El azul ha desaparecido del cielo. Las nubes han descendido hasta casi tocar los edificios más altos de Bogotá en una danza donde se inflan y desinflan creando todas las gamas de grises que murmuran y culebrean luces cobrizas fugaces. En el centro de la Sabana de Bogotá, a 2.500 metros de altura, detrás del gran arco plateado de Corferias, una valla vertical metálica entretejida con hilos de fieltro de lana pareciera querer aplacar los miedos con la frase: España. Una cultura para la paz. Es la invitación para entrar en el pabellón de España como País Invitado de Honor de la 37ª Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo), del 25 de abril al 11 de mayo.

España vuelve a la FILBo después de 33 años, cuando fue la invitada, en 1992, año del quinto centenario de la llegada de Colón al continente, “y, desde entonces, todo ha cambiado para los dos países”, afirmó Ernest Urtasun, su ministro de Cultura, en la inauguración. Solo en el ámbito editorial, España se ha consolidado como el epicentro de la industria editorial en español y la quinta industria del libro, tras Francia, Estados Unidos, Inglaterra y Alemania; y la feria bogotana es la tercera más importante de Latinoamérica, tras las de Guadalajara (México) y Buenos Aires.

Dentro del pabellón, una nave inmensa de techo ovalado, la oscuridad se azulea por cortesía de una pared muy larga con un vídeo que cuenta el proyecto literario y cultural que España despliega en esta feria. Es la primera pista de lo que se ha llamado Textum / Süchi. Tejer territorios, un espacio de tres mil metros cuadrados que “rinde homenaje a la tradición de las bibliotecas rurales ambulantes, un símbolo de paz compartido por Colombia y España”, según Antonio Monegal, comisario del proyecto, escritor y Premio Nacional de Ensayo 2023 por su libro Como el aire que respiramos: el sentido de la cultura. Se trata de una propuesta organizada por el Ministerio de Cultura español y Acción Cultural Española (AC/E). El pabellón, creado por un equipo de arquitectos y diseñadores, “se caracteriza por su enfoque en la reutilización de materiales. Una vez finalizada la feria, los elementos tendrán una segunda vida gracias a la colaboración con instituciones colombianas”.

La convivencia de la diversidad y el mestizaje en diferentes ámbitos creativos y sociales caracterizan la presencia de España con 139 escritores, (de diferentes procedencias, lenguas y géneros literarios), dos exposiciones alrededor de la paz, un par de espacios de charlas, debates y conferencias, un cubículo circular de video poesía, otro que proyecta entrevistas con libreros y una gran librería con quince mil libros expuestos en estanterías que rinden homenaje a las librerías y bibliotecas rurales ambulantes.  El pabellón es del equipo de arquitectos Luis Alexandre Casanovas, Enrique Espinosa, Santiago Pradilla y la diseñadora Paula Chalkho (Murray).

El programa aborda temas en los que dialogan y se enriquecen la literatura y la realidad de temas clave como la memoria histórica, la diversidad de género, los desplazamientos e identidades, los desafíos del mundo contemporáneo y, claro, la importancia del libro, la lectura y sus agentes dinamizadores como pilares no solo de la educación, sino, también, del progreso de la sociedad. En los diferentes eventos la diversidad lingüística ocupa un lugar destacado con la participación de escritores en castellano, catalán, vasco, gallego y asturiano “como reflejo de la realidad de España como país de acogida de colectivos de origen nacional diverso”, según el Ministerio.

Entre los 139 autores figuran: Javier Cercas, Rosa Montero, Marina Garcés, Fernando Aramburu, Clara Usón, Kirmen Uribe, Yolanda, Castaño, Agustín Fernández Mallo, Luis García Montero,  Margarita Kakovenko, Paloma Chen, Jaime Arracó, Pilar Adón, Safía El Aaddam, Jorge Carrión, Manuel Vilas, Juan Tallón, Ebbaba Hameida…

Es aquí donde entra en juego la bibliodiversidad, con la presencia de editoriales independientes que representan el 60% de los sellos editoriales de la delegación. Se abarcarán todos los géneros literarios, desde poesía y ensayo hasta narrativa, cómic y dramaturgia. El programa, señala el Ministerio, también incluirá sesiones «in memoriam» para rendir homenaje a Almudena Grandes y Jorge Semprún, así como a escritores cuyo centenario de nacimiento se cumple en 2025, como Carmen Martín Gaite, Ana María Matute, Josep Maria Llompart e Ignacio Aldecoa. También se recordará la relación entre la agente literaria Carmen Balcells y Gabriel García Márquez.

Si los libros son los protagonistas y son omnipresentes en estos tres mil metros cuadrados las artes visuales son sus compañeras ideales con tres exposiciones:

• Miradas que atraviesan: Una exposición fotográfica que aborda temas como las rutas migratorias, la violencia sexual y la memoria histórica.
• Memoria dibujada: Una muestra que rinde homenaje a la contribución del cómic a la recuperación de la memoria histórica en España.

A estas dos exposiciones se suma una tercera fuera del pabellón y del recinto ferial: Exhumar la memoria. Se puede ver en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación (CMPR) de Bogotá, que establece un diálogo entre el trabajo fotográfico de Francesc Torres sobre las fosas comunes de la Guerra Civil Española y la documentación forense de una fosa común en Bogotá.

El recorrido por el pabellón de España termina con el área de Tapeo.

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