Borges, Bryce Echenique, Mutis, Poniatowska y 14 autores latinoamericanos resumen sus mundos en una respuesta
'Voces íntimas. Entrevistas con autores latinoamericanos del siglo XX' reúne conversaciones de la periodista y narradora argentina con escritores en español relevantes. WMagazín ha elegido una respuesta de varios de ellos que ilumina su vida, obra y concepción de la literatura
“Este es un libro de acuerdos y disensos; es decir, de diálogos. Porque los escritores aquí convocados parecen dialogar entre sí, ya sea exponiendo puntos de contacto o divergencias, actualizando discusiones y planteando posturas estéticas”, escribe Reina Roffé en la Nota preliminar de Voces íntimas. Entrevistas con autores latinoamericanos del siglo XX (Punto de Vista). Y los autores que ella entrevistó y convoca en estas páginas son Jorge Luis Borges, Manuel Mujica Láinez, Adolfo Bioy Casares, Álvaro Mutis, Griselda Gambaro, Antonio Benítez Rojo, Manuel Puig, Elena Poniatowska, Sergio Pitol, Fernando del Paso, Alfredo Bryce Echenique, Ricardo Piglia, Cristina Peri Rossi y Alberto Ruy Sánchez.
Catorce escritores importantes de la lengua española, sobre todo de la segunda mitad del siglo XX, cuyas palabras desvelan partes de su universo creativo y, a la vez, iluminan o reflejan momentos de la época y confirman que la propia literatura es un diálogo permanente e inacabado entre todos los autores.
WMagazín ha elegido una respuesta por cada escritor la cual sirve de pequeña ventana de su vida, obra y concepción de la literatura. Una manera de comprender un poco mejor su creacón literaria.
La escritora y periodista argentina Reina Roffé convirtió esos encuentros no en entrevistas sino en conversaciones de una lectora con sus autores. Conocimiento, profesionalidad, sensibilidad, curiosidad y humanidad desplegadas en cada una de ellas.
Bienvenidos a mirar por una rendija los universos de varios escritores gracias a Reina Roffé:
Jorge Luis Borges (Argentina, 1899-Suiza 1986)
R. R. ¿Pero para usted el universo es absurdo?
“Creo que tendemos a sentirlo así. No es una cuestión de inteligencia, sino de sentimientos. No sé, yo tengo la impresión de que uno vive entre gente insensata. Bernard Shaw decía que en Occidente no había adultos, la prueba de ello está en un hombre de noventa años que muere con un palo de golf entre las manos.
En otras palabras, hay personas a quienes los años no le traen sabiduría, sino golf. Yo tengo un poco esa impresión también, pero no sé si soy siempre adulto, en todo caso trato de serlo, de no dejarme llevar por pasiones, por prejuicios; es muy difícil, ya que, de algún modo, todos somos víctimas y quizá cómplices, dada la sociedad actual que es indefendible”.
Alfredo Bryce Echenique (Perú, 1939)
R. R. ¿Es el humor, entonces, un medio para defenderse de la realidad, siempre castigadora?
“El humor, como le decía antes, hace que uno recupere la dignidad. Mis personajes se vienen abajo, se desnudan, se muestran quebradizos, frágiles, atormentados, deshechos, perdedores, pero se ponen de pie, recuperan la dignidad perdida en situaciones de humillación física, sentimental y psíquica gracias al humor. Mi familia era una familia que se reía mucho de sí misma, de su decadencia. Tenían humor no solo para recordar que todo tiempo pasado fue mejor materialmente y en otros aspectos, sino para reírse de cómo iban decayendo. El que yo practico en mis libros, no es un humor basado solamente en el ingenio, tampoco basado en la superioridad intelectual, es un humor que no pretende burlarse ni destruir ni hacer daño. No es el humor duro, frío, cruel de Quevedo; creo que se encuadra más en la línea irónica de Cervantes: estar en el cuerpo y en la sombra, ver ambos aspectos de la cosa en sí”.
Griselda Gambaro (Argentina, 1928)
R. R. ¿Cuáles son sus mayores aportes al arte?
“No lo sé, eso lo tendrán que decir los demás. A mí lo que me gustaría es haber aportado un sentido ético, social y político. Porque toda esta época en la que se habla de la destrucción de las ideologías es muy mentirosa. Creo que el artista debe asumir una conducta y una responsabilidad social, debe oponerse a los modelos que el poder ofrece o impone, porque al poder siempre le resultará conveniente inculcar que ya se acabaron las ideologías, las utopías. Entiendo que el arte debe estar atento primordialmente a su propia especificidad, pero también a lo que sucede en el mundo. Porque, de lo contrario, vamos a hacer un arte gratuito. Sé, sin embargo, que el arte nunca ha servido para atenuar los padecimientos del mundo, pero nos ha clarificado, señalado sus horrores. Entonces, si hacemos un arte complaciente o que esté atento solo a su propia estética, ya ni siquiera vamos a poder reconocer los horrores”.
Álvaro Mutis (Colombia, 1923 – México, 2013)
R. R. Para transmitir la vitalidad del lenguaje, ¿el poema traiciona la realidad?
«No diría que traiciona, sino que revela la auténtica realidad. Pone luz donde está la verdad. Siempre he dicho que todo poeta debe ser un visionario. De lo contrario, no es poeta. La condición es revelar un mundo distinto al de la realidad y, al mismo tiempo, tan real como la realidad; aquello que tenemos generalmente escondido y revuelto en el alma».
Cristina Peri Rossi (Uruguay, 1941)
R. R. Si la familia es un gueto (en «Entrevista con el ángel» se dice: «¿Hay algo que se parezca más a un gueto que una familia?») y el matrimonio resulta una tumba segura para la pasión, se percibe en su obra algo que usted sí reivindica enfáticamente. Para ejemplificarlo, lo haré con una frase de «La destrucción o el amor», también del libro Desastres íntimos, que dice: «A nadie se le ocurre conceder un día de asueto por el motivo más importante del mundo: por una cita amorosa. Por enfermedad, sí; por placer, no». ¿Es el amor, entonces, lo único que nos salva de la destrucción?
“El instinto de vida es el placer, por eso hay que controlarlo, limitarlo, acortarlo, reducirlo, eliminarlo… Porque el placer es socialmente improductivo. No produce riqueza, no acumula bienes, no edifica casas, no conquista imperios y no cotiza en Bolsa. (Hay un largo discurso acerca de esto en mi novela Solitario de amor). Encima, es efímero. Y de una naturaleza tan sutil que, si nos excedemos, puede provocar lo contrario: hastío, displacer, vacío. El sentimiento de placer oscila siempre entre la presencia y la ausencia, entre el estar anhelante y el estar saciado, entre el quiero y no quiero. La pasión provoca estrés, pero la falta de pasión provoca depresión. Nos movemos entre estas dos maldiciones”.
Ricardo Piglia (Argentina, 1941-2017)
R. R. En estos últimos años, se ha hecho cada vez más fuerte la tensión entre cultura de masas y literatura. ¿Cuál es su posición al respecto?
“Es el debate contemporáneo de los novelistas. Ya sean alemanes, franceses o norteamericanos con los que uno se encuentra, todos estamos discutiendo este tema: la tensión entre cultura de masas y alta cultura. Me parece que hay dos o tres posiciones básicas. Una es la de quienes consideran que el hermetismo, el silencio, la ruptura de una lengua transparente, estereotipada, es la defensa. En este caso, el elemento de resistencia sería la utilización de una lengua otra que la lengua social, y, por lo tanto, la posición última del escritor sería el silencio o el hermetismo como rechazo global a la legibilidad social. La otra, yo estoy más cerca de esta, es la de aquellos escritores, como Beckett o Manuel Puig, que tienden a trabajar la negociación entre una y otra lengua”.
Elena Poniatowska (Francia, 1932)
R. R. Como decíamos, Querido Diego, te abraza Quiela es una novela compuesta por cartas que Angelina (Quiela) Beloff le escribe a Diego Rivera. Doce cartas que no son contestadas. A Quiela le es negada, entre otras cosas, la palabra del amado. Este texto muestra ciertas barreras que las mujeres, en ocasiones, se ponen a sí mismas e impiden el pleno desarrollo de su libertad individual y creativa. ¿El amor puede ser una de esas barreras?
“La mujer apuesta muchísimo al amor casi toda su vida. Cree encontrar en el hombre amado la solución a todos sus problemas. En general, toma al hombre como si fuera un medicamento, un milagro, algo que la llevará hacia otros espacios, sin pensar que todas las soluciones, como dicen las revistas de autoayuda, están, más bien, en una misma, en la propia persona. Pues nadie le da nada a nadie o lo que dan es algo que cada persona debe hacer fructificar en sí misma, y esa es la verdadera dádiva, el regalo”.
Alberto Ruy Sánchez (México, 1951)
R. R. Alberto Manguel en ‘Una geografía erótica: La literatura de A. R. S.’ dice que, lo cito, «carecemos de un lenguaje para contar lo erótico». ¿Carecemos o contar lo erótico es una tarea tan difícil que parece, por momentos, estar fuera de nuestro sistema literario?
“Es importante tener conciencia de que lo erótico se conoce y se cuenta con las manos, con los ojos, con los olores, que lo erótico está vinculado al sentido distinto que toma cada acto erótico cada vez. No solo cada día, sino cada momento. Esta fugacidad de la experiencia es un reto tremendo para los escritores. Por supuesto, hay escritores de lo erótico que reposan en un lenguaje común que le sirve a un gran público. Eso también es válido. Una de las cosas maravillosas de la literatura es que hay de todo para todos”.
- Voces íntimas. Entrevistas con autores latinoamericanos del siglo XX. Reina Roffé (Punto de Vista).
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Inteligentes preguntas Agudas respuestas. Felicitaciones Reina.