Funciones de la novela, espiritualidad, revoluciones, conflictos bélicos y fotografía fueron algunos de los temas abordados en el Hay Festival Cartagena de Indias 2023. La siguiente es una fotobitácora con momentos destacados:

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Abdulrazak Gurnah (Nobel de Literatura 2021 /Tanzania-Inglaterra, autor de Paraíso): «Aunque las historias de todas partes se pueden contar de cierta forma ya sea por un historiador, o un antropólogo, o incluso una conversación, lo que no siempre hacen es darte esa perspectiva más íntima sobre lo que está sucediendo detrás de bambalinas, ya que el lenguaje en el cual deben escribir exige que escriban con cierta distancia, pero en la ficción eso no es un problema. Uno puede ser tan superficial o tan profundo como uno quiera. Hay cosas que solo las novelas pueden decir, pero también le exigen al lector cierta disposición ya que si uno ve las novelas o un libro como una autoridad es muy fácil perderte en lo que está sucediendo en una novela y aquí es el lector el que debe tener ciertos supuestos, o ese entendimiento de que solo una novela puede contarte eso ya que en caso contrario te podría molestar o incomodar una novela.”.

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Bernardine Evaristo (Inglaterra, autora de Raíces rubias): “Raíces rubias es un libro de realidad alternativa donde los blancos son esclavos. Quería hacer algo diferente e inesperado sobre este tema que me apasiona. Es una sátira y, probablemente, mi libro más arriesgado. (…) La literatura actual es sobre gente joven, incluso los autores mayores escriben sobre gente joven, como si los mayores de 35 no fueran personas o personajes complejos y fascinantes”.

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Andréi Kurkov (Ucrania): “Me horroriza pensar qué es lo que quedará de esta guerra en oriente, los nombres geográficos de lugares que ya no existen, el costo se sentirá en Ucrania por muchos años”.

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Pablo d’Ors (España, autor de Biografía de la luz): “La gente identifica la religión con las creencias, con creer cosas, pero no es la verdad más rotunda. Lo esencial de la religión no son las creencias, sino la confianza. Creer en Dios para los cristianos, como yo, significa creer que hay un fundamento para la esperanza, que el mundo no nos es adverso, ni siquiera neutro, porque el mundo nos es propenso. Por eso creo que creer es saludable. La confianza, al igual que la esperanza, es una virtud”.

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Jean-Baptiste del Amo (Francia, autor de El hijo del padre): “Tengo una relación de fascinación con la literatura latinoamericana. Aquí fue donde nació el realismo mágico y hay voces que emergen en estos países, que se apoderan de esta herencia y que quieren renovarla”.

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Jacqueline Novogratz (Estados Unidos, autora de Manifiesto para una revolución moral): “El futuro debe reconocer que somos interdependientes. Creo que eso es lo que subyace en este marco moral sobre el cual debemos construir nuestro sistema, si queremos un planeta que nos alimente y que permita a nuestros hijos triunfar. Estoy convencida de que es UNA opción, UNA decisión, la que tomamos para crear un mundo mucho más inclusivo que ofrezca más posibilidades”.

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Daniel Mordzinski (Argentina-Francia / fotógrafo, coordinador del libro Hotel Chile, homenaje a Luis Sepúlveda): “La fotografía sirve para regresarnos pedacitos de vida. Recordar momentos con gente querida… En mis travesuras visuales cada pared es un escenario y en cada rincón se descubre una nueva luz. Cuando pones la tecnología al servicio del sentimiento y la pasión, todo es mucho mejor para la fotografía”.

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Leonardo Padura (Cuba, autor de Personas decentes): «Necesitamos creer en algo. Eso se ha hecho muy evidente en Cuba en los últimos 30 años. Después de establecer en Cuba como política oficial el ateísmo científico, incluso se daban clases de ateísmo científico, en Cuba hoy hay más creyentes que nunca, en todas las religiones, sectas y modalidades posibles, pero preferiblemente las religiones cubanas de origen africano, pero ya se han transformado tanto por su carácter pragmático porque son religiones a las que tu vas a ver a la persona que la practica para ver y resolver un problema de tu vida cotidiana y los cubanos tenemos tantos problemas en nuestra vida cotidiana que, en definitiva, todos tenemos que ir a un santero, en algún momento, para que nos diga de qué manera podemos resolverlo”.