Apoya a WMagazín como mecenas cultural Apoya a WMagazín como mecenas cultural Apoya a WMagazín como mecenas cultural Apoya a WMagazín como mecenas cultural Apoya a WMagazín como mecenas cultural

El Nobel de Literatura J. M. Coetzee en una imagen de 2017, en la Feria Internacional del Libro de Bogotá. /Foto de WMagazín

Coetzee novela, en ‘El polaco’, el amor en el siglo XXI con una variación de la historia de Dante y Beatrice

El Nobel de literatura sudafricano recurre a una leyenda clásica para hablar del sentimiento amoroso. La primera edición de la novela la ha vuelto a hacer en español, en la editorial argentina El hilo de Ariadna. WMagazín publica un pasaje de una de las obras más destacadas de 2022

Presentación WMagazín El pulso narrativo, la estructura literaria y el fondo temático mejoran con el tiempo en J. M. Coetzee (Ciudad del Cabo, 1940), que ya tiene 82 años. La reciente nouvelle del Nobel surafricano, El polaco (El hilo de Ariadna, editorial argentina), es la prueba, y no cualquier prueba: aborda el tema universal y perpetuo del amor. Y no cualquier historia de amor, sino una versión moderna e irónica de la vivida hace más de 700 años por Dante y Beatrice. Con los ecos de esa leyenda clásica, Coetzee crea juegos de tensiones por diferencias de percepciones frente al enamoramiento y el amor, diferencias de gustos, diferencias culturales, diferencias de los sexos, diferencias de cómo se vive este sentimiento. Con un ingrediente añadido: Coetzee sigue con su política de publicar la primera edición de sus libros en español, para combatir la preeminencia del inglés como lengua dominante.

WMagazín publica un pasaje de esta novela que muestra la vitalidad de uno de los escritores contemporáneos más relevantes, un clásico vivo. La aparente sencillez de su escritura no es sino la búsqueda de la excelencia sin arandelas o distracciones literarias en pos de una voz que va al corazón de los hechos. Crea una serenidad inquieta en un ritmo que invita a evocar, sentir y pensar.

El polaco cuenta la historia de Witold, un pianista polaco, de setenta años, experto en Chopin, y Beatriz, una mujer española ya en los cuarenta. A parte de estar unidos por el gusto a la música, Coetzee los sitúa en el territorio amoroso en el cual se entienden a través de un idioma que no es el nativo de ellos: el inglés, y la poesía de él con la que expresa sus sentimientos a Beatriz y luego necesitarán un intérprete. Todo como espejo del propio amor que suele necesitar terceras vías para nacer y seguir adelante, por arte, persona o recursos intermedios.

El autor de obras como Tierras de poniente, Esperando a los bárbaros, El maestro de Petersburgo, Desgracia y Elizabeth Costello, ya ha publicado otros libros primero en español como Tres cuentos, Siete cuentos morales y la novela La muerte de Jesús, (Todos en El hilo de Ariadna) con la que cerró su trilogía sobre la vida del niño David precedida de La infancia de Jesús (2013) y Jesús en la escuela (2017) (puedes leer un pasaje de La muerte de Jesús en WMagazín). La variación del amor de Dante y Beatrice aquí se hace desde «un cambio rotundo de perspectiva, pues lo feliz y lo fallido de este amor a medias está contado desde la perspectiva precisa, sincera y aguda de su protagonista mujer», señala la editorial El hilo de Ariadna.

El siguiente es un pasaje de El polaco, una de las mejores novelas de 2022:

El polaco

Por J.M. Coetzee

1 Duerme bien esa noche. Por la mañana se sumerge de regreso en su rutina. Se promete que se hará un momento para escuchar el CD del polaco, pero luego lo olvida.

Meses más tarde aparece de pronto un email. ¿Cómo consiguió él su dirección? “Apreciada dama, estoy dando master classes en Girona en el Conservatori Felip Pedrell. Su hospitalidad no ha sido olvidada. ¿Puedo ofrecerle yo mi hospitalidad? Si viene a Girona, será un placer ser su anfitrión. La recogería en la estación de tren a cualquier hora”. Está firmado Su amigo Witold con el apellido difícil.

Ella le responde: “Estimado Witold, sus amigos en Barcelona recuerdan su visita con agrado. Gracias por la amable invitación. Lamentablemente estoy demasiado ocupada en este instante para viajar a Girona. Le deseo todos los éxitos con sus clases. Beatriz”.

Hace algunas averiguaciones. Lo que el hombre con el apellido difícil dice es cierto: realmente está dando clases de piano en Girona. ¿Por qué Girona habiendo tantos otros sitios? Seguro que no necesita el dinero.

Cuanto más piensa en ese regreso de él a Cataluña, tanto más extraño le resulta.

Le escribe un segundo email. “¿Por qué está aquí, Witold? Por favor, sea franco conmigo. No tengo tiempo para bonitas mentiras. Beatriz”.

Borra No tengo tiempo para bonitas mentiras y envía el mensaje. No son solo mentiras para lo que no tiene tiempo, sino para cualquier circunloquio, juego de palabras, sentido velado.

La respuesta de él llega al instante. “Estoy aquí por ti. No te olvido”.

2 Beatriz deja que pase un día mientras medita ese for you, por ti. Sea lo que sea que esas palabras signifiquen en inglés, sea lo que sea que signifiquen en el polaco que presuntamente está detrás del inglés, ¿qué significan en realidad? ¿Está aquí por ella al igual que uno está en una panadería por el pan? ¿Y qué quiere decir ese aquí, además? ¿Qué ventaja puede tener para él si ese aquí es Girona mientras el suyo es Barcelona? ¿O está aquí por ella como uno está en la iglesia por Dios?

3 Cuando era joven seguía sus impulsos sin cuestionamientos. Confiaba en su corazón. Sí, decía su corazón. O no. Pero (¡gracias a Dios!) ya no es joven. Es más sabia, más prudente. Ve las cosas como son.

¿Y qué ve en el caso del polaco? Ve a un hombre al final de su carrera, empujado por la necesidad o las circunstancias a tomar un trabajo que en alguna otra época hubiera estado por debajo de su nivel (el Conservatori Felip Pedrell no es una institución de gran prestigio), un hombre que, estando solo y sintiéndose aislado en una ciudad extranjera, intenta conseguir a una mujer con la que alguna vez ha cruzado su camino. ¿Qué diría sobre ella el hecho de responder ese llamado? Más precisamente: ¿qué dice sobre ella el hecho de que el hombre espere de su parte una respuesta?

4 Además de su esposo, no tiene gran experiencia con hombres. Pero durante los años ha oído numerosas confesiones y confidencias de amigas. También ha observado con mirada objetiva cómo se comportan los hombres de su clase. Y ha salido de esa exploración con poco respeto por los hombres y sus apetitos, sin deseo de que una ola de pasión masculina caiga sobre ella.

No ha tenido nunca el hábito de viajar. Su esposo cree que le falta curiosidad. Se equivoca. Ella es curiosa, profundamente. Pero su curiosidad no está dirigida a la amplitud del mundo, y tampoco al sexo. ¿Qué le inspira curiosidad, entonces? Ella misma. Le inspira curiosidad la razón por la que, a pesar de todo, le atrae la idea de conducir hasta Girona por el día, haciéndola sonreír.

5 Sin dificultad encuentra el camino al Conservatori, un edificio anónimo en la parte vieja de la ciudad. Los corredores están vacíos (es temprano en la tarde). Oye y sigue el rastro de una melodía familiar. Abre una puerta con un cartel que pone Sala 1 y se encuentra en la parte trasera de un pequeño auditorio. En el escenario, ante el piano, están el polaco y un hombre joven. Sin hacer ruido se acomoda en un asiento. Los estudiantes que componen la audiencia, unos treinta, no le prestan atención.

Están trabajando en el movimiento lento del Segundo Concierto para Piano de Rachmaninov. El joven se embarca en la larga, quejumbrosa melodía de apertura. El polaco le pone una mano en el brazo para frenarlo.

—La – la – la – la – la – la – la – laa —canta, prolongando el la final—. No demasiado legato —le dice en castellano.

El joven intenta de nuevo la melodía, con menos legato.

Con sus pantalones de vestir y su camisa abierta al cuello, el polaco parece más relajado de lo que ella lo recordaba. ¡Bien!, piensa ella. ¡Y ha aprendido unas pocas palabras de castellano! Pero para enseñar música no hacen falta muchas palabras. Sí. No.

No lo había oído cantar hasta entonces. Una voz inesperadamente profunda, como una corriente oscura, líquida.

6 Lo que le interesa de la escena no es la música sino el drama. Porque están en un escenario, porque hay una audiencia, el instructor y el alumno se han convertido por fuerza en actores. ¿Cómo reacciona el joven a las directivas si quizá no está de acuerdo con lo que le dicen (acaso su modo de tocar, con más legato, estaba más cerca de su sensibilidad)? ¿Se someterá o se rebelará? ¿O solo finge someterse pero secretamente se rebela, prometiéndose volver a la forma anterior una vez que el polaco se esfume de la escena? ¿Y qué pasa con el polaco? ¿Juega el papel del autócrata o del consejero paternal?

7 El polaco se inclina hacia delante y toca los acordes arpegiados que abren el movimiento. En la voz del clarinete, canta:

—La – la – la – la – la – la – la – laa.

Luego entra la mano derecha, y de pronto ella escucha la diferencia. Menos legato, menos emoción, más tensión, más despegue.

El joven lo sigue y, esta vez, consigue hacerlo bien. Es bueno. Aprende rápido. El polaco asiente.
—Continúe.

8 La lección se acaba, los estudiantes abandonan la sala. Ella permanece. El polaco se le acerca. ¿Qué le dirá?

Le toma la mano. Le agradece, en inglés, por haber venido. Le expresa su placer por volverla a ver. Le hace elogios por el vestido que ella lleva puesto. Esos elogios no le agradan. Tienen aire de haber sido ejercitados, repetidos. Pero acaso se deba simplemente a que él no sabe cómo sonar natural en inglés. Acaso allá en Polonia es un caballero perfectamente encantador.

John Maxwell Coetzee nació en Ciudad del Cabo en 1940, y se crioen Sudáfrica y Estados Unidos. Es profesor de Literatura, traductor, lingüista y crítico literario. En 1961 se licenció, con honores, en Matemáticas y Filología Inglesa en la Universidad de Ciudad del Cabo. En 1962 trabajó en el Reino Unido como programador informático. Más tarde vivió en Estados Unidos, donde se doctoró en Lingüística en la Universidad de Texas, en Austin. Fue profesor de Literatura Inglesa en Buffalo, Universidad Estatal de Nueva York y, cuando regresó a Sudáfrica, en la Universidad de Ciudad del Cabo.

Publicó varias novelas, entre ellas En medio de ninguna parte (1977) y Esperando a los bárbaros (1980), ambas ganadoras del premio literario sudafricano CNA; Vida y época de Michael K (1983), Booker Prize y Prix Femina étranger; Foe (1986); La edad de hierro (1990); El maestro de Petersburgo (1994); Infancia (1998); Desgracia (1999), nuevamente Booker Prize; La infancia de Jesús (2013), Los días de Jesús en la escuela (2017) y La muerte de Jesús (2019). También ha publicado los libros de relatos Tres cuentos (2016); Siete cuentos morales (2018) y varios libros de ensayos, entre ellos: Contra la censura (1996); Costas extrañas (2002); Mecanismos internos (2007); Cartas de navegación (1992) y Las manos de los maestros Vol. I y II (2016). En 2003 recibió el Premio Nobel de Literatura. Es uno de los escritores más importantes de lengua inglesa. En la actualidad reside en Australia.

J. M. Coetzee
Últimas entradas de J. M. Coetzee (ver todo)

    Un comentario

    1. Excelente. Me intriga que el escritor publique en castellano antes que en inglés para evitar la expansión del idioma

      Excelente. Me preguntó porqué el escritor publica primero en castellano para detener la universal expansión de la lengua inglesa. Tengo entendido que solo tres lenguas crecen y se expanden : El Inglés, el Castellano y el Chino.

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

    Suscríbete a nuestra newsletter · Suscríbete a nuestra newsletter · Suscríbete a nuestra newsletter · Suscríbete a nuestra newsletter · Suscríbete a nuestra newsletter ·