Cien escritores y artistas hacen graffitis literarios contra la era Trump (y 2)
Ana Juan, Gioconda Belli, Marta Sanz, José Luis Pardo, Diamela Eltit, Santiago Roncagliolo y José María Merino son algunos de los autores que hicieron de grafiteros en WMagazín para expresar su malestar por las políticas de inmigracion del presidente de EE UU durante su primer año
A los Estados, o a cualquiera de ellos, o a cualquier ciudad de los Estados, Resistid mucho, obedeced poco.
Si no cuestiona ya la obediencia, si ha sido completamente esclavizada,
si ha sido completamente esclavizada, ninguna nación, estado o ciudad de esta tierra recobrará jamás la libertad”.
Walt Whitman
Un año después de que WMagazín iniciara la acción Graffitis literarios contra el muro de Trump cien escritores, profesionales del mundo del libro y artistas de España y el continente americano han participado en este proyecto. Cada uno de ellos se convirtio en grafitero por un momento para expresar su inconformidad, indignación o cualquier sentimiento o pensamiento que le produjera la política del presidente de Estados Unidos. Todo ello lo plasmaron en una hoja en blanco con palabras, frases y dibujos y crearon un graffiti que pondrían en ese hipotético muro anunciado por Donald Trump en la frotnera con México, símbolo de la nueva era política abierta por Estados Unidos.
La acción Graffitis literarios empezó en el blog winstonmanriquesabogal.com, el proyecto beta de WMagazin.com, en el mes de enero, recién posesionado Trump. Entonces se publicaron 80 graffitis. Ayer esta revista publicó veinte más, para completar los cien. En la priemra entrega hay graffitis de escritores como Enrique Vila-Matas, Sara Mesa, Andrés Neuman o Marcos Giralt Torrente. Este segudna entrega recupera los primeros 80 graffitis en una escenificación nueva
Aunque Donald Trump se posesionó el 20 de enero de 2017, todo empezó la madrugada del 10 de noviembre de 2016 cuando se confirmó su elección. A partir de aquel día Trump despertó en la comunidad internacional todo tipo de indignaciones e inquietudes. Sobre todo por que en los días de su posesión, el presidente firmó uno de los documentos más criticados en Latinoamérica y Europa: la continuación de la construcción del muro en la frontera con México, y que, aseguró el presidente, los mexicanos lo pagarían.
Sin más, los dejo con la galería exclusiva de WMagazín en la cual cien escritores, profesionales del mundo del libro y artistas de España y el continente americano se convirtieron en graffiteros por un momento:
Todo empezó la noche del 26 de enero en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles, de Madrid. Allí coincidieron mexicanos, españoles y latinoamericanos. El motivo de esa reunión era celebrar la participación de Madrid como región invitada en la 31ª Feria Internacional del Libro de Guadalajara, México (FIL), que se realizaró del 25 de noviembre al 3 de diciembre de 2017. Raúl Padilla, presidente de la FIL, y presente en el acto, tras las palabras oficiales dejó salir al artista grafitero que lleva dentro para gritar esto en la siguiente hoja:
Allí, bajo ese techo de cristal del Ayuntamiento de Madrid, todos crearon sus grafitis: de pie, sentados o apoyados sobre unas mesas altas decoradas con esas preciosas y estilizadas Gerberas, que no son otras que margaritas africanas. Gerberas amarillas puestas en pequeños floreros, siempre en parejas, nunca solas. A estos autores se unirán por el ciberespacio otros a ambos lados del Atlántico aprovechando que Internet no tiene fronteras. Todos sueñan, buscan, con sus grafitis literarios ayudar a que no se construya ese muro de la involución que no es solo contra los mexicanos.
Como recuerda el escritor venezolano Juan Carlos Chirinos, al incorporar a Jorge Luis Borges en su grafiti:
Estos autores-grafiteros solo cuentan con la palabra. Quieren hacer realidad el poema de Gabriel Celaya: La poesía es un arma cargada de futuro. Lo expresa muybien Esther Bendahan, directora del Instituto de Estudios Judíos, del Centro Sefarad Israel y autora de obras como Déjalo, ya volveremos (Seix Barral) y de Amor y ley. El tratado del alma gemela (Ediciones del Viento):
Poesía sobre todo en momentos como este donde todos los logros alcanzados amenazan con resquebrajarse. Y, en parte, porque, como decía Albert Einstein, “El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampión de la humanidad”. Cabe aquí la solución de cuarentena propuesta por Juan Casamayor, editor de Páginas de Espuma:
La gente del mundo del libro, la creación y la cultura aboga por esa vacuna contra los nacionalismos emponzoñados a través de las palabras, de la literatura, de la lectura. La escritora española Marta Sanz, autora de Farándula (Anagrama), es clara y contundente:
Ante esa amenaza de pérdida de derechos, Manuel Gil, presidente de la Feria del Libro de Madrid, ofrece una gran alternativa:
Como el puente que ha tendido Marisol Schulz, directora de la FIL, al proponer este año a Madrid como invitada especial a la feria Mexicana. Por eso Schulz exclama con su vena grafitera:
Porque hoy es México, la directora de la FIL lanzó, el 25 de enero, un tweet que decía : “Pancho Villa ¿dónde estás?”. En esa línea está el grafiti de Basilio Baltazar, director de la Fundación Santillana y autor de Pastorial iraquí (Alfaguara) donde invoca, entre luces y sombras, lo siguiente:
Pero la verdad es que todos saben que detrás del mensaje de Donald Trump a México está América Latina, el mundo hispanohablante, los inmigrantes todos, todos los demás pueblos y culturas. Lo recuerda Jeannette L. Clariond, poeta, traductora y editora de Vaso Roto:
En esa vigilancia que pide Jeannete L. Clariond está el desvelar la hipocresía de los muros a la que hace referencia tanta gente. En el caso mexicano el sentir de mucha gente, su primer impulso, es el recogido por el periodista y escritor Jorge F. Hernández:
Y para que no quede ninguna duda de que si un día Trump viera algo de estos Grafitis literarios, el filósofo español José Luis Pardo, autor de Estudios del malestar. Políticas de autenticidad en las sociedades contemporáneas (Anagrama), ha elegido el color rojo para escribir su grafiti en el idioma del presidente de Estados Unidos y dirigirse a él directamente:
Sus grafitis dan cuenta de la gravedad de la situación porque no solo afecta a México, sino que la sombra de esta política se extiende sobre toda latinoamérica y el resto de inmigrantes del mundo, y deja al descubierto otras cuestiones delicadas como el racismo, como señala el escritor venezolano Juan Carlos Méndez Guédez (La noche y yo, Páginas de Espuma, y El baile de Madame Kalalú, Siruela) cuando afirma:
Un desenmascaramiento que detecta y denuncia la ilustradora colombiana Nani, Adriana Mosquera, que convierte a su famoso personaje, Magola, en grafitera:
…y Magola aclara que en su país Trompa es darse un golpe contra el suelo. Ante esa situación, Fernando Valverde, librero y secretario del Gremio de Libreros de Madrid y de la Feria del Libro de Madrid, lanza su consigna:
Más tarde o más temprano se derriban. La tragedia de un muro es tal que Ana Gavín, de la Fundación José Manuel Lara, recuerda la Divina comedia, de Dante Alighieri:
A ese grito se une la autora y traductora española y crítica literaria Mercedes Monmany que envía un recordatorio:
Una de esas grietas las crean las artes, la literatura. Luis Rafael, autor cubano y editor de Verbum recurre a ello para lanzar su grafiti esperanzador:
Ante ese sueño y desafío, el escritor mexicano Pablo Raphael, autor de Clipperton (Literatura Random House) y director del Instituto de México en España, invita a sobrepasar el muro con una invocación:
.
Porque, como afirma el narrador peruano Santiago Roncagliolo (autor de La noche de los alfileres, Alfaguara), los muros de esta naturaleza son un boomerang:
Y ese encierro no trae buenas noticias para quien lo construye. La española Marina Perezagua, autora de Don Quijote de Manhattan (Los libros del lince) no lo puede expresar más claro:
Una construcción cuya sola idea, descoloca, como lo expresa en solo tres palabras que dan en la diana la agente literaria Claudia Bernaldo de Quirós:
No se sabe si se continuará lo que empezó Bill Clinto. Pero el nuevo jefe de obra está empeñado en ello, aunque no se sabe a qué juega exactamente como lo muestra en plena acción el escritor y editor argentino Diego Fonseca, autor de libros como Hacer la América (Tusquets):
La verdad es que más tarde o más temprano la realidad se impondrá, como lo recuerda el economista, catedrático y escritor Luis Perdices de Blas, autor de obras como Historia del pensamiento económico, en un juego de palabras:
Así es que mientras el presidente de Estados Unidos firma órdenes para que se peguen ladrillos, el bloguero de Moleskine Literario y autor peruano Iván Thays le grita desde aquí:
La frase de ese gratifi de Thays la tiene clara la poeta y narradora venezolana Lena Yau (autora de Hormigas en la lengua) porque según ella:
Y esas voces son muchas y fuertes, procedentes de todas partes como lo ha demostrado la historia escrita en los libros y recordada aquí por la poeta y novelista nicaragüense Gioconda Belli (El intenso calor de la Luna):
Y a puro sonido mexicano de mariachis abriendo el paso. Es entonces cuando la escritora boliviana Giovanna Rivero (Para comerte mejor) se atreve a soñar:
Otro sueño del mismo lugar de los sueños de Giovanna Rivero lo comparte la periodista y escritora española Pepa Roma, porque la vida se abre paso:
La esperanza de todos estos escritores y autores que han sacado su vena grafitera es que nada detendrá a la gente en esta tarea de integración, sobre todo si es como dice la editora de Seix Barral, Elena Ramírez “Juntos permaneceremos, divididos caeremos”:
Trump, un hombre que se benefició del sistema económico y global patrocinado por su país y que ahora, en apariencia, quiere rehacer. Lo expresa muy bien el ilustrador y músico ecuatorinao Roger Ycaza con todas las interpretaciones que queramos:
Trump con una cabeza hecha de piedras, Trump cuadriculado, Trump con un copete-melena que forma la inicial de Wall, Trump que poda esa melena mostruosa que parece atacarle por detrás, Trump que avanza hacia su propio precipicio… Pero mientras eso sucede, el escritor y académico de la lengua española José María Merino (Músa décima, Alfaguara) dice lo que pasa:
Ese muro es el emblema de su política aislacionista que solo lleva, como escribe el poeta cubano Víctor Rodríguez Núñez (Premio Loewe por despegue, Visor), a esto:
Eso lo sabe este poeta cubano muy bien. Y lo confirma el historiador y escritor español Julián Casanova que resume la política estadounidense en estos términos:
Tres palabras que despiertan errores abisales del siglo XX y que pueden ser un boomerang para Trump. Es como lo vislumbra el autor de Historia oficial del amor (Alfaguara), el colombiano Ricardo Silva Romero:
Populista impopular o no, lo cierto es que la construcción de ese muro en la frontera mexicana tiene un mensaje y unas consecuencias claras para la novelista de América Alucinada (Tusquets), la argentina Betina González:
Sí, Betina, ese muro nos dice que “es un arma de destrucción masiva”. Inhumano, como todos los muros, y contra la naturaleza del ser humano recordada por la narradora peruana Claudia Salazar Jiménez:
Ante esa realidad que trata de imponer Trump, ante el rechazo y desdén que demuestra al resto del mundo, el narrador y poeta español José Ovejero da la vuelta a esa política y exclama:
Ironía, indignación, alarma y desconcierto ante quien no quiere ver la realidad y quiere reescribirla. Por eso se la recuerda el autor colombianoVíctor Javier Solano, periodista y uno de los presentadores de Univisión, la cadena de televisión más vista en estados Unidos:
Solano dice que no habrá muro que valga. Aunque sea como propone la cuentista argentina Ana María Shua:
Muchas veces los ciudadanos tenemos que hacer frente al silencio, la autocensura, la indiferencia o la resignación. La ilustradora y escritora Ana Juan (Trilogía del Mar del Norte, Edelvives) lo expresa de manera magistral en esta obra:
Sí, querida, Ana Juan, cuanta razón tienes. Así lo ha demostrado la historia. Por esos silencios los seres humanos hemos pasado tantas cosas inolvidables en tantas partes inolvidables. Para ayudar a romper nuestro propio muro es esta iniciativa #Grafitiscontra Trumpo en la que 40 escritores y profesionales del mundo del libro y la cultura ya han expresado en grafitis su alarma y descontento. La autora argentina Irene Chikiar Bauer (Virginia Woolf. La vida por escrito, Taurus) lo resume muy bien con estas palabras:
Igual de clara es otra escritora argentina: Reina Roffé (Lorca en Buenos Aires, Fórcola). Ella con su grafiti grita lo siguiente:
No en vano, el escritor y periodista peruano Renato Cisneros (La distancia que nos separa) trata de resumir ese amasijo de sentimiento en un todo del propio muro cuando escribe:
Una manera eficaz de rechazar y denunciar lo expuesto es lo poclamado por la narradora ecuatoriana Gabriela Alemán (Humo, Random House):
Porque hablar y expresar de manera contundente las opiniones es el principio, en todos los sentidos, para detener injusticias, persecuciones y retrocesos. Uno de ellos lo denuncia otra escritora ecuatoriana: María Fernanda Ampuero (Permiso de residencia) al afirmar:
Nadie duda de que las mujeres son maltratadas por Trump. Por eso el narrador y poeta español Ernesto Pérez Zúñiga (No cantaremos en tierra de extraños, Galaxia Gutenberg) se une a esa causa de las mujeres para expresar el sentir de ellas en la calle y en su corazón:
La escritora chilena Diamela Eltit (Fuerzas especiales, Periférica) lleva este mensaje hasta otros conflictos con muros y obstáculos puestos alrededor del mundo: Gaza…
A pesar de todo, nace la esperanza, la fuerza de la imaginación recordada en estas palabras de la autora puertorriqueña, y directora del Festival de la Palabra, Mayra Santos-Febres:
Nunca hay que olvidar eso, Mayra, porque, al fin y al cabo, como asegura el español Carlos Zanón (Marley estaba muerto, RBA):
Romper, atravesar, cruzar, echar abajo, saltar… Y sobre todo aquello que ayude a advertir o clausurar un muro.El siguiente grafiti hace una interpretación sobre la verdadera razón del presidente de Estados Unidos, el racismo y los prejucios. La autora argentina Gaby Cabezón Cámara no lo duda:
A partir de esta advertencia, Ku klux Trump, los mensajes grafiteros para echar abajo ese muro que simboliza retrocesos son variados. Para empezar está el de la salvadoreña Vanessa Núñez sobre un reclamo histórico:
Tras ese doble juego en el que Núñez recuerda la apropiación de la palabra América como gentilicio de Estados Unidos a la vez que la reclama como nombre de todo el continente, el autor argentino Gastón García Marinozzi (Viaje al fin de la memoria, Tusquets) hizo su muro a partir de un texto anónimo que vio y fotografió para compartirlo con nosotros:
Porque los muros están hechos de vergüenzas que el compositor y cantante mexicano Edgar Ocerinsky se encarga de gritar aquí:
El músico español Enrique Fernández Pastor se encarga de recordar que el nombre que estos muros reciben en su país, con todas las connotaciones históricas y criminales que representa:
Ante esa realidad, la autora española Sonia Aldama reclama una actitud más activa por parte de todos:
Como si hubiera visto este grafiti, el colombiano Andrés Mauricio Muñoz propone:
Y el uso de esos ladrillos ya lo tiene resuelto el escritor, dibujante y arquitecto argentino Gustavo Nielsen:
Siempre queda la opción propuesta por el escritor español Kirmen Uribe (La hora de despertarnos, Seix Barral) que desde su País Vasco nos da una lección de solidaridad y afecto:
Aunque como dice el narrador mexicano Antonio Ortuño (Agua corriente, Tusquets), en un mensaje para que no duerma Donald Trump:
En la misma línea del convencimiento de Antonio Ortuño está la argentina Claudia Aboaf (El rey del agua, Alfaguara) con otro reto:
Al calor humano propuesto por Kirmen Uribe y la convicción de Antonio Ortuño y Claudia Aboaf para combatir y derrotar el muro, se suma la propuesta literaria de Consuelo Álvarez, experta en la obra de Ovidio y catedrática de la Universidad de Murcia, que invoca la fuerza de las palabras:
Todo eso bajo el grito de “Iluyama” que crea el artistay escritor ecuatoguineano Edjanga Divendu Jones Ndjoli (Heredarás la tierra) que, cuenta, “podría traducirse como respeto, entre iguales, para vivir y convivir, a veces incluso como libertad en lengua a Ndowe-kombe. Rojo, azul de la bandera, gritó que rompe el muro….”.
Ese grito que pide Edjanga lo repite a su manera el escritor y periodista colombiano J.J.Junieles:
Mensajes e ideas con las que seguimos empapelando ese muro con grafitis literarios de todo tipo, cuyo espíritu recoge otro colombiano: Paul Brito:
La periodista y autora española Alicia González expresa muy claro las privaciones de un muro que separa países y culturas:
Ese potencial aislamiento lo recuerda el español Hipólito G. Navarro:
Pero el dar la espalda a los demás lleva a que quienes están dentro del muro tengan otra realidad como lo advierte el escritor vasco Iván Repila:
Encerrados, sí, por eso la escritora Phil Camino ironiza con otro punto polémico de Trump al enviarle este mensaje:
Otro mensaje sobre más puntos polémicos y racistas se lo envía el español Luisgé Martín:
Más categórica y fuerte es la voz de la puertorriqueña Yolanda Arroyo-Pizarro que no se muerde la lengua y recupera una frase de uno de sus libros:
Entonces, la poeta y narradora uruguaya Cristina Peri Rossi lanza un mensaje de esperanza:
Porque, como bien dice Ana Merino:
Pero para no poner a prueba el milagro del amor, la poeta colombiana Marta Renza dibuja la desaparición del muro como se aprecia aquí:
“Desharemos de noche lo que usted hace día”, dice Penélope. Muros, vallas, cercas y demás obstáculos cuya verdad deja ver la argentina Mory Ponsowi:
Y Donald Trump también parece en contra de una parte de la humanidad. La amenaza con quitarle algunos logros y derechos ganados, lo cual lo convierte, en un nueva-vieja clase de político como lo define el ilustrados colombiano Freddy Ortega:
“Murócrata”… Por eso resultan esenciales las palabras del gran poeta checo Vladimir Holan recuperadas aquí por el artista Javier Codes:
Sin duda, cada vez hay más muros y obstáculos de toda índole por todas partes. Por eso deben abundar las diversas maneras para derribarlos procedentes de todos los sectores, incluso como lo expresa claramente el autor, ilustrador y dibujante alemán Matz Mainka:
Y, claro, para echarlos abajo son claves las palabras, y la palabra escrita juega un papel irremplazable, como se encarga de gritar Laura Niembro, directora de contenidos de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, México:
Privasiones, aislacionismos, sombras y espejismos que traen consigo los muros que en este caso del muro “trumpiano” desenmascara, a continuación, la poeta, narradora, traductora, ensayista y académica española Clara Janés. Lo hace a través de una de las figura icónicas y míticas de México, la serpiente de dos cabezas que se manifiesta con un banderín en el que desvela un significado, advertencia y petición sobre el presidente de Estados Unidos:
Clara Janés deja al aire un juego sonoro de sonidos, palabras y verdades que revelan trampas.
Todos estos grafitis literarios son palabras de indignación y rebelión que sueñan con derribar esa idea absurda del muro. En realidad, sus autores esperan que sus grafitis nunca tengan que empapelar aquel muro.
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