Las formas de la memoria toman cuerpo en la Fiesta del Libro de Medellín
Más de 300 escritores, artistas e investigadores de 15 países se reúnen en la ciudad colombiana para reflexionar alrededor de la memoria, de la palabra escrita y oral y su transmisión recordando la importancia de conocer la historia de los hechos y no olvidarlos
Un caracol, el universo o un laberinto pueden ser Las formas de la memoria. Es magia y angustia. Es discurso, letra, pintura, cicatrices. En Medellín, una de las principales ciudades colombianas, se construye debajo de carpas, con la voz de un narrador de cuentos o con un juego de títeres que hace sonreír a niños y niñas. La memoria viaja en un bus toma cuerpo en museo o coquetea con las orquídeas a propósito de la 12ª Fiesta del Libro y la Cultura que inició el pasado viernes 7 y termina el próximo 16 de septiembre para que siga vivo su eslogan: Las formas de la memoria.
En un momento clave para Colombia, cuando se cumplen dos años de la firma del Acuerdo Final de Paz y cambia el presidente de la República, el llamado es a la palabra, al relato, a los múltiples registros de un conflicto armado que le dio vida a una guerrilla por más de sesenta años, de las violencias que aún persisten. Son diez días de un inolvidable viaje por la ciudad de los libros, la que más lee en Colombia con un promedio de 6,8 libros por año.
Más de 300 invitados de quince países entre escritores, artistas, investigadores, cineastas, fotógrafos, músicos, arqueólogos, científicos y académicos caminan, leen, charlan, escuchan y debaten estos días en Medellín alrededor de la memoria. Desde el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma que redescubrió el Templo Mayor azteca y el escritor Juan Villoro, con México como país invitado, hasta la española Marta Sanz, pasando por el peruano Alonso Cueto. Una cita cultural organizada por la Alcaldía de Medellín, a través de su Secretaría de Cultura Ciudadana y su programa Eventos del Libro, dirigido por Diego Aristizábal.
Durante estos días se realizarán 120 actividades de lanzamientos de libros y se presentarán 45 agrupaciones artísticas, seis de ellas internacionales. Además, 91 instituciones educativas, bibliotecas y otras entidades de la ciudad se verán beneficiadas por el programa Adopta a un Autor, una oportunidad que permite acercar a los estudiantes y la ciudadanía a la literatura y a los escritores que estarán en la Fiesta del Libro y la Cultura. Además, estarán presentes en la Fiesta los cuatro Salones que dan vida a los Proyectos Especiales: V Salón del Libro Infantil y Juvenil, V Salón de Nuevas Lecturas, IV Salón Iberoamericano del Libro Universitario y el III Salón de Editoriales Independientes.
WMagazín propone una ruta por esas memorias expuestas para ser vividas en la 12ª Fiesta del Libro y la Cultura: La memoria local, Las memorias mexicanas (del país invitado), el Jardín de la Memoria, Las memorias extranjeras, el Centro de la Memoria, La memoria en un poeta y Frankenstein y el cómic de la memoria (se cumplen 200 años de la publicación de la novela):
La memoria de Colombia
Las memorias de Colombia se tejen entre múltiples protagonistas, relatos y lenguajes de una historia marcada por el conflicto político- militar. En esta Fiesta del Libro se han convocado a cientos de actores de esas violencias para encontrar la manera de rescatar sus voces del olvido. «A veces, modificamos esas marcas a nuestro amaño, jugamos con ellas para que sean menos incómodas, más plausibles, dignas de pertenecernos, hasta que terminamos convirtiéndolas en nuestra realidad. Así, bella y compleja, son las formas de la memoria, combinaciones de hechos y ficciones que nos constituyen”, dice Diego Aristizábal, director de los Eventos del Libro (ente organizador).
Medellín ha sido testigo de esa historia, agobiada por el narcotráfico y los paramilitares; con fronteras invisibles en sus comunas más vulnerables; con atentados y sicariatos que cegaron cientos de vidas durante la época de Pablo Escobar entre los años setenta y comienzos de los noventa. Es una de las principales ciudades de Colombia y su apuesta ha sido la cultura y la palabra para poner en alto el nombre de la paz aun cuando siguen sonando las balas en sus rincones. Prueba de ello es el Festival Internacional de Poesía que se realiza desde 1991; el Sistema de Bibliotecas Públicas creado en 2006 que ha prestado más de 560.000 libros entre enero y agosto de 2018; y, por supuesto, la Fiesta del Libro y la Cultura con sus doce versiones.
«Como ciudad tenemos una deuda con nosotros mismos, que en principio podríamos decir que es narrativa. Debemos contar nuevamente la historia de nuestro pasado, haciendo homenaje a las víctimas y a los héroes de la época de la violencia, con el fin de sanar una herida y dar luz a quienes realmente lo merecen”, expresa Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín.
«La razón de evocar a la memoria es porque Medellín tiene mucho que reflexionar sobre eso», explica Aristizábal. «Hemos tenido un pasado intenso y queremos verlo desde diferentes ópticas. No nos interesa hablar solo de la memoria del conflicto sino también la de los barrios, de la literatura, de la ciencia. Cada que elegimos una temática en Fiesta del Libro es tener un camino para que la ciudad quede con ciertas ideas volando, pensar en una ciudad mejor a través de los libros».
Las memorias mexicanas
La escritora mexicana María Baranda (Encontré un… La enorme nada) dice que la memoria tiene la forma exacta del universo. México es el segundo país en ser invitado a la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín (Brasil fue el invitado en 2017) presente con una delegación de cincuenta personas entre escritores, artitas, cineastas, chefs… Entre las personalidades que llegarán desde el país centroamericano estará el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma que redescubrió el Templo Mayor, corazón del Imperio Azteca; Javier Garcíadiego, historiador; Juan Nepote, físico y profesor, en la lista de los mejores divulgadores de ciencia; y autores como Juan Villoro, maestro del periodismo y uno de los escritores latinoamericanos más destacados y Fabio Morábito que se ha encargado de redescubrir los cuentos populares mexicanos.
La revolución, el cine, la poesía indígena, el periodismo, serán algunos de los temas a tratar. Además, habrá una librería dedicada a lo mejor de la literatura mexicana; un pabellón en el cual los visitantes podrán experimentar la cultura de esta nación desde sus sonidos hasta sus sabores y la exposición México en postales con imágenes de la época posrevolucionaria (1920-1940).
Los juegos del jardín de la memoria
Contar millones de historias y así darle vida a la memoria es la misión del Jardín Lectura Viva, denominado el corazón de la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín. En esta edición 2018 se realizarán 2.640 talleres especialmente para niños y jóvenes y un jardín especial para la Primera Infancia para promover la escritura, la lectura y la oralidad. ¿A poco sí? ¿A poco no? México, es la cuota del país invitado; personas sordas y ciegas revelan otras memorias, orgánicas y sensoriales, en No ver/no oír, memorias ocultas; para responder a la pregunta ¿Cómo quisieras que te recordaran las personas que quieres? será preciso asistir a Tu huella, mi huella, memoria de todos o para activar la memoria con los sonidos, la palabra y las imágenes ir a Voces del agua.
Hay que agendarse de 10:00 a.m. a 5:00 p.m. en cualquier jornada del evento literario. Son protagonistas la creatividad, la innovación, el conocimiento, la lúdica, los sentidos y las letras en las carpas ubicadas en el Jardín Botánico de la ciudad gracias a la participación de 34 entidades aliadas. De acuerdo con datos oficiales, se inscribieron cerca de 70.000 personas a esta mágica programación.
El centro de la memoria
En Colombia hay un lugar donde la memoria se escribe todos los días para la comprensión social del conflicto armado: el Centro de Memoria Histórica, entidad adscrita al Departamento de Prosperidad Social. Durante la Fiesta del Libro ocupará el Parque de los Deseos de Medellín con un museo que invita a la reflexión sobre el tejido de historias que marcan el pasado y presente del país. Habrá cine, talleres, performance, se contarán relatos. Hablarán las víctimas, los excombatientes, las mujeres, la comunidad LGBTI, los investigadores de la guerra y la paz.
Algunos de los momentos más especiales serán: el conversatorio Construir paz tras participar en la guerra (9 sept/ 6:00 p.m.); la conmemoración a las madres que se han reunido para buscar verdad, justicia y reparación (13 sept/ 3:00 p.m.); la intervención artística en memoria de los líderes sociales asesinados por parte de muralistas y organizaciones de Antioquia, Cauca, Putumayo y Bogotá (15 sept/ 2:00 p.m.); entre otras. (Ver más en la programación oficial)
Memorias extranjeras
Las memorias de los otros, de los invitados internacionales, marcarán el curso de las Charlas de la tarde: Una luz en las oscuras aguas del dinero: perspectiva antropológica del mundo financiero, con Joris Luyendijk (Holanda); Crecer en una favela, narrarla después. Historias detrás de Ciudad de Dios, con Paulo Lins (Brasil); Crónica y ficción en tiempos de la posverdad, con Juan Villoro (México); Memoria profunda del cine mexicano, con el director, guionista y productor Felipe Cazals (México); De garrapatas y otros animales de ficción. La mirada femenina sobre el miedo, la nostalgia y el dolor, con Marta Sanz (España); El poder de la lengua. Palabras que nacen en la marginalidad de la calle, con Yuri Herrera (México) y Rodrigo Fuentes (Guatemala); y Christiane, el biomusical científico, de la artista Belén Pasqualini (Argentina).
Además de ellos y otros representantes de sus países, la programación incluye actividades con científicos, ilustradores, editores, periodistas y escritores de Irlanda, Estados Unidos, Venezuela, Cuba, Perú, Chile, Francia, Suecia, Egipto y Uruguay. En la lista de invitados extranjeros está el Premio Norma 2018, categoría juvenil, Ezequiel Dellutri (Argentina). Para él la única forma válida para la memoria es la del Aleph: «o es todo o es olvido».
La memoria en un poeta
“Una verdad me sea dada
en lo que escribo.
Que si las palabras fracasan,
sobre su desecho,
quede prueba al menos
de la tentativa…”
Escribe Elkin Restrepo en los versos de Petición. Nació en Medellín y es reconocido por hacer parte del movimiento Generación Desencantada, un grupo de poetas posteriores al Nadaísmo durante la década de los setenta. Es el primer colombiano en recibir el Premio León de Greiff al Mérito Literario, organizado por la Universidad EAFIT y la Secretaría de Cultura Ciudadana de Medellín en su tercera versión. Fue elegido entre 23 escritores de habla hispana y el martes 11 de septiembre se hará la entrega oficial del galardón. Su primera publicación fue Bla, bla, bla, (Premio Nacional de Poesía Vanguardia-El Siglo, 1968) y la última su antología Una verdad me sea dada en lo que escribo (Ayuntamiento de Carmona, 2014). Entonces la forma de la memoria en la 12ª Fiesta del Libro y la Cultura será la poesía del también narrador y dibujante. En una entrevista de 2016, Restrepo dijo que la vida pasa sin dejar rastro y que es olvido, que es ese instante entre lo visible y lo invisible, que la verdadera vida no se deja escrita.
Frankenstein y el cómic de la memoria
Doscientos años después de su creación, Frankenstein llega a la 12ª Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín a través del Cuentico Amarillo. Recordar la creación de la autora inglesa Mary Shelley en 1818 es una estrategia de fomento de la lectura entre los asistentes, tal como se hace en cada edición con un personaje de la literatura universal. El escritor colombiano Reinaldo Spitaletta (Balada de un viejo adolescente) fue el encargado de crear una historia en la que relata las peripecias de un sensible doctor Frankenstein que recorre la ciudad en busca de una compañera. «El Frankenstein que está en la Fiesta del Libro exige que le respeten su anonimato. También hay por ahí un Frankenstein buscando sus recuerdos, porque es un monstruo sin memoria y tendremos a otro exigiendo el derecho a enamorarse», dijo Diego Aristizábal, director de los Eventos del Libro.
Una de las novedades de la versión 2018 de esta Fiesta del Libro es la sección Cómic e Ilustración. Cada día, a las cinco de la tarde en la Casa de la Música del Parque de los Deseos, hay un conversatorio vinculado con el tema central. Memoria a mano alzada. El conflicto colombiano a través del cómic; Desdibujar las fronteras; Dibujar la memoria: narrar los ancestros, retratar los abuelos; son algunos de ellos. De igual forma, se dialogará sobre el relato gráfico con importantes ilustradores locales y extranjeros en otras actividades de la programación.
«La memoria tiene la forma del caracol».
Juan Palomino, ilustrador (México)
- INVITACIÓN Si te gusta WMagazín suscríbete gratis a nuestra Newsletter. Te animamos a que invites a más gente a suscribirse a la revista enviándoles este enlace. Gracias.
- La larga y dura sombra del narcotráfico en la literatura colombiana - domingo 21, Oct 2018
- Las pasiones secretas eliminadas de ‘El retrato de Dorian Gray’ en un libro del nieto de Wilde - domingo 30, Sep 2018
- Ernesto Cardenal gana el Premio Mario Benedetti, preparados para el Hay de Segovia y más noticias - domingo 16, Sep 2018
Maravilloso que en este encuentro también se tenga en cuenta a la narración oral. Como dice Manuel Rivas, escritor gallego: «Los narradores orales son escritores que escriben en el aire». Un brindis por esta fiesta de la palabra en La Ciudad de La Eterna Primavera.