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Detalle de la portada del libro ‘Gabriel García Márquez. Una vida’, de Gerald Martin (Debate). /WMagazín

Gabriel García Márquez: expertos en su obra opinan sobre si se debe o no publicar su novela inédita ‘En agosto nos vemos’

De Elena Poniatowska, Michi Strausfeld y Conrado Zuluaga a libreros de México, Colombia y España reflexionan sobre las circunstancias de este libro previsto para 2024. Se reabre el debate sobre si el aumento de esta clase de obras póstumas es más un asunto literario o económico. ¿Se debe respetar la voluntad de un autor que no publicó algo por no responder a sus propios estándares de calidad o porque no lo consideraba debidamente concluido?

“Volvió a la isla el 16 de agosto en el transbordador de las tres de la tarde”, comienzo de En agosto nos vemos, novela inédita de Gabriel García Márquez (1927-2014).

“Por eso son hijos de García Márquez, para preservar su memoria, finalmente él les pertenece. ¿Qué hacen los hijos con sus padres? Creo que comérselos”. Es la respuesta de Elena Poniatowska, escritora mexicana, Premio Miguel de Cervantes 2013 y quien fuera amiga del Nobel colombiano, ante la decisión de los hijos del autor de Cien años de soledad de publicar su novela inédita En agosto nos vemos. La obra saldrá en 2024 cuando se cumplirán diez años de la muerte del escritor

Ante la pregunta de WMagazín de si a ella le gustaría que le publicarán un libro póstumo que no hubiera terminado o aprobado del todo, Elena Poniatowska responde:

– ¿Cómo me enteraría de su decisión? Soy como usted, entrevistadora, pregunto, pregunto, pregunto, y mis hijos ya se cansaron hace años de mis porqués. Van a enterrarme con mis porqués.

El anuncio hecho por los hijos del Nobel de Literatura colombiano y sus editoriales (Penguin Random House en español y principales lenguas del mundo y editorial Diana, en México, Centroamérica y el Caribe) reabre el debate sobre la pertinencia o no de publicar libros inéditos póstumos e inacabados de grandes escritores. Una práctica en aumento. Aunque bien sabemos que autores como Franz Kafka están en nuestras vidas gracias a que su amigo y albacea literario, Max Brod, no quemó varios de los manuscritos como el escritor checo le había pedido.

Hay inéditos de toda estirpe. Siempre son un acontecimiento. Sobre todo esta novela de García Márquez que es noticia mundial, que algunos consideran terminada y que es protagonizada por una mujer: Ana Magdalena Bach. Y siempre ronda la duda de si estos libros póstumos de grandes autores son decisiones literarias que enriquecen la obra del escritor o si solo se trata de un asunto económico.

¿Se debe respetar la voluntad de un autor que no publicó algo por no responder a sus propios estándares de calidad o porque no lo terminó? ¿Se adelantó García Márquez a este debate al responder a través de las palabras del coronel Aureliano Buendía, en Cien años de soledad (1967), cuando pide que quemen un baúl con sus versos, antes del armisticio, porque no quiere dejar ningún rastro suyo?

Las opiniones de los expertos consultados por WMagazín están divididas. Algunas reflexiones juegan con el mundo literario del autor colombiano y sus diferentes interpretaciones, pero celebran la posibilidad de leer una nueva obra del creador de Ojos de perro azul, Los funerales de la Mamá grande, El coronel no tiene quien le escriba, Cien años de soledad, El otoño del patriarca, Crónica de una muerte anunciada, El amor en los tiempos del cólera, Del amor y otros demonios…

Las razones de los hijos

Gabriel García Márquez (1927-2014). /Foto de Luis Miguel Palomares

Los hijos del escritor colombiano, Rodrigo y Gonzalo García Barcha, explicaron en un comunicado la decisión: “En agosto nos vemos fue el fruto de un último esfuerzo por seguir creando contra viento y marea. Leyéndolo una vez más a casi diez años de su muerte (17 de abril de 2014) descubrimos que el texto tenía muchísimos y muy disfrutables méritos y nada que impida gozar de lo más sobresaliente de la obra de Gabo: su capacidad de invención, la poesía del lenguaje, la narrativa cautivadora, su entendimiento del ser humano y su cariño por sus vivencias y sus desventuras, sobre todo en el amor, posiblemente el tema principal de toda su obra”.

Pilar Reyes, directora editorial de Penguin Random House, en el comunicado de prensa afirma: “Como editores de toda la obra de Gabriel García Márquez, la publicación de un inédito suyo supone un inmenso orgullo, además de ser una noticia que los lectores del mundo entero celebrarán. Es un honor, además, publicarlo en el 2024, año en el que se conmemoran los 10 años de su muerte”.

Es entonces cuando se conocerá la vida de Ana Magdalena Bach, una mujer bella cercana a los cincuenta años, casada felizmente y con dos hijos que va a visitar la tumba de su madre cada 16 de agosto. Fragmentada en cinco partes, la historia habla del amor y su búsqueda (gran tema de García Márquez) y del deseo y del sexo con sus trampantojos y del revivir el poder del sentimiento amoroso y del gozo juvenil.

El mundo literario supo que Gabriel García Márquez trabajaba en esta novela en 1999. Tenía 72 años y había superado un cáncer cuando leyó un pasaje en Casa de América de Madrid. En agosto nos vemos estaba compuesta por cinco historias interrelacionadas sobre sendos momentos de Ana Magdalena Bach. Luego el escritor se sumergió en sus memorias Vivir para contarla (2002) y en la novela corta Memorias de mis putas tristes (2004) que quedó como su último título. Después, se adentró en la batalla del alzheimer.

Cada vez hay más ediciones de obras encontradas en cajas, cajones, gavetas, bibliotecas, carpetas, sobres, baúles, ordenadores… Solo en los cuatro primeros meses de 2023 se han publicado en español libros de autores como Juan Ramón Jiménez con En la rama del verde limón (Ánfora Nova) y de Ferdinand Céline el libro Guerra (Anagrama). Y se han anunciado, además de la citada novela de García Márquez, obras póstumas de Manuel Vázquez Montalbán con Los papeles de Admundsen (saldrá a finales de año en Navona) y de Roland Barthes El léxico del autor (Eterna Cadencia).

Títulos que se han sumado a los publicados en los últimos años de grandes nombres como Walt Whitman, Vladimir Nabokov, Truman Capote, Ernest Hemingway, Susan Sontag, Pío Baroja, Roberto Bolaño, Ricardo Piglia, Malcolm Lowry, Dario Fo, Vicente Aleixandre, Giuseppe Tomasi di Lampedusa, Philip K. Dick, Virginia Woolf, José Saramago, Carlos Fuentes, Sandor Marai, Pablo Neruda, Harper Lee, J. D. Salinger, J. R. R. Tolkien  o la novela de Almudena Grandes, Todo va a estar mejor (Tusquets), que terminó de escribir su viudo, Luis García Montero.

Javier Marías (Madrid, 1951-2022) pensaba que debía respetarse la voluntad del autor y los niveles de calidad que este se exigía, puesto que si no lo había publicado en vida sería por algo; pero que entendía que los estudiosos y grandes lectores de un autor quisieran saber más. A él mismo le ocurrió con un inédito de Nabokov.

¿Se respondió García Márquez en Cien años de soledad?

Gabriel García Márquez y las dos primeras ediciones de ‘Cien años de soledad’, publicada en 1967.

Conrado Zuluaga, experto colombiano en la obra de García Márquez, crea su reflexión sobre el debate a través de la voz literaria del Nobel con un pasaje maravilloso que sólo el propio escritor podía crear:

En Cien años de soledad hay un episodio que puede arrojar algo de luz sobre la disyuntiva de publicar (o no) una obra que, según testigos, está inconclusa y no ha dejado satisfecho al autor. Y se trae a cuento, además, la historia conocida por todos de Kafka y su voluntad manifiesta de destruir su obra al morir él.

El episodio es el siguiente. En los días anteriores al armisticio el coronel Aureliano Buendía ha dedicado su tiempo a la tarea inclemente de destruir todo rastro de su paso por el mundo. La víspera de la firma, lleva el baúl con sus versos a la panadería y le pide a Santa Sofía de la Piedad que encienda el fuego con ellos:

‘–Préndalo con esto –le dijo él, entregándole el primer rollo de papeles amarillento–. Arde mejor, porque son cosas muy viejas.

Santa Sofía de la Piedad, la silenciosa, la condescendiente, la que nunca contrarió ni a sus propios hijos, tuvo la impresión de que aquel era un acto prohibido.

–Son papeles importantes –dijo.

–Nada de eso –dijo el coronel–. Son cosas que se escriben para uno mismo.

–Entonces –dijo ella– quémelos usted mismo, coronel.

No sólo lo hizo, sino que despedazó el baúl con una hachuela y echó las astillas al fuego”.

Conrado Zuluaga explica que “hay un rescoldo de amor propio, de condescendencia, de vanidad —llámenlo como quieran– en pedirle a otro que destruya lo creado por uno. Sabe muy bien que el otro no lo hará”.

Es el preámbulo al caso de En agosto nos vemos: “además, ese documento fue vendido a una institución, aunque se conserven los derechos autoriales y patrimoniales y el acceso esté restringido. Al no ser destruido por el autor, la puerta queda abierta para que un día salga a la luz, y se realice una edición póstuma. Aquí no aplica la acertada opinión de Henry James: es inmoral esculcar los bolsillos y los cajones de un hombre muerto”.

Un voto de confianza

Como introducción a este debate, Michi Strausfeld, la editora alemana que contribuyó a la difusión de la obra de García Márquez en su país y Europa, y experta en literatura latinoamericana, recuerda el caso de Julio Cortázar:

“Su primera esposa y albacea Aurora Bernárdez publicó varios libros que encontró: El examen, Diario de Andrés Fava, Divertimento y Los papeles inesperados. Más la obra crítica, varios volúmenes de correspondencia y ensayos como Imagen de John Keats o Clases de literatura. Lo hizo con sumo cuidado. Creo que lo hizo muy bien”.

Luego cita otro caso latinoamericano, el de Guillermo Cabrera Infante:

“Su viuda, Miriam Gómez, también tiene mucha obra inédita. Algunos libros ya fueron publicados póstumamente como La ninfa inconstante o las memorias Cuerpos divinos o Mapa dibujado por un espía. Posiblemente saldrán más dentro de la prevista Obra Completa en 8-9 tomos de Galaxia Gutenberg. Miriam Gómez también lo hace todo con sumo cuidado y la ayuda de Toni Munné. Creo que es un trabajo serio y responsable, es decir: bien”.

Tras estos dos ejemplos, Strausfeld entre en predios de En agosto nos vemos:

“El eco en ambos casos de la publicación de los inéditos fue mesurado, diría. Otro caso es García Márquez. Esta publicación será un fenómeno worldwide, ya que saldrá en muchos países y traducciones al mismo tiempo. El permiso de los hijos, sin duda, está basado en buenos argumentos, después de largas reflexiones, así que diría: habrá que esperar, habrá que leer. No se sabe si Gabo lo prohibió tajantemente o si pensaba retomar el trabajo en otro momento – cosa que ya no fue posible. Yo daría, por lo tanto, un voto de confianza”.

La editora y escritora alemana aprovecha para hablar de otro capítulo previsto del universo de García Márquez: “Lo que en cambio me parece muy problemático es la filmación de Cien años de soledad. Todos sabemos que el autor ha repetido siempre que: ‘nunca jamás’ y, rechazado todas las ofertas. En este caso creo que la voluntad de Gabo debería haberse respetado”.

Qué dicen los libreros

Especial de Gabriel García Márquez y los 40 años del Nobel de Literatura, octubre de 2022, en la portada de WMagazín.

¿Y los libreros? ¿Qué opinan ellos como lectores, vendedores de libros y admiradores de Gabriel García Márquez de la publicación de esta obra inédita?

Yolanda Auza Gómez, de Casa librería Wilborada 1047 de Bogotá, empieza por recordar que “existen muchas razones por la cuales no se publican en vida libros de un autor y hay muchos ejemplos de las situaciones más diversas. Supongo que se publica después por quien encuentra en la obra el mérito necesario para publicarla, bien por su contenido literario, bien como un homenaje o bien como una oportunidad económica”.

Sobre la decisión de Rodrigo y Gonzalo García Barcha, Yolanda Auza destaca que “están en su derecho y habrán analizado los impactos de dicha publicación”.

Como la gran mayoría, no ha leído la novela, pero “presenta una más de sus creaciones que sin importar si te gusta o no te gusta conforma parte de su obra. El aporte que se haga consiste en permitir a los lectores su lectura y que cada uno decida si valió o no la pena, y esto, además, a parte de los réditos que genere para sus herederos y editores

Explica que libros de Gabriel García Márquez “que me parecen, como a muchos, extraordinarios, pero hay otros que no. Pero sí sé que lo que he leído de él es tan disfrutable que vale la pena leer toda su obra. Si, además de esto es negocio, qué bueno para el sector editorial”.

Desde Santander (España), Paco Gómez Nadal, de la librería La vorágine, aclara que “el debate tiene muchas aristas. Puede ser de interés su difusión para contribuir al estudio del autor y de su obra, aunque creo, sinceramente, que este tipo de publicaciones inacabadas póstumas responde más a una necesidad voraz del mercado editorial de ‘estirar’ el efecto vendedor de los grandes nombres de la literatura, de los que más gancho tienen. Ha ocurrido con la publicación de novelas muy iniciales de algunos autores/as fallecidos/as que, aunque sí acabadas, ellos y ellas no defendían. Está ocurriendo con novelas a medio construir que terminan los familiares o que se publican en un estado de indefensión: sin el autor o la autora presentes nunca sabremos hacia dónde habrían derivado o cuántas revisiones y cambios hubieran sufrido, pero ya ellos o ellas no están para defenderlas. En general, no me gusta esta práctica que tiene mucho de fetichizar al autor o autora como ‘mercancía’ sin importar mucho el respeto de la obra”.

Sobre el caso de Franz Kafka, desobedecido por Max Brod, Paco Nadal hace un matiz: “Creo que este caso, aun siendo una traición a sus deseos, es diferente, ya que hablamos de obra acabada o considerada como acabada por el autor».

Desde Guadalajara, México, Verónica Mendoza Urita, de la librería Carlos Fuentes, se muestra entusiasta con la publicación del inédito del Nobel colombiano: “Celebrar la vida y obra de Gabriel García Márquez con la llegada de En agosto nos vemos, a una década de su partida, es un acontecimiento innegable. Una obra que confiamos se haya tratado con buen juicio, respeto y cuidado. Será un placer tenerla muy pronto en nuestras manos, y que le permita a los lectores refrendar su aprecio y cariño por un escritor único”.

Gustavo Arango, experto en la obra de García Márquez, escribió en el periódico español eldiairo.es: “En el archivo del Harry Ransom Center (al qu la familia legó todo el material del escritor) hay un informe de lectura que cuestiona la calidad de la novela. Es posible inferir que ese único juicio determinó la decisión inicial de la familia de García Márquez de que no se publicara”. Arango piensa que “ese esfuerzo de un hombre batallando con las últimas fuerzas creativas que le quedaban merecía consideración (se refiere a García Márquez en el tratamiento de cáncer y en su periodo de alzheimer). (…) Esta novela, la única suya donde el personaje principal es una mujer, representa un final mucho más digno para el conjunto de su obra”.

En 2024, el mundo de Gabriel García Márquez abrirá una nueva puerta que empieza así:

“Volvió a la isla el 16 de agosto en el transbordador de las tres de la tarde. Llevaba una camisa de cuadros escoceses, pantalones de vaquero, zapatos sencillos de tacón bajo y sin medias, una sombrilla de raso y, como único equipaje, un maletín de playa. En la fila de taxis del muelle fue directo a un modelo viejo y carcomido por el salitre. El chófer la recibió con un saludo de viejo conocido y se lanzó dando tumbos a través del pueblo indigente, con casas de bahareque y techos de palma amarga, y calles de arenas blancas frente a un mar ardiente”.

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Winston Manrique Sabogal

4 comentarios

  1. Debe publicarse la obra. «En Agosto nos vemos»

    Ahora que opinan sobre mi obra publicada en septiembre de 2022
    «EL CORONEL TIENE QUIEN LE ESCRIB» Está obra la escribi en memoria a Gabo, dando continuacion a la obra «EL CORONEL NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA»
    Donde despejo muchas dudas que dejo Gabo en si obra.

    isipem1270@gmail.com

  2. Pelotazo editorial del que estot en contra. Solo espero que nadie me lo regale, por favor. No hace mucho tuve que leerme la primera novela?de Saramago, regalo de mi mujer, y … Un Saramago reconocible pero nada que ver con su obra posterior. Dejen tranquilo al muerto y si quieren más dinero dedíquense a trabajar y no a estar a la sopa boba. El legado de Gabo merece el respeto que ahora le quieren negar.

  3. Pienso que como la Gabología se volvió profesión, darle una herramienta adicional de trabajo a quienes se dedican (¿obsesionan?) al estudio del Nóbel no es mala idea. Pero me parece que vender una especie de borrador como la gran obra póstuma sí es puro mercadeo para sacarle plata a un muerto. Simplemente agrego que ese es un privilegio legal de los herederos

  4. Si las ganancias de la edición fueran destinadas a obras de solidaridad humana, podría creerse en los motivos de sus herederos. Pero después de haber vendido los derechos de Cien Años para una pelicula, demuestran que para Rodrigo y Gonzalo G.B., no importa la memoria de su padre: solo hacer de sus restos, abono.

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