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Vendedoras de frutas en el casco histórico de Cartagena de Indias. /Fotografía de WMagazín

La sociedad civil debe ser más activa ante la crisis económica y climática, piden expertos del Hay de Cartagena

Joseph Stiglitz, David Wallace-Wells y seis especialistas más en economía y ecología hacen sonar las campanas de alerta en el festival literario de la ciudad colombiana.

Las campanas de alarma por el futuro del mundo sonaron en Cartagena de Indias (Colombia) y repicaron en un llamamiento a la sociedad civil para que sea más activa y revierta algunas crisis. El futuro es muy gris por culpa de la economía más capitalista, los derroteros del cambio climático y el poder enorme que se ha dado a los colosos tecnológicos. Lo expresaron de diferentes maneras Joseph Stiglitz, David Wallace-Wells, Ha-Joon Chang, Alexandre Antonelli, Wade Davis, Andrea Wulf, Philip Ball y Rosie Boycott en el XV Hay Festival de Cartagena de Indias 2020. (30 de enero al 2 de febrero).

El Nobel de Economía Joseph Stigliz recordó que todo está interrelacionado, política, economía, ecología, gobierno, educación y sociedad. En su conversación con Moisés Naím explicó en cómo el aumento de las desigualdades sociales, la asimetría de la información, los mercados desregularizados en las últimas décadas y cierta inacción de los estados ha contribuido a las diferentes y continuas crisis económicas mundiales, y por ende en el panorama gris del planeta.

El sistema actual, según Stiglitz, «ha contribuido a la crisis climática». Por eso para Stiglitz es importante y urgente un capitalismo progresivo que reduzca las desigualdades. Recordó que cada vez son unos pocos quienes sustentan una gran acumulación de capital. «En Estados Unidos, por ejemplo, el ingreso del 1% de la población ha aumentado, mientras el ingreso promedio del 90% se ha estancado». Una solución, según el Nobel, es un impuesto a la riqueza mayor.

Sobre la situación financiera criticó su sistema actual de desregulación y la manera como el Estado los rescató en la crisis: «Cuando se piensa en un punto de equilibrio no se trata de involucrar solo al mercado y al gobierno sino que la sociedad civil pueda actuar como algo que controle los abusos de poder».

Las continuas crisis financieras, ya van más de cien, desde los años ochenta se debe, asegura Stiglitz, a la desregulación instaurada desde entonces. En cambio puso como ejemplo la manera en que después de la Gran Depresión de 1929 el mercado estuvo mas regulado y se logró un mundo más estable. Todo este sistema del capitalismo sin control serio y regulado solo por los más ricos ha contribuido al impacto ambiental.

Joseph Stiglitz fue consejero del presidente de Estados Unidos Bill Clinton en los años noventa y vicepresidente del Banco Mundial antes de ganar el Premio Nobel de Economía en 2001. Es muy crítico con la globalización y las economías de libre mercado. Una visión que ha plasmado en libros como El precio de la desigualdad, El malestar en la globalización y  Capitalismo Progresista: cómo responder a la era del malestar. En este último «diagnostica las problemáticas que surgen a partir del modelo económico dominante en el mundo actual: creciente desigualdad social, desempleo y economías pequeñas estancadas a favor de grandes corporaciones».

Otro de los invitados más esperados del Hay Festival fue David Wallace-Wells periodista especializado en temas del cambio climático. Su libro El planeta inhóspito: La vida después del calentamiento «pone en contexto las urgentes dimensiones de las amenazas del cambio climático para la vida en la Tierra y el desastre ecológico que potencialmente puede ocurrir dentro de tan solo una generación».

Para Wallace-Wells los cambios climáticos están ocurriendo más rápido de lo que se ha dicho y la gente piensa. El periodista estadounidense recordó en sus intervenciones en el Hay que, según la comunidad científica, el impacto del cambio climático sobre la economía afectará, y ya lo está haciendo, la cadena de producción alimentaria, además de generar conflictos de diferente índole, desde desestabilidad emocional hasta las migraciones y guerras. La geografía cambiará no solo por la subida del nivel del mar sino por los cambios de temperatura. Podría haber más de un millón de refugiados climáticos, más de cien millones de muertos por la contaminación y cambios impredecibles en las relaciones.

Sobre estos temas también participaron el Hay Ha-Joon Chang, especialista en la economía del desarrollo muy crítico con el modelo neoliberal; Philipp Ball es un físico, químico y divulgador científico y tiene especial interés por la ingeniería genética y sus implicaciones para el futuro de la humanidad; Rosie Boycott, escritora, editora, periodista y consejera del alcalde de Londres para optimizar estrategias que garanticen la alimentación sana, universal y sostenible en la ciudad; Wade Davis, antropólogo, etnobotánico, explorador y escritor canadiense que ha recorrido el mundo conociendo y documentando las formas de vida de comunidades indígenas; Andrea Wulf, biógrafa de Alexander von Humboldt, «considerado el padre de la ecología y uno de los primeros en reconocer la naturaleza como un sistema interconectado en el que las diferentes especies viven, prosperan y mueren en relación con las demás»; y Alexandre Antonelli, director de ciencia en Kew, «donde aborda problemas del mundo actual, como la desigualdad, el cambio climático y la degradación ambiental, utilizando soluciones a base de plantas».

Winston Manrique Sabogal

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