Entre el ruido de martillazos metálicos aquí y allá, del zumbido de las máquinas elevadoras de palés, de los golpes secos de cajas pesadas sobre el pavimento, de voces pidiendo «pásame ese libro», «esos libros no van ahí» o «pongamos estos mejor aquí» entró Eva Orúe, con sus zapatillas blancas, hacia las ocho de la mañana, por el Paseo de Coches del Parque del Buen Retiro, hasta llegar a la caseta de la 81ª Feria del Libro de Madrid, donde está su despacho como directora de la cita editorial más importante de España. Es el jueves 26 de mayo de 2022, víspera de la inauguración de la Feria. El día de afinar detalles para que todo marche de la mejor manera posible durante los siguientes 17 días, hasta el domingo 12 junio.

La expectación es máxima: es el regreso de la Feria a la presencialidad total después de una virtual en 2020 y otra a medias en 2021 por la pandemia covid-19. Las ventas de la Feria representan para los libreros un porcentaje alto en la facturación de todo el año, entre el 10% y el 15%, o más en algunos casos.

Ya todo esta listo. Solo falta esperar. Es como esos días de tregua de una gran tormenta, con una añadido: es la primera Feria de Eva Orúe como su directora, la primera mujer al frente de ese cargo en 81 ediciones. Una misión que tuvo que organizar en menos de cinco meses desde que la Asociación de Empresarios y Empresarias del Comercio del Libro de Madrid la nombrara, a finales del año pasado, hasta 2024. Lo que hizo, será. Ya hay poco margen para cambios.

Y su debut será el día en que cumple 60 años. Y el regalo lo da ella a los madrileños. El de una lectora, una periodista, una gestora cultural y una persona que sabe moverse entre micrófonos por su experiencia en la radio.

Eva Orúe se ve tranquila. Se mueve rápido, sin dar la sensación de agobio. Se le ve contenta. La Feria ocupa la misma extensión de los últimos años: más de un kilómetro, pero con más casetas: 378, más 400 expositores, 300 actividades, más de cinco mil sesiones de firmas de libros con un millar de escritores.

Es la gran vuelta a este parque ya como Patrimonio Mundial de la Unesco, desde el verano de 2021, al formar parte del proyecto Paisaje de la luz integrado por el eje Paseo del Prado-Recoletos-Parque del Retiro. Aquí está desde 1967, antes estuvo en el Paseo de Recoletos.

Bajo el cielo azul madrileño de esa luz amada por pintores y fotógrafos, Eva Orúe atiende a las nueve de la mañana a una periodista de Telemadrid. Las casetas todavía están cerradas, solo unas pocas han abierto para terminar de prepararse para la gran inauguración este viernes 27 de mayo, a las once la mañana, que hará la Reina Letizia.

Este año la caseta de la organización está cubierta por uno de esos colores del cielo de Madrid y escenas de lectores cerca de una estación del metro. Se cumplen 25 años del Proyecto Libros a la Calle que se han unido a la feria. Otros nuevos amigos son Caixabank, que ha sustituido como patrocinador principal a Bankia, y se han sumado Iberia y Renfe, cuenta la directora.

Eva Orúe entra en la caseta para enseñar otra novedad: el set desde donde la Feria contará su día a día a los seguidores de Tik Tok. El bestiario, se llama este espacio, en referencia a la Casa Fieras, o pequeño zoológico que antes estaba allí en el parque, a dos minutos andando de allí.

Un agente de policía con una carpeta en las manos espera junto a la puerta de la caseta. Ella lo invita a seguir a su despacho de unos doce metros cuadrados con un escritorio al fondo. Sobre la mesa una tazas blancas y otros elementos de comercialización con el logo y cartel de la feria. Se reúnen para cerrar las conversaciones sobre las medidas de seguridad y control de la Feria que en su último año normal, 2019, recibió 2.300.000 personas, según los cálculos oficiales. Los acompaña Pablo Bonet, secretario de la Feria.

Antes de las diez de la mañana termina la reunión. Eva Orúe pasa a la oficina de prensa donde se reúne con María José Acuña, responsable de Comunicación de la Feria, Sara Gutiérrez, Blanca Casanova y Adrián Diñeiro que contarán todo lo que allí suceda en 17 días.

Fuera, un representante de la Casa Real, espera a la directora. Lleva caminando por la feria más o menos una hora. Eva Orúe lo saluda y avanzan por el Paseo de Coches mientras ella le indica y acuerdan la ruta que hará la Reina Letizia al día siguiente en la inauguración. Paran en las casetas donde la Reina se detendrá en su recorrido, como es habitual. Allí charlará con los libreros o editores, comprará algunos libros, otros se los obsequiarán. Estará rodeada de una nube de periodistas que, además de preguntarle por libros y cultura, aprovecharán, seguro, para preguntarle por la visita polémica del Rey Emérito, Juan Carlos I, su suegro, el fin de semana pasado procedente desde Abu Dabi donde vive desde hace dos años.

La reunión con el representante de la Casa Real termina. Eva Orúe apura el paso rumbo a la Biblioteca Eugenio Trías, a menos de cien metros de la caseta de la organización. La esperan los colegas directores de una quincena de ferias del libro de España. Se reúnen por primera vez para intercambiar experiencias e ideas sobre cómo mejorar estas fiestas del libro, y para tratar de acordar la manera de unirse y tener una sola voz ante el Ministerio de Cultura y poder expresar sus necesidades.

Enrique Pascual, librero y editor de Marcial Pons, abre el encuentro. Celebra esta buena iniciativa que busca sumar fuerzas ante el Gobierno y demás instituciones y compartir mejoras. Hablan los directores o representantes de las ferias de Galicia, Valladolid, Soria, Gijón, Cantabria, León, Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife, Málaga, Sevilla, Granada, Murcia, Valencia… y de Sant Jordi, que aunque no es feria como tal sí realiza una grandísima actividad cada 23 de abril.

El periplo oral por las ferias de España empieza. Tres horas después se han visto modelos distintos tanto en estructuras como subvenciones, la manera como abordan situaciones comunes tipo firmas de libros, programaciones culturales, vínculos con otros sectores… Acuerdan que buscarán la manera de unirse. Mientras tanto, la directora de la Feria de Las Palmas de Gran Canaria ofrece hacer allí el próximo encuentro dentro de un año.

A las dos de la tarde pasadas termina el encuentro. Camino de la comida pasean por la Feria, a esa hora, amurallada de casetas blancas con las persianas echadas, sin ruidos de martillos ni golpes de penúltimo minuto. Solo las voces de los directores de ferias y el rugido suave del viento entre las ramas. Esos serán los dos sonidos que prevalecerán durante los siguientes 17 días porque la megafonía que anunciaba las actividades y las firmas de libros de manera incesante ya no estará para reducir la contaminación auditiva.

Será solo el murmullo de visitantes y lectores abriéndose paso entre el viento entre las ramas y los pájaros. La mejor invitación para hacer realidad el lema de este año: Hojea el mundo.

• Los libros de la Feria del Libro de Madrid los puedes consultar en Todostuslibros.com

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