Ramón Andrés (Pamplona, 1956) autor de ‘Despacio el mundo (Acantilado). /Foto de Pere Tordera – cortesía de Ramón Andrés

Ramón Andrés: “La pérdida del humanismo es una puerta abierta a la ignorancia”

El filósofo, poeta y musicólogo español publica 'Despacio el mundo', una especie de llamado a la rebelión contra este sistema acelerado que tiende a la deshumanización. Lo hace a través de piezas literarias de 52 pinturas protagonizadas por músicos en el momento de afinar sus instrumentos. En esta entrevista explica por qué es importante afinar todo en la vida y reivindica la mística y la búsqueda de la excelencia

Ramón Andrés llama a la rebelión contra este mundo con sus diferentes poderes que distorsionan la vida y la forma de relacionarnos con nosotros mismos y con el resto de seres que habitan el planeta. Y el filósofo, poeta y ensayista toca a rebato de la manera más sencilla, sabia, honda y hermosa posible: a través de las tres artes que descubre primero el ser humano donde refleja la belleza y el misterio de la existencia: la música y la pintura. La música representada en 52 cuadros protagonizados por personas que afinan instrumentos musicales de cuya observación surge el tercer arte: el relato, las historias, la literatura como narración de la vida en su abanico: de lo descriptivo y figurativo a la metáfora y demás figuras con las que él ha creado esta obra: Despacio el mundo (Acantilado).

Pocas veces un libro refleja o representa tanto a su autor como este Despacio el mundo, de Ramón Andrés (Pamplona, España, 1955). La comunión de música y pintura de una manera tan erudita y lírica. Y con líneas variadas de diálogo hacia el presente personal y colectivo. Pero no son cuadros de todos los tiempos, sino creados entre los siglos XV y XVIII, días del Renacimiento, el Barroco y el Rococó, umbral de los grandes cambios para la humanidad que han moldeado nuestro presente.

Es su nuevo gran ensayo tras Filosofía y consuelo de la música (Acantilado) donde, a través de la historia de la música, entabla un diálogo con la historia cultural y del pensamiento. “Una biografía de la vida humana desde la esquina de la música, desde el lugar que más conecta a las personas con su propio ser, con los demás y con la existencia misma. Un desandar por el mundo, sus épocas y el devenir a través de la música y cómo ha modelado al ser humano”, escribí en la entrevista que le hice por esta obra, en 2020, que resultó ganadora, en España, del Premio Nacional de Ensayo 2021.

Ramón Andrés es académico de la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi y de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Y director de los Encuentros de Pamplona. El poeta y musicólogo conversa sobre este libro, que se puede leer en cualquier orden, como postales de vida, a través de correo electrónico:

 

Winston Manrique Sabogal. El libro es un elogio y celebración de las vísperas, de lo importante que es detenerse concienzudamente en la preparación de las tareas o del propio placer, en el afinar cualquier cosa para embellecer el acto mismo y la vida.

Ramón Andrés. Es cierto, es una metáfora que nos remite al origen, al paso del caos al cosmos. Es una invitación, también, a la reflexión, a la lentitud, a vivir de acuerdo con una existencia no asaltada por la precipitación, y de este modo pensar las cosas con el tiempo que merecen. Es una refutación hecha a este mundo acelerado, que ni siquiera sabe qué busca alcanzar.

Ramón Andrés es autor de libros como ‘Filosofia y consuelo de la música’. / Foto cortesía del autor

Despacio el mundo es una doble invitación: a la citada rebelión contra la rueda de las prisas del mundo con su estridencia y a la vuelta a las humanidades, en la visión, práctica y enseñanza, al reencuentro con la afinación en busca de la excelencia y la mística, dos asuntos que parecen olvidarse cada vez más.

 

W. Manrique Sabogal. ¿Qué hacer ante el desdén por la enseñanza de las humanidades?

Ramón Andrés. El paulatino abandono de las humanidades en la enseñanza sólo puede generar una sociedad sin imaginación y, por lo tanto, fácil de dominar, fácil de engañar. La pérdida del humanismo es una puerta abierta a la ignorancia. Además, ¿a quién interesa esta dicotomía entre ciencia y humanismo? Al poder. Se trata de un falso dilema, porque desde sus comienzos el humanismo abrazó la ciencia, la filosofía, el arte, la literatura, sin distinciones. Todas las disciplinas servían para explicar lo humano, desde las matemáticas a un tratado de retórica.

W. Manrique Sabogal. ¿Qué hacer ante la colonización del utilitarismo en todo?

Ramón Andrés. Que todos nuestros actos obedezcan a un fin productivo es una condena de Occidente, indica una mentalidad que desconoce los caminos del azar, que son los creativos y no tienen siempre una finalidad tangible. Ante esto sólo queda la rebeldía de hacerse con un espacio aparte del mercantilismo, y ese espacio es la vida interior, la lectura reposada, la música, el arte, el placer de pasear, de una conversación amable y, por qué no, de dar margen al espíritu.

 

Despacio el mundo condensa a través de esas pinturas y el relato que crea Ramón Andrés de las vidas de los pintores, su época y lo escenificado en todos los tiempos. Recuerda que venimos del sonido y de la luz o la imagen, o de la imagen y del sonido.

 

W. Manrique Sabogal. El sonido que vibra en nuestro interior. Movimiento que es Tiempo.

Ramón Andrés. Sin duda somos un cuerpo por el que pasan vibraciones, y también nuestro cuerpo las emite. Los antiguos griegos estaban persuadidos de ello. El gesto espontáneo espoleado por la música, la danza, que es una manera de vibrar, el grito, el canto, son tan antiguos que sólo hacen que afirmar ―confirmar― que el ser humano es musical. Y venimos del sonido porque el principio físico del mundo comportó un sonido, que fue anterior al Verbo.

W. Manrique Sabogal. Nos recuerda que somos sonido, música. ¿La música lo toca todo?

Ramón Andrés. Cuando hablamos de nuestro mundo interior parece que estemos haciendo referencia a un espacio arquitectónico que albergamos en nosotros. En él resuena nuestro pensamiento, nuestra manera de sentir. Y ese resonar de las cosas, de los pensamientos, del sonido exterior, nos explica como una gran vibración, como un principio acústico que vibra desde la mente

W. Manrique Sabogal. ¿La música nos habla, nos cuenta, nos pregunta, nos responde o responde poco?

Ramón Andrés. Yo creo que la música es muy elocuente, es el arte más inmediato, el que tiene mayor capacidad de rápida transformación en nosotros. Dialoga con nuestro pensamiento, nos acorrala en la nostalgia, de pronto nos infunde alegría, nos lleva por donde quiere, y eso significa que es poderosa. No en vano existe la curación a través de la música. Los egipcios y los griegos la usaban para sus sanaciones. La musicoterapia es antiquísima.

W. Manrique Sabogal.  “La música es un ahora detenido”, escribe.

Ramón Andrés. La filósofa Jeanne Hersch decía que una obra musical es una eternidad en miniatura, y es así. Un tiempo detenido dentro del tiempo.

El filósofo, poeta y musicólogo Ramón Andrés, autor de ‘Despacio el mundo’. /Foto cortesía del autor

En estas páginas el filósofo se funde con el musicólogo, el poeta y el artista que en estos cuadros literarios deja pensamientos, ideas y reflexiones que interpelan al lector. Sus palabras se salen del cuadro analizado y abordan diversos ámbitos de la vida y del presente. Y toca a rebato.

 

W. Manrique Sabogal. Es una “Impugnación ante quienes nos utilizan como combustible”, escribe.

Ramón Andrés. Nos han tomado por máquinas que funcionamos dentro de la gran máquina que es este mundo mecanizado. No salimos de los conceptos mecanicistas, estamos apresados en ellos. Y sí, somos combustible (contaminante) para que gire el engranaje de un mundo concebido ya como producto, quiero decir, como mercancía.

W. Manrique Sabogal. “El ayer es, sobre todo, cosas del ahora”.

Ramón Andrés. Nunca debemos olvidar que somos pasado, venimos de él, guardamos la herencia genética de miles de años. Somos memoria, está en la cultura, en los usos, en el modo en que hemos construido todo. Lo nuevo, lo que creemos radicalmente nuevo, siempre tiene un precedente, aunque no lo intuyamos como personas de un mundo amnésico y, sobre todo, soberbio.

W. Manrique Sabogal.  «Buscamos ahora, en los gestos, la pausa de una realidad que se disipa hacia su propio vacío”.

Ramón Andrés. La observación de los gestos en la pintura, pero también en el mundo real, revela un antiguo saber. Los gestos propios de oficios que se han perdido, los gestos que acompañaban ciertas expresiones habladas que también han desaparecido. Cada sociedad gesticula de un modo. Los gestos nuevos responden a una nueva forma de expresar el mundo contemporáneo, que no por actual es nuevo. Después del gesto está el silencio y el camino hacia el vacío, que es voluntario.

W. Manrique Sabogal. “Lo inmóvil lo dice todo de nuestros deseos de ser”.

Ramón Andrés. En algunos textos fundamentales de la filosofía, la inmovilidad se asocia a la aparición del Ser, la propicia. Es, también, uno de los fundamentos de la mística, tanto de Oriente como de Occidente. Detener el movimiento, convertirlo en quietud, es posibilitar una realidad, facilitar su contemplación.

W. Manrique Sabogal. “Lo postrero lo hacemos propio, pero desconfiamos de una nueva jornada”, dice en algún momento.

Ramón Andrés. Esa desconfianza procede del temor, de la incertidumbre que nos hace humanos. Empezar el día y no saber cómo terminará, no poder asegurar de verdad que volveremos a acostarnos en nuestra cama cuando llegue la noche, nos humaniza.

Las pulsaciones de la vida están en Despacio el mundo. Del adentro hacia afuera y del exterior hacia lo personal, de ideas macro a los anhelos más humanos donde se percibe el temblor del amor.

 

W. Manrique Sabogal. No hay creación sin eros, escribe, y en este libro laten los sentimientos, el amor, está en todo el libro, como en la vida.

Ramón Andrés. Eros es la fuerza de la creación, es el fuego en el horno del mundo. Cupido tiene una raíz indoeuropea que significa “hervor”, “hirviente”. Es lo que impulsa a crear, no importa si se trata de un cuadro o de una composición musical, si es un poema o un tratado. Hay un eros en todo cuanto se hace de verdad, una implicación “física” que también existe en la escritura o en el hecho de pintar. Los neoplatónicos lo sabían, y de ellos hemos aprendido mucho del amor, no sólo sexual, sino también de su significado como creación.

W. Manrique Sabogal. En un mundo del imperio del Yo y del individualismo, nos recuerda la humildad respecto a lo que creemos auténtico: “Lo que creemos genuino es una ilusión. Lo puro, una nostalgia de alguien impuro”, escribe.

Ramón Andrés. La humildad es el fundamento para situarse en la realidad, impide el espejismo en el que incurre ese Yo saturado de sí mismo, que emplea todo su esfuerzo en construir una identidad. La humildad enseña lo relativo de las cosas y lo relativo de nuestros argumentos. Y, sobre todo, lo relativo de uno mismo, claro. Como somos herederos de los griegos, aceptamos que hay una causa primera, y por lo tanto nos apegamos a la idea de que nosotros somos consecuencia o fruto de esa causa originaria. Y, en cambio, hay que aceptar humildemente que somos fortuitos, que no obedecemos al plan universal de una causa primera, sino que somos siempre advenedizos y que nada tenemos que no nos haya sido dado.

W. Manrique Sabogal. “Las personas, las cosas lo son por el tiempo que les dedicamos”, escribe.

Ramón Andrés. El prójimo lo es en verdad si no lo pensamos como una abstracción. Mirar a los ojos “del otro”, dialogar, dar tiempo a lo que una persona necesita, hace que le demos un mayor sentido. También al mirar un objeto, si lo hacemos con la rapidez que se acostumbra en los grandes almacenes, nunca llegaremos a pensarlo del todo, nunca repararemos en quién lo hizo, en cómo ha llegado hasta ahí, quién lo ha traído. Detrás de cada objeto hay una mano que lo ha depositado.

W. Manrique Sabogal. El libro no solo recuerda la música como armonía, sino, también, como un gran medio para relacionarnos, crear amistades o buscar amores. Y aquí me viene a la cabeza el desarrollo de la inteligencia artificial en las diferentes expresiones artísticas, pero ¿y su poder para crear amistad, afectos tan propios del ser humano? ¿Cómo ve la amistad en los tiempos de hoy, de un mundo dual, analógico y digital, sus derroteros, quiero decir? ¿Es una quimera?

Ramon Andrés. La amistad es un don, algo que se recibe o que damos cuando ofrecemos lo mejor de nosotros. Es probable que hoy la amistad corra el mismo destino de las relaciones humanas, a menudo poco auténticas y un tanto superficiales, porque forman parte de una idea de comercio y consumo que las redes sociales han ayudado a crear.

W. Manrique Sabogal. ¿Cuál es el instrumento o la música que mejor sonaría o acompañaría a este cuadro que es el mundo de hoy?

Ramón Andrés. Pienso en obras de György Ligeti, por ejemplo en Ramifications, en el Requiem, en Continuum.

 

Shhh… Escuchemos al compositor de origen húngaro como banda sonora de nuestros días con su nebulosa de sonidos polifónicos y, a veces, con un enjambre de sonidos y ritmos que conducen a estadios inquietantes.

Especiales de WMagazín 2024


Los 10 mejores libros españoles del siglo XXI
, según librerías independientes.

Los 50 mejores libros del año 2024 de WMagazín,por géneros literarios.

El autor/a del año 2024:Alfredo Garzón y Verónica Ochoa por Garzón, el duelo imposible.

Los hallazgos literarios del año elegidos por periodistas culturales de España y América Latina.

Los 10 artículos más leídos de WMagazín en 2024.

Las mejores portadas de libros de 2024, para WMagazín.

Los mejores libros para niños y jóvenes del año 2024.

***

Suscríbete gratis a la Newsletter de WMagazín en este enlace.

Te invitamos a ser mecenas de WMagazín y apoyar el periodismo cultural de calidad e independiente, es muy fácil, las indicaciones las puedes ver en este enlace.

Winston Manrique Sabogal

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Apoya a WMagazín como mecenas cultural Apoya a WMagazín como mecenas cultural Apoya a WMagazín como mecenas cultural Apoya a WMagazín como mecenas cultural Apoya a WMagazín como mecenas cultural Suscríbete a nuestra newsletter · Suscríbete a nuestra newsletter · Suscríbete a nuestra newsletter · Suscríbete a nuestra newsletter · Suscríbete a nuestra newsletter · Suscríbete a nuestra newsletter ·