“Hay una noción de no repetir, de que la poesía no puede estar llena de lugares comunes. El reto del poeta es cómo decir algo con una voz nueva. Es el desafío constante. A medida que te haces más poeta y escribes más el desafío es mayor”. Son palabras de Gioconda Belli de 2020 que cobran vigencia tras la concesión del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2023. El galardón poético más importante de la lengua española y portuguesa se le concede, según el jurado, por “su expresividad creativa, libertad y valentía poética”.

Este premio, concedido por Patrimonio Nacional de España y la Universidad de Salamanca, “tiene por objeto premiar el conjunto de la obra poética de un autor vivo que, por su valor literario, constituya una aportación, relevante al patrimonio cultural común de Iberoamérica y España”. El ganador recibe 42.000 euros y la edición de un libro con antología de sus poemas que se entregarán en una ceremonia especial en otoño, en la Universidad de Salamanca.

Gioconda Belli (Managua, Nicaragua, 1948) reside en Madrid (España) desde febrero de 2023 luego de que el gobierno de su país, presidido por Daniel Ortega, le retirara su nacionalidad junto a 94 opositores, entre ellos el escritor Sergio Ramírez, Premio Miguel de Cervantes 2017.

En 1972 publicó su primer poemario, Sobre la grama, que ya incluía varios de sus temas: la mujer, la seducción, el amor, la búsqueda de la igualdad y la libertad. La escritora se incorporó en los años setenta al Frente Sandinista de Liberación Nacional que buscaba derrocar a Anastasio Somoza.  Lo consiguieron y se distanció del poder en 1993.

«Dos cosas decidieron mi vida: el país donde nací y el sexo con que vine al mundo. Si las emociones pueden repetirse o no ser tan nuevas o renovarse, hay cosas que no cambian. Yo no me he vuelto otra cosa que mujer y Nicaragua sigue siendo mi país, el que ocupa un enorme tiempo, amor y energía. ‘Nicaragua vos sos mi hombre con nombre de mujer’, escribí. El amor que yo siento es un poco desenfrenado. Es un amor que va más allá de la política, es sensual, epidérmico”, explicó Gioconda Belli en el Festival de Cine Cinexcusa, de Neiva (Colombia), en una video entrevista que le hice.

Esa misma entrevista, Belli agregó: “Por otro lado, mi ser mujer ha sido un desafío de cómo te afirmas en el mundo, de cómo vos sos y no te dejas envolver por todo ese programa del deber ser. El deber ser para la mujer es fortísimo. Yo viví los años sesenta de revolución y empecé a leer literatura de la liberación. Me volví feminista por mi madre, aunque ella no se hubiera definido como feminista me transmitió valores para desafiar convenciones de mi tiempo”.

Uno de sus primeros galardones literarios lo recibió en 1978, junto a la escritora Claribel Alegría: el Premio Casa de las Américas en el apartado de poesía por Línea de fuego. Sus siguientes poemarios los publicó entre 1982 y 1987: Truenos y arco iris, Amor insurrecto y De la costilla de Eva. Le siguieron El ojo de la mujer (1991), Apogeo (1997), Mi íntima multitud (2003), Fuego soy apartado y espada puesta lejos (2006), Escándalo de miel (2011), En la avanzada juventud (2013), Eva advierte sobre las manzanas(2014), El pez rojo que nada en el pecho (2020 y Premio Jaime Gil de Biedma ) y Una mujer furiosamente piel (2020).

Gioconda Belli debutó en la novela en 1988 con La mujer habitada. Otros títulos son Sofía de los presagios (1990), Waslala (1996), El pergamino de la seducción (2004), El Infinito en la Palma de la Mano (2008 y Premio Biblioteca Breve de Novela y Sor Juan Inés de la Cruz de la FIL de Guadalajara), El País de las Mujeres (2010), El Intenso Calor de la Luna (2015) y Las fiebres de la memoria (2018).

“Todo es algo misterioso. Hay una imaginación desbocada en cada poeta. La imaginación es lo principal en toda creación. Son cosas no premeditadas. Hay una noción de no repetir, de que la poesía no puede estar llena de lugares comunes. El reto del poeta es cómo decir algo con una voz nueva. Es el desafío constante. A medida que te haces más poeta y escribes más el desafío es mayor. El otro día pensaba que a medida que uno envejece las emociones ya las ha vivido. Alguien me preguntó si me quedaba algo por vivir”, ha dicho Belli.

Feminista declarada y combativa, para la nueva Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, “la feminidad es un poder que tenemos las mujeres. Tiene que ver con nuestro cuerpo, y no hablo de vender nuestro cuerpo, sino que hay una realidad. La presencia femenina tiene una vocación de belleza y no me refiero a la belleza del maquillaje, sino a que la mujer tiende a preocuparse porque algo esté bien, tenemos un instinto que tiene que ver con hacer el lugar donde estamos. Tenemos el cuidado de los hijos, es como si tuviéramos un chip, tiene que ver con algo biológico. No es invento, y y soy sumamente feminista, pero creo que no hay que renunciar ni a la belleza ni al instinto por la belleza del cuerpo. Al contrario, las mujeres hemos demostrado en esta pandemia que las mujeres gobernantes han hecho un gran papel, tienen el chip del cuidado; tenemos que cuidar el planeta, a nosotros mismos y no desperdiciar nuestra existencia, hacer grandes cambios”.

Sobre la violencia y maltrato que reciben las mujeres, Gioconda Belli ha explicado que “el problema de la marginación y violencia de las mujeres es problema de los hombres en gran medida y tenemos que combatirlo con ellos. Tenemos que reclutar a los hombres porque ellos son la causa del problema. Para que el problema cambie debe haber hombres. Muchos de estas nuevas generaciones tienen otra mentalidad. Un hombre le puede dar a otro hombre un mensaje más fuerte. Un hombre machista no ve el mensaje de la mujer de la misma manera que si se lo da otro hombre. Este es un problema social, no es de las mujeres. Hay otra dinámica que se va a crear y los hombres están siendo más demandados para participar en la vida de la familia”.

Uno de sus temas es el amor: “El ser humano tiene una gran sensación de soledad, porque nacimos solos y nos vamos a morir solos. Pero el amor es lo que nos salva de esta soledad. Incluso el acto sexual es la comunicación más profunda, cuando se convierten en un solo cuerpo es una unidad absoluta. El amor es ese deseo de estar con otra persona de manera profunda, que te vibra dentro de tu mente. Cuando sentís esa emoción logras esa comunicación de sentirte menos solo”.

En el pasado Festival de Centroamérica cuenta, Gioconda Belli habló sobre por qué escriben los escritores: «Escribir es como logro entender, entenderme y entender lo que pasa a mi alrededor. También es un territorio de enormes dudas, contradicciones, ¿quién soy? ¿qué pasado me habita? A veces pienso que no tengo más que colores y alas en el cerebro, pero avizoro alcázares de palabras que me piden la salida de mi imaginación para saberse verdaderos».

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