En El país de la canela ocurrió Lo que no tiene nombre, un Delirio como obra de El diablo de las provincias que nadie asume porque Perder es cuestión de método; aunque el Tríptico de la infamia los lleve a El desbarrancadero o a Los abismos al creer que Todo en otra parte es Tiempo muerto frente a El olvido que seremos con Esta herida llena de peces surgida Cuando éramos felices pero no lo sabíamos en Un mundo huérfano que busca un Conjuro contra el olvido.

Esta es la realidad creada en un juego metaliterario con títulos de libros de 13 de los escritores colombianos que su gobierno excluyó para representar a Colombia como País invitado de honor en la 80ª Feria del Libro de Madrid, del 10 al 26 de septiembre de 2021. Una decisión que ha generado una gran controversia allá y tristeza entre los libreros, editores, escritores y lectores que acuden a la cita madrileña y que abrió WMagazín el 5 de septiembre con el artículo El gobierno de Colombia excluye a escritores prestigiosos como País invitado a la Feria del Libro de Madrid. Los motivos de curaduría han sido aclarados a medias pero no convencen y apuntan a cuestiones extraliterarias vinculadas con la posición crítica de estos autores con el Gobierno de Iván Duque.

Entre los escritores consagrados, pero ignorados por su Gobierno para representar a la literatura colombiana están Piedad Bonnett, Laura Restrepo, William Ospina, Héctor Abad Faciolince, Pablo Montoya, Fernando Vallejo y Santiago Gamboa; y autores relevantes que han empezado a pisar fuerte en el extranjero como Pilar Quintana.

Entre los autores prestigiosos que declinaron por motivos personales, laborales o de compromisos previos están Evelio Rosero, Tomás González, Mario Mendoza y Juan Gabriel Vásquez.

Entre los nombres ya conocidos o emergentes en el exterior que tampoco fueron invitados están Antonio Ungar, Giuseppe Caputo, Marbel Sandoval Ordóñez, Juan Cárdenas, Carolina Sanín y unos cuantos más. Las opiniones de los escritores las puedes ver en este especial de WMagazín.

El descontento entre los expositores de la Feria es generalizado. La cultura colombina es bastante guida y admirada en España, y la literatura clásica y contemporánea ocupa un lugar especial con nombres conocidos y vendidos. El Gobierno de Duque se encargó del programa e hizo la curaduría de autores que acompañarían la delegación, mientras que la Asociación Colombiana de Libreros Independientes (ACLI) asumió la curaduría de los autores y libros exhibidos donde sí está representado todo el universo de la literatura colombiana.

El presidente de la Feria del Libro de Madrid, Enrique Pascual, de la librería Marcial Pons, reconoce: “Nos hubiera gustado que nos dieran cuenta de toda la riqueza editorial en Colombia. Tender puentes para poder ver lo que se hace allí. Los autores presentes en la feria son muy representativos, pero es verdad que, además de Darío Jaramillo, echamos en falta pesos pesados. La cultura es reivindicativa per se, va en su esencia”.

Fernando Valverde, de la librería Jarcha y durante muchos años vinculado a la organización de la Feria, expresa su indignación como lector y librero: “Es una pena que un país invitado desaproveche esta invitación para traer a gente que aquí es muy querida, además, posiblemente la gente más conocida. Eso es lamentable. Eso es achacable a la propia política del gobierno colombiano. La Feria no tiene nada que ver ahí, es el país el que decide. Es sorprendente que a esas alturas los gobiernos se permitan estas directrices. Es lamentable que se nos impida disfrutar de autores que aquí son queridos”.

Josefa Arteaga, de la librería Miraguano, que recibe este año el Premio Lealtad de la Feria, no duda en señalar que le hubiera gustado contar con los autores no invitados junto a los invitados: “Sentimos mucho que no estén aquí, pero es una decisión de Colombia y del gobierno colombiano. América Latina es muy compleja y hay muchos países que tienen sus problemas a resolver. Estaríamos muy contentos si estuvieran todos”.

Lola Larumbe, de la librería Rafael Alberti, recuerda que “la política, desgraciadamente, siempre se hace presente. Esto no le favorece a la literatura colombiana, tan importante cada vez más en España. Teníamos muchas ganas de encontrarnos con muchos escritores colombianos en esta feria”.

La escritora Elvira Lindo asegura que le entristece la situación: “La neutralidad no existe y menos en literatura. Cuando se apoya la cultura siempre se espera que los gobiernos tengan una respuesta de acuerdo a quien está en el poder. Pero tienen que entender que los escritores somos más libres que todo eso”.

Sin embargo, Manuel Gil, director de la Feria, afirma: “Veo dudoso que la gente aquí eche en falta a alguien. La percepción que aquí se puede tener sobre si faltan o no faltan autores creo que es ninguna porque el punto de partida es absoluto cero. La Feria lo que entiende es que muchos de los autores que Colombia ha invitado no tienen libros en España. Es una oportunidad para que se acerquen los editores. Nuestra opinión acaba y empieza ahí”.

Recuerda Manuel Gil que todas las listas que se hacen siempre tienen ese problema de por qué no están unos u otros. Para el director de la cita madrileña, los 37 escritores que vienen de Colombia les parecen «estupendos, pero por una razón fundamental: porque España tiene una brutal asimetría de conocimiento con América Latina en general. Hay una disonancia en la reciprocidad del conocimiento. Los lectores colombianos conocen las editoriales y autores españoles, pero no ocurre lo mismo de aquí hacia allá”.

Librería Colombia en la feria

La selección de autores y obras que exhibe Colombia en su caseta de la feria madrileña la hizo la Asociación Colombiana de Libreros Independientes (ACLI) de manera autónoma. Los libreros colombianos también lamentan la ausencia de varios de esos grandes nombres en la selección oficial de su país. La librería de Colombia en la feria cuenta con 1.000 autores con 1.250 títulos y 4.800 ejemplares traídos desde Colombia. A eso se suman los libros de las editoriales españolas.

Viviana Reyes, una de las dos libreras que representan la librería de Colombia en la feria y que en Yopal tiene la librería Léeme y Leer,  admite que es muy triste que en Colombia tengan ese tipo de discrepancias: “Hubiera sido genial una buena curaduría. Pero suele ocurrir que quienes están en los sectores oficiales de la cultura no son expertos. Es gente que no tiene ni la sensibilidad ni el conocimiento”. Vista la polémica, Viviana Reyes se pregunta si al gobierno de su país se le ha ocurrido una solución: “Hubo un sesgo y algo pasó. Nosotros en ACLI hicimos nuestra curaduría de libros y autores libremente. Con mucha antelación pedimos la lista de autores que iban a venir para incorporar sus libros en nuestro catálogo en caso de qu enos los tuviéramos aún, pero esa selección nos llegó hace unas semanas y sí nos dijeron que tuviéramos en cuenta a esos autores”.

Thomás Rubio, el otro librero de la caseta de Colombia, es de la librería La libélula, de Manizales. Para él como librero lo más importante es el objeto llamado libro. Al igual de Viviana Reyes asegura que han logrado traer “una oferta muy plural y amplia. Tuvimos libertad para traer lo que quisiéramos. Llevamos tres meses seleccionando el catálogo. Los editores colombianos respondieron muy bien. Es cierto que falta mostrar más la potencia literaria de Colombia. Los autores no invitados harán mucha falta”.

WMagazín ha invitado a algunos de los grandes escritores no invitados a conversar de literatura con otros autores emergentes tampoco invitados en el ciclo Diálogos literarios entre generaciones en formato virtual. Puedes ver la programación en este enlace: Los grandes escritores que Colombia no invitó a la Feria del Libro de Madrid estarán en charlas virtuales en WMagazín.

• La 80ª Feria del Libro de Madrid se realiza en el Paseo de Coches del Parque del Retiro del 10 al 26 de septiembre.