El optimismo no era infundado y los lectores respondieron. La edición 81 de la Feria del Libro de Madrid terminó este 12 de junio de 2022, después de 17 días, con cifras un poco superiores a las de 2019, antes de la pandemia covid-19: 3.1 millones de visitas (en 2019 fueron 2.3 millones) y 10.2 millones de euros en ventas (un 2% más que en 2019 que alcanzó los diez millones). La facturación de la Feria suele representar para los libreros un porcentaje anual de entre el 10 y el 15 por ciento del total de ventas, que este año es crucial.

Con estos resultados, la feria madrileña, la primera bajo a dirección de Eva Orúe, da un espaldarazo importante al sector editorial en vísperas del casi inevitable aumento del precio de los libros, ante la subida del papel por su escasez, con lo cual podría amortiguar un horizonte próximo dudoso. Esta medida de aumentar el precio se ha aplazado y, parece, que se hará efectiva a partir de septiembre, para no afectar el impulso de la campaña de verano, abierta en la Feria de Madrid. Ello podría generar un descenso en las ventas de otoño-invierno, teniendo en cuenta, además, la campaña de la vuelta al colegio que es prioritaria para los padres.

La Feria ocupó la misma extensión de los últimos años: más de un kilómetro, pero con más casetas: 378, más de 400 expositores, tuvo más de 300 actividades y se organizaron 5.881 sesiones de firma a cargo de 4.018 autores: 2.182 hombres y 1.836 mujeres. 

La novela sigue indestronable entre los géneros literarios más pedidos, creció la presencia de público entre semana y aumentaron los autores leídos por los jóvenes que se mueven más en las redes sociales y por los canales no habituales lo cual hizo que bajara la media de edad de los visitantes ante la visita de muchos jóvenes en busca de las firmas de sus autores.

Eva Orúe, directora de la Feria del Libro de Madrid, destaca tres factores que justifican el éxito de esta edición, según la propia organización: «Por un lado, que tras dos años de dificultades se haya podido recuperar cierta normalidad para que los expositores se reencuentren con el público lector. En segundo lugar, el buen funcionamiento de los nuevos espacios de firma con los que se ha conseguido descongestionar la parte central del Paseo de Coches.  ‘El esfuerzo de la organización para atraer el público juvenil y organizar las largas colas ha dado buen resultado. Creamos cuatro espacios estratégicos para aquellas firmas que pudieran provocar más afluencia de visitantes y mantener así el recorrido de la Feria con un tránsito adecuado’, afirma. Y por último, la programación enfocada a potenciar ‘dos objetivos que a veces no están en primera línea, como son el fomento de la lectura y la escritura en las primeras edades. Como decía Almudena Grandes, a quien se homenajeó el sábado, la lectura y la escritura son las dos caras de la misma moneda». 

El Pabellón CaixaBank de Actividades Culturales consiguió atraer a 2.363 personas para asistir a sus 76 actividades.

El Pabellón Infantil organizó 91 actividades. Participaron 30 colegios en 34 actividades. El promedio de asistencia entre semana a este espacio de la Feria ha rondado las 200 personas /hora. Durante el fin de semana han llegado a 300. 

El último fin de semana de Feria lo resumimos en las siguientes imágenes:

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