar, colas por los pasillos, colas en las cafeterías, colas en las conferencias y presentaciones de libros y colas para los fenómenos literarios de los jóvenes como la youtuber argentina Pamela Stupia que durante más de seis horas atendió a sus seguidores que acudieron a que les firmara alguna de sus obras de la serie 14/7, El descubrimiento o Fusión de ejes (Planeta).

Pamela Stupia con una de sus seguidoras. /Fotografía de WMagazín

Fue un día de libros y almuerzo o merienda al aire libre en las plazoletas o prados del predio La Rural, donde se realiza este encuentro editorial y literario. La gente lo aprovechó después de más de una semana de lluvias y lloviznas.

De izquierda a derecha, Edurne Portela, Leonora Djament y Claudia Piñeiro, en el diálogo de WMagazín. /Fotografía de WMagazín

La responsabilidad social de los escritores

Fue un domingo con voces femeninas en diferentes citas que empezaron con las de Claudia Piñeiro, Edurne Portela y Leonora Djament en el diálogo organizado por WMagazín:  Cuál o con quién debe ser el compromiso del autor/a en un mundo de ruido digital y analógico, en la Sala Domingo Faustino Sarmiento. Este viernes 12 de mayo publicaremos los momentos más destacados de este diálogo en formato videorrelato. Mientras tanto, avanzamos algunos aspectos:

El diálogo lo abre Winston Manrique Sabogal, director de WMagazín, con la cita de la poeta uruguaya Ida Vitale, en una entrevista a este medio: «Las humanidades ya no importan tanto en la enseñanza». Ante este lamento de Vitale, Leonora Djament se muestra preocupada pero considera que «las humanidades no están en retirada sino que están en otros espacios como las nuevas manifestaciones sociales y en el boom de editoriales independientes con formatos novedosos». Edurne Portela cuenta que en España sí hay una retirada de las humanidades en colegios y universidades y expresa su preocupación porque ve que su generación y las anteriores recibieron un tipo de enseñanza importante que ahora no tienen las nuevas y se centran en cuestiones más prácticas para ganarse la vida. Un debate, agrega, Piñeiro que empieza a plantearse en Argentina.

Tras este preámbulo sobre las humanidades, el diálogo entra de lleno en su título:  «Cuando escribes un libro tomas la palabra en público», deja claro la española Edurne Portela, autora de obras como el ensayo El eco de los disparos y la novela Mejor la ausencia (ambos en Galaxia Gutenberg).  Recuerda que muchos autores también participan en tertulias o artículos de opinión en diferentes medios y es una forma activa de estar presentes y mostrar su compromiso.

«El escritor tiene una responsabilidad social y debe asumirla. Si cada uno se sale de ella, la sociedad será peor», enfatiza la argentina Claudia Piñeiro, cuya última novela es Las maldiciones (Alfaguara). Tampoco se trata de opinar de todo, agrega Piñeiro, «pero sí hay dos o tres cosas sobre las que los escritores sabemos y debemos exponer nuestras ideas».

Sobre la disminución teórica de la presencia del intelectual en la esfera pública, Leonora Djament, editora de Eterna Cadencia, cree que «no hay que caer en la nostalgia. Los tiempos son otros y las maneras de estar presentes también». Para Djament, quizás los intelectuales están eclipsados por tantas nuevas formas y medios de expresarse en el mundo digital más allá de los formatos tradicionales que esos sí parecen estar de retirada o reinvención.

“Hay que encontrar los resquicios y meterse ahí para expresar la opinión. Hay que hacer una especie de guerra de guerrillas», recomienda Piñeiro. Para la narradora y dramaturga argentina, los autores no pueden estar en contra de un modelo tan fuerte y lleno de oportunidades como internet donde buena parte de lo que sucede va o viene o se desarrolla allí, y, por el contrario, hay que saber usarlo para transmitir lo que les interesa.

No faltó en este diálogo el tema de difusión de los libros y la crítica literaria. Djament, como editora que distribuye su catálogo por Latinoamérica y España, está atenta a esta cuestión: «Lo que llamábamos crítica literaria ha ido desapareciendo, se está confundiendo la valoración de la literatura como construcción de sentido con el gusto personal». Djament, Piñeiro y Portela no dudan en afirmar que los medios tradicionales ya no tienen la influencia de antes y ahora son los blogs y revistas digitales las que más acogida tienen entre los lectores, y destacaron que dentro de esos prescriptores empieza a ocupar un lugar esencial el librero.

  • Este viernes 12 de mayo publicaremos los momentos más destacados de este diálogo de WMagazín en formato videorrelato.

La crueldad en las manifestaciones culturales

«La lectura produce felicidad, y la felicidad hay que renovarla. El dolor tiene más persistencia. (…) La felicidad es un lujo de la evolución y es bueno tenerla, pero no es necesaria para sobrevivir, mientras que el dolor es un aprendizaje constante», con esta idea empezó José Ovejero su charla en El día de España en la FILBA. “Tiendo a escarbar en las sombras. La crueldad existe en todas las manifestaciones culturales. En España no está en los márgenes sino en el centro. Me desagrada la crueldad de la vida real pero hace parte de mi estética”, explica Ovejero que acaba de publicar Mundo extraño (Páginas de Espuma), un volumen de cuentos. El escritor madrileño recuerda que parte de esa crueldad se refleja en obras como El Quijote cuyo humor no se entiende en algunas culturas como así lo dijo Vladimir Nabokov.

Al hablar de sus personajes, Ovejero comenta que aunque no son felices, son interesantes: “No creo que la literatura refleje la realidad, la pienso como dos tipos de espejo: uno empañado que nos permite ver solo siluetas, rasgos. Otro deformante que vuelve más visible la realidad, como una caricatura que exagera algunos rasgos para hacerlos más visibles”. A la pregunta de por qué escribe, el español asegura que «la escritura surge del deseo, no de una obligación».

¿Y el papel del intelectual y la responsabilidad del escritor? Ovejero afirma que ese papel ha cambiado, derivado, entre otras razones, del fin  temporal de las grandes ideologías apoyadas por intelectuales que fueron incapaces de ver lo mal que lo hicieron, como el stalinismo. «Pero sigo pensando que tenemos una voz pública, y no utilizarla es una manera de callar, y el que calla otorga».

¿Para qué sirve la literatura? «El placer es una justificación suficiente. La literatura no tiene que servir para nada. Tiene una función social».

Literatura a secas

El VII Diálogo de escritores latinoamericanos reunió a las escritoras Gabriela Cabezón Cámara (Argentina),  Natalia Mardero (Uruguay) y Cynthia Rimsky (Chile). El tema: El Neo boom latinoamericano es femenino. ¿Una literatura femenina y feminista?

Gabriela Cabezón: A los hombres los quiero conscientes de su poder para compartirlo.

Cynthia Rimsky: No creo en la escritura feminista, que tenga un apellido. Ser mujer y escritora es promover otros usos del poder. Lo que me interesa es una literatura de la mujer que reviente el mercado, esto es un problema de comercio.

Natalia Mardero: No es igual literatura femenina que feminista. Se escriben cosas en las que van saliendo ideas que uno tiene, pinceladas muy sutiles que no quieren decir que el libro sea feminista.

Jóvenes que comparten lecturas

Un hombre lee en un iPhone qué es un bookstagrammer. Es de los pocos adultos del auditorio. En la mesa principal de la sala Julio Cortázar, hay cuatro de ellos entrevistando a la escritora argentina de literatura infantil y juvenil Andrea Ferrari, autora de Zoom (SM). Los influenciadores de lecturas en la red social Instagram le preguntan sobre los personajes de las novelas, sus gustos literarios, cómo empezó a escribir: “Sin conflicto no hay historia y etos se le plantean a adolescentes porque está relacionado con la edad de mis lectores. La adolescencia es muy interesante para vivirla y narrarla, una etapa bisagra. Mis historias caen en gente que está manejando un conflicto que dispara su vida hacia algún lugar”.

Viaja a las Librerías de Buenos Aires

  • Prepárate para visitar las Librerías de Buenos Aires en un videorrelato los días 9 y 10 de mayo. Y descubre por qué Buenos Aires es la capital de las librerías. Un avance aquí:

Librería Casares.

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