¿Deben tener los escritores y artistas un papel activo en los asuntos de la vida pública y el poder, más allá de la creación de sus obras? Aunque la gente suele esperar que los creadores ejerzan cierto papel de intelectuales, no tienen la obligación de participar en debates públicos, lo más importante está en sus obras que ya intervienen en un escenario abierto y es allí, en garantizar su calidad, donde está su principal deber. Estás son las conclusiones de siete escritores de América Latina y España consultados por WMagazín, con motivo del evento Con Acento. III Encuentro de creadores iberoamericanos, bajo el título Literatura y poder en el siglo XXI, que convoca a una treintena, del 8 al 10 de abril de 2024, en Madrid.

El tema elegido, Literatura y poder en el siglo XXI, se debe, según los organizadores, a que “en una época con tantas tensiones como la nuestra es especialmente relevante analizar el papel que juegan las y los escritores y artistas, y permitir, una vez más, que sean autores de ficción quienes expresen sus puntos de vista sobre temas de interés público. Reflexionarán sobre la idea misma del intelectual público en nuestro tiempo y sobre algunos de los asuntos capitales que nos cuestionan y cimbran día tras día”.

Es un tiempo poco amigo de la sensatez y el respeto, por lo que muchas personas esperan voces sólidas y serenas. Un modo de contrarrestar una época estridente donde se socava la convivencia y en la que todo el mundo habla y pontifica, con o sin conocimiento, sobre las tensiones y preocupaciones en el mundo: aumentan las grietas en la democracia, se ahonda la polarización de la sociedad en todo tipo de temas, la clase política no parece la más indicada para estos tiempos, los populismos de todos los sectores avanzan, la ética es a conveniencia de cada uno, la violencia, la corrupción y la impunidad suben en espiral, movimientos como los feministas y de igualdad ofrecen varias lecturas que parecen irreconciliables, las fake news afloran asilvestradas, la ciudadanía no se muestra interesada en informarse y contrastar hechos adecuadamente, se abre paso la tiranía del pensamiento único que “cancela” a personas de ideas contrarias o hegemónicas, los periodistas han dejado la neutralidad profesional para convertirse en activistas políticos y los medios de comunicación han perdido credibilidad, mientras internet y las redes sociales sirven para atizar la radicalización, la intolerancia y la confusión.

En Con Acento. III Encuentro de creadores iberoamericanos: Literatura y poder en el siglo XXI participan nombres reconocidos por el gran público como el argentino Martín Caparrós o emergentes como la mexicana Jazmina Barrera. Se trata de un proyecto organizado por la Fundación Casa de México en España y la Universidad Nacional Autónoma de México, a través del Centro de Estudios Mexicanos UNAM-España, la Dirección de Literatura y Fomento a la Lectura y la Cátedra Carlos Fuentes de Literatura Hispanoamericana.

WMagazín invitó a siete de los creadores que participan en el Encuentro a responder tres preguntas básicas, a sabiendas de que cada pregunta puede necesitar un libro:

1- ¿Deben tener los escritores y artistas un papel activo en los asuntos de la vida pública y el poder, más allá de la creación de sus obras? Si es así, ¿cuál sería y por qué?

2- ¿Cuál o cuáles son los principales peligros y desafíos que enfrenta la democracia y qué podríamos hacer los medios y la sociedad?

3- ¿Qué libro o libros recomienda para conocer mejor algún problema o situación que considere relevante entender de América Latina o del mundo?

Las opiniones de todas las personas son respetables, pero no todas tienen el mismo valor; hay quienes responden con argumentos documentados y analizados, no solo con los sentimientos e impulsos viscerales radicalizados. Lo cierto es que los comentarios, opiniones y análisis de los creadores, desde un escritor hasta un pintor, suelen ser interesantes porque se les presupone un cierto conocimiento y reflexión, si bien no son especialistas en temas concretos, sí han pensado sobre ellos, porque, además de hacerlo como ciudadanos, a veces, han investigado para desarrollar una obra o una conferencia.

Las siguientes son las respuestas a la primera pregunta:

¿Deben tener los escritores y artistas un papel activo en los asuntos de la vida pública y el poder, más allá de la creación de sus obras? Si es así, ¿cuál sería y por qué?

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Jazmina Barrera (México)

Pienso que el único deber de un artista es crear desde una genuina necesidad estética. Deben tener la libertad para decidir la forma en la que participan en la vida pública. Hoy en día hay una tremenda presión del mercado para que escritores y artistas opinen, figuren y creen «contenido», en especial a través de las redes sociales. Esa exigencia me parece tiránica. Hay quien puede sacarle provecho, pero el resto estamos en nuestro derecho a resistirnos. Tenemos derecho a opinar sólo cuando nos sentimos informadas, cuando tenemos algo que aportar o queremos sumarnos a alguna causa, y cuando podemos soportar el tiempo y la energía que requieren las respuestas (muchas veces violentas) a nuestras opiniones.

• Jazmina Barrera (Ciudad de México, 1988). Su libro más reciente es La reina de espadas (Lumen).

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Rosa Beltrán (México)

No deben tenerlo necesariamente. Sin embargo, se espera de un escritor o escritora que sea también un intelectual. Que teniendo una voz pública incida en el campo político y social. Creo que a pesar del descrédito generalizado sobre el escritor como intelectual, del manejo mediático que no nos permite escuchar otra cosa más que “estás conmigo o estás contra mí”, a pesar de vivir en la época de la posverdad y a pesar de la crítica a la figura del autor como intelectual, éste debe seguir teniendo como tarea esencial entender el espacio y el momento en el que vive y narrarlo a través de un lenguaje único.

• Rosa Beltrán (Ciudad de México, 1960). Su libro más reciente es Radicales libres (Alfaguara).
  

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Matías Celedón (Chile)

La posición del artista, y en particular del escritor, es siempre minoritaria y en cierto sentido privilegiada. Su aporte es la perspectiva, la posibilidad de articular en su pequeño espacio de libertad nuevos relatos y sentidos que permitan transitar el malestar que supone habitar la contemporaneidad. Más allá de eso, no me parece que deban ser necesariamente activos o tengan que ejercer un rol determinado. Sobre todo, considerando los tiempos que vivimos, creo que es casi irrelevante. Me parece que la manera más poderosa que tienen los escritores y escritoras de intervenir en la vida pública es a través de sus obras, y para escribirlas muchas veces resulta necesario mantenerse al margen.

• Matías Celedón (Santiago de Chile, 1981). Su libro más reciente es El clan Braniff (Hueders).

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Daniel Gascón (España)

No sé si deben: hay muchos escritores y artistas que no los tienen. No me parece que las opiniones de los artistas y escritores estén más fundadas que las de otros profesionales, y posiblemente esto es un understatement. Pero, como los demás ciudadanos, tienen derecho a hacerlo y a participar en el debate, a exponer su punto de vista e intereses, y los demás podemos juzgar la calidad de sus argumentos.

• Daniel Gascón (Zaragoza, 1981). Su libro más reciente es El padre de tus hijos (Random House).

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Carlos Granés (Colombia)

No lo creo. El artista es libre, y en ejercicio de su libertad puede rechazar el debate público e interesarse por asuntos u obsesiones privadas.

• Carlos Granés (Bogotá, 1975) Su libro más reciente es Delirio americano. Una historia cultural y política de América Latina (Debate).

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Pola Oloixarac (Argentina)

Vivimos en tiempos interesantes, y por suerte hay muchos tipos diferentes de escritores. Están los escritores que tienen hambre de mundo, y hay otros que le rehúyen, porque se sienten devorados por él. Yo disfruto terriblemente de mi apetito por el mundo, me gusta dejarme devorar por él.

• Pola Oloixarac (Buenos Aires, 1977). Su libro más reciente es Galería de celebridades argentinas (Libros del Zorzal).

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Edmundo Paz Soldán (Bolivia)

Lo más importante de un escritor está en sus obras. Eso ya es participar de manera activa en la vida pública, aunque a veces no lo parezca. Si, más allá de eso, a uno le interesa tener un papel activista con alguna causa, o ser parte del debate político y social cotidiano, bienvenida sea esta participación.

• Edmundo Paz Soldán (Cochabamba, 1967). Su libro más reciente es La mirada de las plantas (Almadía).

Con Acento. III Encuentro de creadores iberoamericanos, bajo el título Literatura y poder en el siglo XXI tiene doce mesas redondas con temas como Caos o esperanza. ¿Cuál es el panorama de las relaciones entre literatura y poder en el siglo XXI?, Indiferencia o compromiso. ¿Es relevante el compromiso de los intelectuales hoy?, Revolucionarias o conservadoras. ¿Cuál es el impacto de los movimientos feministas
en la política y la cultura? y ¿Cuál es el impacto de los populismos en América Latina?.

Jazmina Barrera se muestra entusiasmada de dialogar con colegas de distintas nacionalidades sobre temas tan relevantes para el contexto actual. Matías Celedón considera que “desde la narrativa y el relato, por ejemplo, la literatura tiene mucho que decir a la comunicación política por estos días”.

• Próxima entrega. ¿Cuál o cuáles son los principales peligros y desafíos que enfrenta la democracia y qué podríamos hacer los medios y la sociedad?

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