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Detalle de la novela gráfica ‘El infinito en un junco’, de Tyto Alba, basada e el libro homónimo de Irene Vallejp. /WMagazín

Las claves del éxito de la novela gráfica basada en libros contemporáneos, según sus ilustradores

Se trata de una tendencia en auge que conecta a las nuevas generaciones con obras importantes: de 'El nombre de la rosa' y 'El mundo de Sofía' a 'El infinito en un junco' y 'Los pacientes del doctor García'. Los secretos del trasvase de estos long sellers a la novela gráfica lo cuentan varios artistas a WMagazín, con la colaboración de Endesa

El cómic y la novela gráfica son el nuevo cine y televisión para la literatura. Es el nuevo gran aliado que con sus adaptaciones de obras contemporáneas, convertidas en long Sellers, atrae a más lectores de las nuevas generaciones que quieren saber más y van a la fuente original: el libro. Desde El mundo de Sofía, de Jostein Gaarder, y El Nombre de la rosa, de Umberto Eco, hasta El infinito en un junco, de Irene Vallejo, y Los pacientes del doctor García, de Almudena Grandes. Pero, ¿cuál es le secreto de esta nueva conquista literaria? ¿Quiénes son los ilustradores y artistas que están ampliando estos espacios literarios? ¿Cómo afrontan la creación de mundos y dimensiones complementarias del libro?

Es la consolidación del nuevo romance de la creación literaria donde la novela gráfica y el cómic cuya expansión-adaptación a estos formatos brinda, incluso, aportaciones a la obra original. Ya no es un territorio para obras clásicas, de la Iliada, de Homero, y La divida comedia, de Dante, a títulos indiscutibles del siglo XX como En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust, o 1984, de George Orwell.

Lo que está ocurriendo es importante porque significa una mejora en la percepción del cómic como medio, explica Víctor Santos responsable de adaptaciones como Fahrenheit 451. El cómic tradicionalmente, añade Santos, “se ha considerado de manera muy estereotipada como un género y no un medio. En España se asociaba a los tebeos de humor de Bruguera y en Estados Unidos el cómic era sinónimo de superhéroes, por ejemplo. El hecho de que los autores y autoras lo usemos para contar historias de todo tipo, desde biográficas a serie negra, periodísticas o adaptando novelas, es un síntoma de su enorme potencial”, afirma Víctor Santos.

Esos son algunos de los motivos por los cuales Christian Montenegro no comparte la visión de la novela gráfica como un lenguaje para lectores vagos: “La novela gráfica es un lenguaje en sí mismo y no el hijo bastardo degenerado de la literatura y la ilustración. Y no solo eso, sino que, además, es de los lenguajes más complejos y difíciles de ese universo al que podemos llamar oficio gráfico”.

Un asomo veloz a la historia del género y cómo conecta con la gente lo recuerda Luis González, director de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez:

“En las décadas inmediatamente anteriores a la invención de la imprenta tuvo bastante difusión la publicación de obras realizadas como series de xilografías -una tabla con una imagen y un texto breve- ¿era una historieta del siglo XV? Cuando yo era muy pequeño había ediciones de novelas de Verne, Dickens o Scott (Colección Historias de la Ed. Bruguera) con una página de cómic que aspiraba a sintetizar lo más relevante, en términos de la acción o la trama, de las diez páginas anteriores con texto original. Mi primera lectura de Invanhoe, por ejemplo, fue saltando de una página con viñetas a la siguiente ¿Qué pasaba después? Pues que decidía leer todo el texto original completo.

Para los lectores intensivos la puerta de entrada es la novela, pero para otro tipo de perfiles la novela gráfica puede estar funcionando como estímulo para entrar en una narración, un género o, directamente, a la lectura de libros como forma de ocio”.

Mosaico de novelas gráficas sobre obras contemporáneas. /WMagazín

Sobre el éxito de esta tendencia y la manera como los ilustradores, artistas y editores están enriqueciendo este mundo del libro y la lectura, WMagazín preguntó a varios de ellos cuestiones como:

¿Qué significa para los ilustradores y artistas el auge del género en esta línea?

¿Cómo afrontan esta misión de versionar o adaptar obras importantes?

¿Creen que se trata de un cambio de paradigma de lectura?

Las siguientes son las respuestas de ilustradores y artistas (las de los editores las puedes ver AQUÍ):

Nicoby y Vincent Zabus: 'El mundo de Sofía 1 y 2' (Siruela)

¿Qué fue lo más difícil de abordar en una obra como El mundo de Sofía y cómo incorporaron temas actuales?

Nicoby: La sociedad ha evolucionado. Esto suscitó interrogantes en el momento en que se escribió la novela y no siempre suscita tantas preguntas y, a la inversa, era inimaginable para nosotros no adaptar las palabras de Sofía y los filósofos al mundo actual. Pero todo sucedió de forma natural. El propio Jostein Gaarder reconoció que nuestra adaptación fue muy respetuosa con la obra original.

Zabus: La mayor dificultad fue procesar la masa de información manteniendo una dimensión lúdica en nuestro álbum. Así que primero tuvimos que elegir lo que nos parecía esencial. Luego encontrar formas de contar eso con el lenguaje de los cómics.

Incorporar temas actuales fue para nosotros una parte apasionante del trabajo, un espacio de invención, donde pudimos razonar el pensamiento de filósofos de todas las épocas con preguntas de hoy.

¿Qué cree que significa el aumento de este género de la novela gráfica / cómic sobre libros importantes contemporáneos y qué aporta?

Nicoby: No siento que haya cambiado mucho mi forma de trabajar. La principal novedad está a los ojos del público y de los medios de comunicación en el sentido de que, hoy, se entiende que el medio cómic puede abordar todos los temas. Pero, para mí, todavía se trata de contar historias tratando de hacerlas lo más claras posibles, lo más agradables de ver.

Zabus: La novela gráfica nos permite tener una paginación significativa que nos deja suficiente espacio para desarrollar una historia ambiciosa, pero también tener la libertad de tratar temas y personajes con profundidad, saliendo del marco estereotipado. El interés específico de adaptar una novela es trabajar la forma propia de nuestro arte, el cómic, para encontrar cómo transponer un pensamiento a nuestro lenguaje. Se trata de mantener el espíritu y no la letra del texto original. ¡Es apasionante!

¿Se trata de un cambio de paradigma en la lectura y acercamiento a las obras importantes para las nuevas generaciones, etc., de las que se dice que leen menos de la forma tradicional?

Nicoby: Es difícil de decir. ¿Realmente la gente lee menos? ¿O leen de manera diferente? Una vez más, los cómics ofrecen un enfoque más lúdico que quizás encaje mejor con nuestros tiempos. En el caso del mundo de Sophie, es la oportunidad de pasar en un instante de un filósofo a otro, de una época a otra. Narrativamente es muy rápido, también porque nos hemos acostumbrado a estas posibilidades en los cómics.

Zabus: Los lectores que han leído cómics desde pequeños han integrado los códigos de lectura, es natural y accesible para ellos leerlos. Algunos de ellos, quizás, no tengan la misma costumbre, la misma facilidad para leer novelas y ensayos. El cómic es, por tanto, una puerta de entrada a la ficción, la no ficción, etc. El cómic forma parte de su cultura. De esta forma, nuestra versión de El mundo de Sofía les facilita la comprensión del contenido. No creo que sea más fácil leer cómics en términos absolutos, pero, para aquellos que tienen este hábito, es un punto de entrada más fácil. De esta forma, podemos llegar a un público específico que no habría leído la novela original.

Tyto Alba: 'El infinito en un junco' y 'El olvido que seremos' (Salamandra)

¿Cómo ha sido afrontar El infinito en un junco y qué ha sido lo más difícil de su adaptación? ¿O hay alguna aportación propia?

Lo más difícil, dada su extensión era poder resumir dentro de lo posible un libro en el cual cada página contiene al menos una o más historias interesantísimas y difíciles de descartar. De vez en cuando me he permitido el lujo de alguna secuencia o ilustraciones a toda página, pero en general se trata de un cómic con texto como para dedicar un tiempo a su lectura.

¿Qué cree que significa el aumento de este género de la novela gráfica / cómic sobre libros importantes contemporáneos?

Significa que desde hace varios años el cómic es un medio que ha despertado el interés y que tiene más lectores y más variados que antes. Ahora se hacen más adaptaciones, pero de la misma manera que se han hecho siempre muchas adaptaciones de libros al cine.

¿Se trata de un cambio de paradigma en la lectura y acercamiento a las obras importantes para las nuevas generaciones, etc. de las que se dice que leen menos de la forma tradicional?

Yo no suelo pensar mucho en eso. Quiero creer que en las nuevas generaciones también hay gente a la que le gusta leer de manera tradicional, sean novelas, ensayos o comics. Pero es cierto que adaptaciones como estas pueden llamar más la atención a gente que no suele dedicar tanto tiempo a la lectura, que les causa indecisión por ese motivo comprarse un libro etc. Y, quizás, después de leerse la adaptación en cómic se compren el libro original, como pasó con mi libro anterior. El olvido que seremos. Quizás, incluso, ese lector se interese por otros libros… o por otros cómics.

Claudio Stassi: 'Nada', 'La ciudad de los prodigios' y 'Los pacientes del doctor García' (Planeta Cómic)

¿Qué cree que significa el aumento de este género de la novela gráfica / cómic sobre libros importantes contemporáneos?

Decidí trabajar en estas adaptaciones porque siempre quise hacer adaptaciones de importantes obras literarias. Dar rostro a Onofre en La ciudad de los prodigios, bajo los consejos de Eduardo Mendoza o crear el de Guillermo en Los pacientes del Doctor García, con Almudena Grandes encantada de mis dibujos, solo ha sido un gran honor y un privilegio. Creo que este amor que pongo en mis libros viene captado por parte de los lectores no solo de cómic, sino también de libros. Se crea una sinergia, una complicidad entre lector y autor que lleva la obra más allá de un simple “producto comercial”.

¿Se trata de un cambio de paradigma en la lectura y acercamiento a las obras importantes para las nuevas generaciones, etc. de las que se dice que leen menos de la forma tradicional?

Me ha pasado, por ejemplo, mucho con Nada (de Carmen Laforet), encontrando y charlando con muchos/as lectores/as que han regalado la novela gráfica a sus hijos/as o nietos/as y que esta lectura se haya convertido en un primer paso a la siguiente lectura de otro libro de Laforet o de Almudena, etcétera. O sea, que este nuevo “género” puede que dé paso a un mayor acercamiento por parte de las nuevas generaciones hacia el descubrir las grandes obras literarias de la literatura, y para los lectores de libros hacia descubrir un nuevo lenguaje como es el del cómic. Todos salimos ganando.

 

Albert Monteys: 'Matadero cinco (Astiberri)

¿Qué cree que significa el aumento de este género de la novela gráfica / cómic sobre libros importantes contemporáneos?

Las adaptaciones literarias han estado siempre ahí, desde las Joyas Ilustradas Juveniles de Bruguera hasta nuestros días. Imagino que la corriente editorial actual se basa en los buenos resultados de algunos títulos, que ha arrastrado una corriente de encargos a autores de cómic. No olvidemos que, en la mayoría de casos, estos libros son eso, encargos que un autor asume con todo el entusiasmo y la profesionalidad posibles.

Idealmente, a la hora de encarar una adaptación, uno debería hacerla suya, aproximarse a la obra con una mezcla imposible de reverencia y falta de respeto. Traducir en imágenes la literalidad del texto sería, a mi entender, perder la oportunidad de generar una obra nueva que tenga sentido más allá de la estrategia de mercado o el facilitar el acceso a una obra. Siempre pongo como ejemplo la adaptación cinematográfica que Paul Verhoeeven hizo de Tropas del Espacio, de Heinlein, que es una parodia de la novela, o el cómic que adapta la Ciudad de Cristal, de Paul Auster, obra de Karasik y Mazzuchelli, que se convierte en un ejercicio formal imposible en el texto literario. Ahí ya todo depende del valor del autor, y de tener un editor que te comprenda, claro.

¿Se trata de un cambio de paradigma en la lectura y acercamiento a las obras importantes para las nuevas generaciones, etc. de las que se dice que leen menos de la forma tradicional?

Como autor, no me planteo que una adaptación sea un sustituto de la obra original, una manera de facilitar el acceso, aunque imagino que puede cumplir esa función en algunos casos. Descubrir autores, historias, tirar del hilo para saciar la curiosidad que te genere una obra, puede ir en muchas direcciones y resultaría un poco decepcionante que el éxito de un medio dependiera de que otro ya no sea relevante para según qué generación. Nadie se plantea, por ejemplo, si el hecho de que se adapten comics al audiovisual, lo que ocurre mucho últimamente, abunde en una crisis de la historieta. Las jerarquías entre medios, cómo los percibimos, es importante, y puede pasar que los cómics queden, desde el punto de vista del mundo de la cultura, en el sector de servicios, más que de arte con peso propio.

 

Christian Montenegro: 'Metrópolis', 'Diario de un Loco' y 'Disputa por señas' (de Gargantúa y Pantagruel) (Libros del Zorro Rojo)

¿Qué cree que significa el aumento de este género de la novela gráfica / cómic sobre libros importantes contemporáneos y qué aporta?

Aporta si la apropiación por parte del narrador gráfico del texto es sincera y comprometida. Si da como resultado una interpretación que amplía los sentidos de la obra original. Si la adaptación aprovecha las posibilidades del lenguaje de la novela gráfica para exponer o dar forma a relaciones no evidentes u ocultas en el texto original literario.

Para que estos aportes se den es fundamental una lectura lúcida y analítica. El guionista/dibujante debe entender el texto literario no como un fin en sí mismo, sino como la arcilla con la que debe trabajar. La versión de la novela gráfica no debería limitarse a ser una mera confirmación visual del texto literario original.

¿Se trata de un cambio de paradigma en la lectura y acercamiento a las obras importantes para las nuevas generaciones, etc. de las que se dice que leen menos de la forma tradicional?

No conozco mucho el fenómeno. Sí puedo decir que no estoy de acuerdo con la visión de la novela gráfica como un lenguaje para lectores vagos. La novela gráfica es un lenguaje en sí mismo y no el hijo bastardo degenerado de la literatura y la ilustración. Y no solo eso, sino que, además, es de los lenguajes más complejos y difíciles de ese universo al que podemos llamar oficio gráfico.

Nadie plantea que la película La Naranja Mecánica, de Kubrick, es una versión para lectores vagos del texto de Anthony Burgess, creo que este ejemplo ilustra bien lo que pienso respecto al tema. Muchas veces cuando vas a la fuente literaria original te llevas una sorpresa decepcionante.

 

Víctor Santos: 'Fahrenheit 451' (Planeta Cómic)

¿Cómo afronta la recreación o adaptación de obras contemporáneas?

Me gusta afrontar este tipo de adaptaciones como un reto porque quiero que mi versión sea única y que utilice los recursos que solo el cómic puede ofrecer. En el caso de Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, no la enfoqué como si estuviera haciendo una adaptación cinematográfica moderna, por usar un ejemplo sencillo. Siempre soy consciente de que estoy haciendo un cómic e intento contar la historia de manera que solo pueda funcionar como un cómic, haciendo de sus puntos fuertes e incluso de sus limitaciones parte de su identidad.

¿Se trata de un cambio de paradigma en la lectura y acercamiento a las obras importantes para las nuevas generaciones, etc. de las que se dice que leen menos de la forma tradicional?

El cómic es un medio como la novela, el cine o el teatro y como tal es capaz de reinterpretar y reinventar obras de otros medios, enriqueciéndolas con las virtudes propias. Lo que pienso respecto a las nuevas generaciones es que, al vivir en un entorno cultural tan visual, el cómic funciona perfectamente para ellos, no hay más que ver medios híbridos como los webcomics, y es lo que los hace tan atractivos para un público joven.

Milo Manara: 'El nombre de la rosa' (Lumen)

Estas novelas gráficas no son solo trasvases de la obra original. Algunos autores aportan su mirada y enriquecen o amplían lo dicho por el escritor. El italiano Milo Manara lo hizo con El nombre de la rosa, de Umberto Eco (Lumen). Indagó en zonas dejadas en sombra por Eco, como la recreación de las imágenes de las que se habla en la novela y que desencadenan varias muertes de monjes benedictinos:

“Yo empecé con esos pequeños dibujitos que decoraban los manuscritos de los que habla El nombre de la rosa, que se llaman marginalias, y que resultan fundamentales porque son una de las causas de la rabia de Jorge de Burgos (el anciano ex bibliotecario ciego de la misteriosa biblioteca de la abadía)”, desveló Milo Manara en la presentación del primer volumen de esta adaptación en el Espacio Fundación Telefónica en junio de 2023. Además, él lucha contra la imagen de la versión cinematográfica de Jean-Jacques Annaud. La suya, dicen, es más fiel a la de Eco, con una Edad Media más luminosa que tenebrosa, con más ansias de preguntas que de seguir encerrada.

Antología de novelas gráficas

Astiberri

Matadero cinco, de Ryan North y Albert Monteys, de la novela de Kurt Vonnegut.

Moby Dick, de Bill Sienkiewicz, del clásico de Hermann Melville.

Bartleby, el escribiente, de José Luis Munera, del cuento de Hermann Melville.

Los mitos de Cthulhu, de Alberto Breccia, basada en la obra de Lovecraft.

El jugador de ajedrez, de David Sala, de la novela corta de Stefan Zweig.

Sostiene Pereira, de Pierre-Henry Gomont, de Antonio Tabucchi.

 

Debate

Sapiens: el nacimiento de la humanidad. Una novela gráfica, de David Vendermeulen y Daniel Casanave, de la obra de Yuval Noah Harari.

 

Edelvives

De ratones y hombres, de Rébecca Dautremer, de la novela de John Steinbeck.

 

La Cúpula

Génesis, de Robert Crump, basado en la Biblia.

 

Libros del Zorro Rojo

La Divina Comedia, de Seymour Shwast, del clásico de Dante.

Metrópolis, de Christian Montenegro, basada en la película de Fritz Lang y la novela de Thea von Harbou.

 

Lumen

El nombre de la rosa, de Milo Manara, adaptación de la novela de Umberto Eco.

La amiga estupenda, de Mara Cerri, de la novela de Elena Ferrante.

 

Nórdica Libros

El castillo, de David Zane Mairowitz y Jaromir 99, del clásico de Franz Kafka.

 

Norma

El corazón de las tinieblas, de Loic Godart y Stephane Miquel.

 

Planeta Cómic

Soldados de Salamina, de Pablo García, basada en la novela de Javier Cercas.

Millenium, de José Homs, de la serie de Stieg Larsson.

Trilogía del Baztán, de Ernest Salsa, basada en las novelas de Dolores Redondo.

Patria, de Toni Fejzula, de la novela de Fernando Aramburu.

Un mundo feliz, de Fred Fordham, de la novela de Aldous Huxley

El gran Gatsby, de Ted Admas, del clásico de Francis Scott Fitzgerald.

La ciudad de los prodigios, de Claudio Stassi, de la novela de Eduardo Mendoza.

Buenos días tristeza, de Frédéric Rébéna, de la novela de François Sagan.

 

Ponen Mont

El horla, de Guillaume Sorel, del relato de Guy de Maupasant.

 

Salamandra

El olvido que seremos, de Tyto Alba, de la novela de Héctor Abad Faciolince.

El cuento de la criada, de Renée Nauld, de la novela de Margaret Atwood.

Suite francesa, de Emmanuel Moynot, de la novela de Irène Nemirovsky.

 

Sexto piso

El paraíso perdido, de Pablo Auladell, del poema clásico de John Milton.

En busca del tiempo perdido, de Stéphane Heuet, del clásico de Marcel Proust.

 

Siruela

Gilgamesh. Más allá del confín del mundo, de Annamaria Gozzi y Andrea Antinori, basada en el primer libro conocido de hacia 2.750 años antes de Cristo, es decir, hace unos 35 siglos.

El mundo de Sofía, de Nicoby y Zabus, de la novela de Jostein Gaarder.

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Winston Manrique Sabogal

Un comentario

  1. Ver lo que mi espíritu vio cuando leia es maravilloso…aunque aveces será la «mirada» de un otro; no deja de ser fascinante, gracias

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