Fotobitácora Sant Jordi: Más de mil escritores firman sus obras en la fiesta del libro de Barcelona
Puedes seguir aquí la jornada sobre cómo Barcelona se vuelca con los libros y sus autores, firmas, crónicas, fotos, testimonios, cifras... Los hechos más relevantes de esta celebración de amor a la pareja y amor a los libros y a la ciudad
Miles de puestos llenan de rosas las calles y las plazas de Barcelona; casi un millar de casetas vende libros en tres de las principales arterias de la ciudad; y desde primera hora de la mañana se respira un ambiente festivo que no se agota hasta ya bien entrada la tarde. Sucede cada 23 de abril para celebrar Sant Jordi, una de las tradiciones más queridas por los barceloneses.
Para el sector editorial español y catalán es el día más importante del año. No hay más que ver los datos: en 24 horas se vende entre el 5% y el 8% de las ventas anuales de libros en lengua castellana, cifra que en catalán asciende hasta el 20-25%.
Pero en Cataluña Sant Jordi es, también, el día de los enamorados, un San Valentín local. Cuenta la leyenda que San Jorge mató a un dragón para rescatar a la princesa del reino. De la sangre derramada de la bestia surgieron decenas de rosas, que San Jorge cortó para regalar a su amada. Y es el eco de ese gesto de amor el que llega hasta nuestros días en forma de una celebración masiva, con alrededor de un millón y medio de visitantes. Número, además, que supera los dos millones de personas si le sumamos a los profesionales encargados de que los libros y las rosas invadan las calles.
El discurso oficial habla de cifras y premios: cantidad de libros y rosas vendidas a lo largo de la jornada, los bestsellers del día, y qué autores y autoras han atraído a un mayor público. Ahora bien, cualquier barcelonés sabe que en Sant Jordi lo que importa es el amor. Amor al libro que se lee, amor al libro que se edita, amor al libro que se regala y amor a la persona con la que se comparten complicidades literarias. Esta vivencia encuentra su paralelo en el entusiasmo del sector editorial, de las instituciones y de los medios de comunicación, que va en aumento año tras año. Lo que hace una década era una fiesta popular se ha convertido en un complejo entramado de actividades, ofertas y experiencias diseñadas alrededor del libro y la lectura que duran prácticamente desde el primero al último día de abril.
Todo ello hace de Sant Jordi una propuesta única en su género, en la que se confirma el importante rol del libro impreso en la esfera cultural catalana y española. Desde WMagazín nos sumamos a la celebración y os invitamos a descubrirla con nosotros:
19:30 h. Sant Jordi llega hasta el Paseo Sant Joan y el Arco del Triunfo
La fiesta de Sant Jordi solía ocupar, principalmente, el centro de la ciudad: Passeig de Gràcia, Rambla Catalunya y la zona de Plaça Catalunya y La Rambla. Sin embargo, desde hace poco menos de una década la fiesta recibe tal número de visitantes que el ayuntamiento y los gremios de libreros y editores buscan fórmulas para no colapsar las calles. En los últimos años las casetas destinadas al género fantástico, como por ejemplo la de la librería Chronos, se coloca en uno de los lados del Passeig de Sant Joan, armando lo que se llama comúnmente el triángulo friki, cerca de la editorial de cómics Norma y la sede de la librería Gigamesh. En el otro lado del paseo encontramos editoriales y librerías enfocadas al libro infantil e ilustrado, en una de las zonas con menos afluencia de gente pero con las mesas más coloridas de toda la jornada.
En la desembocadura inferior del Passeig de Sant Joan encontramos la plaza del Arco del Triunfo, una de las zonas más turísticas y concurridas de la ciudad. Aunque la oferta de actividades y casetas es menor que en otras zonas, permite que los paseantes y los turistas puedan disfrutar de una versión más relajada y distendida de la fiesta de Sant Jordi. Siguen ofreciéndose rosas para quien aún no las haya comprado, también hay alguna caseta con libros de segunda mano. Predominan, sobre todo, parejas que ya se han regalado las rosas y el libro y pasean para aprovechar las últimas horas de luz. La temperatura, que durante el día ha alcanzado los veinticinco grados, ya está suavizándose. Poco a poco el frenesí de los libros y los fans empieza a remitir.
A las 19:00 h. aparecen las primeras listas de los libros más vendidos. El periódico Ara menciona Las hijas del capitán de María Dueñas, Patria de Fernando Aramburu y La mujer en la ventana de A. J. Finn como los más destacados en ficción en español. En no ficción encontramos Las almas de Brandon del ganador del programa Got Talent Cesar Brando Ndjocu, Piel de letra de Laura Escanes y Nada es tan terrible de Rafael Santandreu. Finalmente, en libros infantiles y juveniles los títulos más vendidos han sido el libro de los The Crazy Haacks, el clásico El principito de Antoine de Saint-Exupery y De (casi) todo se aprende de Paula Gonu.
17:30 h. Firmas de libros y recta final
Muchos libreros coinciden en que el momento de mayor afluencia de gente es por la tarde, coincidiendo con el fin de la jornada laboral de muchos adultos, y también coincidiendo con el fin de las clases. Para esta hora suelen reservarse algunos de los pesos pesados de la literatura juvenil, como Blue Jeans, que dedicará tres horas a saludar a sus lectores desde Plaza Cataluña. Por su parte, la dibujante y guionista Moderna de Pueblo está levantando una gran expectación en la parada de La Central en Rambla Catalunya, junto con el hispanista británico Ian Gibson, Javier Marías y Manuel Rivas.
En Plaza Cataluña encontramos a uno de los dibujantes más relevantes de la historia del cómic español, Ibáñez, que está firmando ejemplares del conjunto de su obra, en especial de Mortadelo y Filemón. Subiendo por el Passeig de Gràcia encontramos a otro best seller internacional, Federico Moccia, junto con el escritor Boris Izaguirre y uno de los representantes de la Generación Nocilla, Agustín Fernández-Mallo. A esa misma hora, Marwan, popular poeta y cantante, está firmando libros y discos en la caseta de Fnac en Plaza Cataluña.
Entramos en la recta final de Sant Jordi. A estas alturas del día los vendedores de rosas empiezan a rebajar los precios de sus flores, a sabiendas de que en dos horas como mucho ya será momento de empezar a recoger. Muchos de los paseantes que circulan por las calles ya van cargados de rosas, de todo tipo de formas y colores, y con bolsas de libros.
Entre las casetas de mayor volumen de ventas y de afluencia de personas, tanto en la Rambla Cataluña como en Passeig de Gràcia, encontramos múltiples puestos de entidades sin ánimo de lucro que aprovechan Sant Jordi para dar visibilidad a sus respectivas causas. Un ejemplo lo encontramos en Servei Solidari, que a partir de la venta de libros de segunda mano ayuda a la alfabetización de personas con riesgo de exclusión social, procedentes de distintos países, que llegan a la ciudad sin conocer ni el catalán ni el castellano.
14:30 h. Siete millones de rosas
Se calcula que por Sant Jordi se venden unos siete millones de rosas, un tercio de las ventas anuales. Desde hace unos años el color tradicional de la rosa ha ido compartiendo espacio con el azul, el blanco o el amarillo. Este año se calcula que el número de rosas amarillas se triplicará debido a la importancia de dicho color para los independentistas.
A las 14:00 h. se ofrece a los escritores una comida en la sede de Penguin Random House, en Travessera de Gràcia. Allí les acompañan editores y periodistas. Impera un tono festivo. Para muchos de ellos es la mejor oportunidad de entablar nuevas relaciones con otros miembros del sector. Miriam Hatibi, Ricard Ustrell y Patricio Pron son algunos de los autores que disfrutan de la celebración. También se cuenta con la presencia de los hermanos Torres, chefs y autores superventas, y del doctor Estivill, además del economista Xavier Sala y Martín.
En Rambla Cataluña sigue la actividad. Para una gran cadena de librerías como La Central, Sant Jordi culmina una semana de gran actividad en la que se ha destacado el libro Ordesa, de Manuel Vilas, como uno de los más vendidos. En cambio, las librerías y las editoriales independientes saben que no pueden competir con la mercadotecnia de las grandes empresas, así que buscan el factor diferencial. Según la Librería Inglesa Come In, esta edición de Sant Jordi ha destacado por la venta de libros infantiles y juveniles en inglés, así como ejemplares del youtuber superventas El Rubius. Una editorial independiente con sede en Barcelona, Alpha Decay, aprovecha Sant Jordi para dar visibilidad a sus autores de cara a la campaña de Navidad, su punto fuerte.
Sant Jordi también despierta diversidad de opiniones entre los escritores. Mary Beard, historiadora, expresa admiración y sorpresa ante la magnitud de la celebración. Los fans se agolpan en su mesa para pedirle que les firme el libro. Por otro lado, el poeta y traductor Ricard Ripoll se muestra crítico ante el cariz abiertamente comercial y mediático del día, en el que se venden libros que jamás se leerán y en el que se da una importancia excesiva a los «productos literarios».
12:00 h. Un día de encuentros entre autores y lectores
En 2015, Barcelona fue declarada Ciudad de la Literatura por la UNESCO. La distinción vino a reforzar el papel protagonista de la ciudad como capital del sector editorial hispanohablante, y coincidió con la apertura de Sant Jordi a múltiples temáticas más allá de las novedades editoriales. La oferta de 2018 recuerda el espíritu revolucionario de Mayo del 68, aprovechando el 50 aniversario de los sucesos que transformaron las universidades y la política del país. Al mismo tiempo, el festival Off Sant Jordi, situado en el Antic Teatre, quiere dar voz a una literatura feminista y LGTBI que se aleja de los circuitos masivos.
En plena Rambla Cataluña encontramos largas colas para hablar con Lorenzo Silva y Fernando Aramburu, este último autor del libro más vendido el año pasado, Patria. A su lado, Philip Pullman, autor superventas de la trilogía La materia oscura, agradece a sus seguidores la fidelidad después de tantos años.
Para Anna Soldevila, editora de Destino, Sant Jordi es un día muy importante tanto para los que publican en catalán como para los que publican en castellano. Le llena de alegría ver tantas personas en la calle, compartiendo su amor por los libros, y recalca que para un autor como Lorenzo Silva lo más gratificante es reencontrarse con los lectores que han ido siguiendo su obra desde el principio. «Los lectores llegan con novedades pero también con primeras ediciones y libros de fondo. Es un día en el que los autores se sienten muy queridos».
Según la agrupación de editores independientes en catalán, Llegir en català, Sant Jordi es un día magnífico para demostrar el amor a los libros y a la buena literatura. «Lo más gratificante de la jornada es, como editor, poder hablar con los lectores y recibir de primera mano sus opiniones y experiencias. Estar tan cerca del público nos permite aprender y nutrirnos de su perspectiva, y eso a la postre enriquece nuestra labor el resto del año».
A lo largo de Passeig de Gràcia se han distribuido algunas de las casetas con mayor afluencia de público. Una larga multitud espera con sus libros a poder compartir unos minutos con algunos de sus autores favoritos: Almudena Grandes, Javier Marías, Carme Riera y Llucia Ramis (Premio Anagrama de Novela en catalán).
9:30 h. Empieza oficialmente el Día de Sant Jordi
La fiesta empieza temprano. A las seis de la mañana ya pueden verse las primeras librerías y las primeras floristerías en plena actividad por las calles. Se levantan las casetas. Se vacían las cajas de libros y se exponen las rosas. Para cuando empiece el bullicio de visitantes ya tiene que estar todo preparado.
A nivel institucional, la fiesta da comienzo a las nueve y media de la mañana en el Palau de la Virreina, en pleno corazón de la Rambla de Barcelona. Este año se ha recuperado el tradicional Desayuno de Escritores, que sirve de punto de encuentro para autores, periodistas, editores y representantes institucionales del Ayuntamiento de Barcelona y del Govern de la Generalitat. Almudena Grandes, Pilar Eyre y Najat El Hachmi son algunas de las escritoras que han acudido a la cita.
En su discurso inaugural, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha subrayado el alcance internacional de Sant Jordi, marcado este año por el recuerdo de los atentados terroristas de agosto del año pasado. «Que la sangre derramada del dragón se convierta en vida, en esperanza, y en miles de rosas», ha pedido.
Colau también ha expresado su satisfacción por ver la ciudad llena de alegría, de talento y amor por la literatura. Refiriéndose a la compleja situación política del país, ha recalcado la importancia de «defender la lengua y la cultura, sin las cuales no hay diálogo posible» y ha recordado a las personas que en fecha tan señalada están encarceladas por motivos políticos.
Después de las fotos de grupo, los escritores y los editores han abandonado el edificio para ir al encuentro de sus lectores y seguidores. Las principales casetas y firmas de libros se encuentran en Passeig de Gràcia, Rambla Catalunya, La Rambla y Passeig de Sant Joan.
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