Formentor como punto de encuentro de los vientos y la literatura
Asómate a los cuatro días de las Conversaciones Literarias y el Premio a Alberto Manguel en la isla de Mallorca (España). WMagazín te hace testigo de esta fiesta literaria con más de setenta autores y expertos en un fotorrelato
La primavera, el verano y el otoño conviven estos días en el Hotel Formentor, de Pollença (Mallorca). Las estaciones alternan su presencia por horas o momentos, e incluso pueden convivir a la vez: la primavera entre los jardines florecidos de múltiples colores, el verano en las amplias escaleras de piedra y en la playa y el otoño temprano bajo las sombras de los pinos y olivos.
Más de setenta escritores, editores, agentes y críticos literarios celebraron allí, del 21 al 24 de septiembre, las diez ediciones de las Conversaciones de Formentor y la entrega del octavo premio Formentor de las Letras a Alberto Manguel. El narrador, ensayista y director de la Biblioteca Nacional de la República de Argentina es uno de los expertos del libro, su historia, su biografía, su significado y, por ende, de la lectura en la vida. Cuatro días a los que puedes asomarte en el siguiente fotorrelato:
Formentor es el Finisterre de la isla de Mallorca. De la capital, Palma de Mallorca, hasta allí hay unos 45 minutos en transporte terrestre, se pasa por el puerto de Pollença que se aprecia en su esplendor cuando la carretera empieza a serpentear montaña arriba hacia el Hotel Formentor, al otro lado de la sierra. El jueves 21 de septiembre los tonos cobrizos del atardecer empezaron a llegar hacia las siete y media de la tarde.
La bienvenida a los invitados se hizo la noche del jueves en los jardines del restaurante Playa Mar del Hotel. El Formentor es el lugar que a comienzos de los años sesenta acogió por primera vez estas Conversaciones y creó el Premio Formentor de las Letras. Entre 1961 y 1967 fueron sus años de esplendor. En su primera etapa, el Premio convocó a los más destacados escritores de la época. Tenía dos modalidades: Internacional en la cual distinguía a un autor de prestigio universal: Samuel Beckett (por Triología), Jorge Luis Borges (Ficciones), Uwe Johnson (Conjeturas sobre Jacob), Carlos Emilio Gadda (El aprendizaje del dolor), Nathalie Serraute (Les fruits d’or), Saul Bellow (Herzog) y Witold Gombrowicz (Cosmos). Y el Premio Formentor, como tal, que galardonaba una novela presentada por las editoriales que participaban: Juan García Hortelano (por Tormenta de verano), Dacia Maraini (ETA del malessere), Jorge Semprún (El gran viaje) y Gisela Elsner (The Nightclerk).
El viernes amaneció primaveral. Las amplias escaleras de piedra del hotel, custodiadas por antiguos pinos, bajaban a un mar tranquilo de nubes gigantes. El mismo mar y otro mar que durante cuarenta años dejó de ver a los escritores en estos encuentros. Hasta 2008 que se reanudó la cita de las Conversaciones organizadas por la Fundación Santillana y patrocinadas por el Hotel Barceló Formentor de Pollença. Tres años después, en 2011, se retomó el Premio con el patrocinio de las familias Barceló y Buadas, antigua propietaria del hotel.
El premio de este año recayó en Alberto Manguel. La obra del narrador, ensayista y director de la Biblioteca Nacional de la República de Argentina “constituye una de las más lúcidas indagaciones en la historia orgánica de la biblioteca universal”, dice el acta del jurado. Manguel, académico de número de la Academia Argentina de Letras, es autor de obras como Una historia de la lectura, Una historia natural de la curiosidad y Breve guía de lugares imaginarios, junto a Gianni Guadalupi (en Alianza y Lumen). Acaba de publicar Mientras embalo mi bliblioteca (Alianza).
El espíritu de Formentor y su prestigio de ser una referencia para la vanguardia de la edición europea y uno de los foros literarios más importantes y reconocidos es lo que se ha buscado recuperar en esta segunda etapa. En sus diez ediciones ha reunido a más de trescientos creadores, expertos y profesionales el libro en tertulias y debates alrededor de un tema literario cada año. Desde 2015 las Conversaciones tienen como eje central la entrega del Premio que este año ha sido para Alberto Manguel. El escritor paseó el viernes por los jardines del hotel en compañía de Craig Stephenson, su pareja (en la foto, a la derecha del escritor), y Guillermo Schavelzon, su amigo y editor de toda la vida.A la una de la tarde, tras una mañana de entrevistas a varios medios de comunicación, Manguel ofreció una rueda de prensa. “Necesitamos una brújula como la de Alberto Manguel”, afirmó Basilio Baltasar, presidente del jurado. Un galardón en el que el acta del jurado no solo alaba su calidad literaria sino también su aporte como representante del libro y su exaltación en un momento crucial para al lectura: «Sus elocuentes ensayos nos han permitido seguir la pista del largo peregrinaje de los libros y el orden prodigioso que los acoge en las instituciones vertebrales de la cultura. La minuciosa recreación del arte de leer, la pericia con que los lectores aprenden a comprender la inmensidad del mundo, pertenecen al enciclopédico saber con que Alberto Manguel ha retratado la vida de los libros”.
La cita se abrió por la tarde con el homenaje a Norman Manea, Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2016. La FIL, de Guadalajara (México) y el Premio Formentor de las Letras llegaron a un acuerdo el año pasado para presentar en sus respectivos encuentros a sus galardonados. Así, el año pasado Roberto Calasso, Formentor 2016, asistió a la FIL y este año Manea ha visitado el encuentro mallorquín. Desde este año la cita se realiza en un claro del pinar bajo una carpa y a pocos metros del mar. Hay que atravesar los jardines para llegar hasta allí como se ve en la imagen, de izquierda a derecha: Guillermo Schavelzon, Valeria Ciompi (editora de Alianza y de Manguel), Daniel Fernández (editor de Castalia y presidente de la Federación de Gremio de Editores de España, FGEE) y Basilio Baltasar.
Manea, rumano de origen judío, fue presentado por Raúl Padilla, presidente de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, y Dulce María Zúñiga, directora del galardón. Entre sus múltiples condecoraciones, Manea ha recibido el Premio Literario de la Asociación de Escritores de Bucarest (1979), el Premio Médicis Extranjero, de Francia (2006), el Premio Literario de la Fundación del Judaísmo Francés (2009) y el Premio Palau i Fabre de ensayo en España (2012). En 2016 recibió la más alta distinción nacional de su país natal, Steua Romanien (Estrella de Rumania). Su nombre suele estar entre las quinielas del Nobel de Literatura. Entre sus obras más importantes se encuentran El regreso del húligan, El Sobre Negro, El té de Proust y La quinta imposibilidad.
Tras el homenaje a Norman Manea siguió la sesión Notas sobre Alberto Manguel. En ella intervinieron Lila Azam Zanganeh, escritora iraní y miembro del jurado; Basilio Baltasar, Valeria Ciompi, Inger Enkvist, catedrática de filología española, Daniel Fernández, Francisco Jarauta, filósofo y escritor, y Guillermo Schavelzon. Después, a las ocho, empezó la velada de entrega del premio que concedieron sus patrocinadores: Simón Pedro Barceló y Marta Buadas. Luego las palabras del escritor argentinocanadiense. Fue la llegada de un hechicero de la lectura. Su voz convincente, pausada y con las cadencias emocionales precisas conmovió a más de trescientas personas con su lectura de Las lágrimas de Isaac. De cómo la lectura inventa la realidad. Puedes leer el discurso completo en este enlace de WMagazín.
El sábado todo fue verano. Por la mañana los temas fueron Bohemios y luego Magos; por la tarde Vagabundos y luego Errantes. El domingo sería el turno de Ambulantes y luego Nómadas.
Uno de los invitados especiales a esta edición fue Silvia Lemus, viuda de Carlos Fuentes, primer Premio Formentor en esta segunda etapa e impulsor de la reanudación de estos encuentros.
Ramón Andrés fue otro invitado especial para conmemorar las diez ediciones de las Conversaciones. El ensayista y poeta de Pamplona (España) es autor de obras como El oyente infinito. Reflexiones y sentencias sobre música (De Nietzsche a nuestros días).
Las Conversaciones Literarias son abiertas al público. Este año acudieron más de 300 personas, entre ellas Max, uno de los mejores ilustradores hispanohablantes y artistas.
Cuatro días en los que tras las sesiones literarias los escritores departían como se ve en la imagen: de izquierda a derecha: Francisco Jarauta, Inger Enkvist, Valeria Ciompi, Marta Buadas, Lila Azam, Basilio Baltasar y Daniel Fernández.
En un momento del desayuno, de izquierda a derecha: Valerie Miles, Lila Azam Zanganeh, Gustavo Guerrero y Juan Gabriel Vásquez.
Momentos de descanso para charlar y debatir entre escritores y periodistas: De izquierda a derecha: Ignacio Vidal-Folch, Josep Massot, de La Vanguardia, y Eduardo Lago.
Hubo tiempo para que WMagazín organizara algunos debates que publicará más adelante. Uno de ellos es El nuevo orden de la relación entre escritores, agentes y editores, con Guillermo Schavelzon, Valeria Ciompi y Juan Gabriel Vásquez.
El sábado por la noche se celebró la Velada órfica: jazz y poesía. En la fotografía Francisco Jarauta (izquierda) y Gustavo Guerrero (escritor y editor en Gallimard).
Lila Azam Zanganeh, escritora iraní y miembro del jurado del Premio Formentor, durante la Velada órfica.
El domingo amaneció un poco otoñal, pero pronto el verano colonizó Formentor. En los alredores de la carpa los autores y el públicó charlaron. En la imagen, la escritora y traductora francesa Florence Delay (derecha) y Joana Bonet, directora de Fashion¬Arts Magazine (La Vanguardia y Prensa Ibérica), que moderó la mesa Nómadas.
Andrés Rábago, El Roto, fue uno de los ponentes en la sesión dominical de Ambulantes. En una intervención inolvidable llena de humor, ironía y pensamiento, El Roto habló del libro El París de Kiki. Artistas y amantes 1900-1930, de Billy Klüver y Julie Billy.
Las Conversaciones de Formentor terminaron este domingo hacia las dos de la tarde. En la imagen los asistentes en uno de los intermedios de las conferencias en los jardines del Hotel Formentor. En la clausura Manguel habló de Veinte mil leguas de viaje submarino, de Julio Verne. Manguel se ha unido a los siguientes escritores que han ganado este premio: Carlos Fuentes, Juan Goytisolo, Javier Marías, Enrique Vila-Matas, Ricardo Piglia y Roberto Calasso.
Este año quedará en la memoria,sobre todo, por el discurso de Alberto Manguel, magistral y conmovedor, que en uno de sus pasajes dice: «Eliminó los dos más grandes obstáculos a los cuales todo ser humano se enfrenta, el tiempo y el espacio, y nos legó a nosotros una extensión casi ilimitada del poder de la memoria. La invención de la escritura nos concedió una suerte de modesta inmortalidad».
La escritora chilena Alia Trabucco durante la grabación de una serie de vídeos de WMagazín en la cual varios autores dijeron a qué escritor le darían ellos el Premio Nobel de Literatura y por qué. Una pregunta en la cual se autorretratan literariamente. Este especial lo publicaremos el 9 de octubre, tres días antes de que la Academia Sueca anuncie el ganador del Nobel 2017.
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