Los escritores responden

Piedad Bonnett

Amalfi, 1951. Es poeta, dramaturga y narradora. Una de sus obras más conocida es  Lo que no tiene nombre.

No fue invitada:

“Cuando vi que en la selección oficial había tantas  y tan importantes omisiones me pareció raro, pero se lo atribuí a una organización falta de criterio, o tal vez de presupuesto, dadas las condiciones adversas de la pandemia. Las torpes declaraciones del Embajador -a pesar de sus poco convincentes disculpas- parecieron revelar, sin embargo, que en la programación incidió el miedo a que los escritores habláramos mal del gobierno, como si sus falencias no fueran conocidas ya en el exterior.

Lo que el embajador ignora, como este Gobierno, es que la literatura es política per se, y que su tareas no es distraer sino incomodar, y sacar a la luz los conflictos humanos, incluidos los sociales. Y que, por tanto, aunque la buena literatura se aleja del panfleto o la propaganda, jamás es neutra o políticamente inane”.

• Piedad Bonnett es autora de poemarios como De círculo y ceniza, El hilo de los días, Todos los amantes son guerreros y Los habitados. Y de las novelas Para otros es el cielo, El prestigio de la belleza y Lo que no tiene nombre. Su novela más reciente es Donde nadie me espere.

Juan Esteban Constaín

Popayán, 1979.  Periodista, escritor y crítico literario. Entre sus libros más conocidos figuran El hombre que no fue jueves y Álvaro. Su vida y su siglo.

Sí fue invitado y tiene en duda su participación. Emitió un comunicado público que en varios de sus apartes dice:

“Varias cosas, por ahora, en borrador: la primera de ellas es que una invitación oficial a un país en una feria del libro tiene el propósito de exaltar la vitalidad, la riqueza, la complejidad y la variedad de su literatura y su cultura, y se puede decir también en plural, como prefieren muchos: sus literaturas y sus culturas.

Establecer quiénes encarnan esos valores en una delegación es muy difícil, se sabe, y siempre habrá ausencias y objeciones y rechazos y diferencias.

Pero en el caso de la feria del libro de Madrid, que era una oportunidad inmejorable para celebrar a la literatura colombiana con todas sus voces y matices y todas sus corrientes y contradicciones, hay unas omisiones inaceptables, cada quien dirá cuáles, porque son muchas y clamorosas.

Que esas omisiones tengan un trasfondo político e ideológico es una vergüenza y un acto de mezquindad y de torpeza lamentables.

Y lo digo como invitado, agradecido por la invitación que acepté de buena fe. También porque sé que detrás de la organización de un evento así hay muchas personas que trabajan con dedicación y las mejores intenciones, y no es justo que su labor se vea ensombrecida y enlodada por un escándalo que nos habríamos podido ahorrar si hubiéramos hecho de esta feria una oportunidad para encontrarnos todos, de verdad, y decirnos en la cara muchas cosas que hace tiempo tenemos que decirnos sin infamarnos ni anularnos como interlocutores en una sociedad democrática que quiera merecer ese nombre. (…)

Ahora: las declaraciones del embajador Luis Guillermo Plata fueron desafortunadas e irrespetuosas con quienes vamos o íbamos a estar en Madrid. Supongo que no era esa su intención, tampoco me quiero sumar a un linchamiento, pero sugerir que quienes fuimos invitados a la feria lo fuimos por nuestra presunta ‘neutralidad’ es un desliz afrentoso, en el mejor de los casos, que hace nuestra presencia allí muy incómoda, casi insostenible.

Primero, porque la neutralidad no es un valor en la literatura. Es más: la literatura es, por definición, la ausencia misma de toda neutralidad. Ya cada quien verá las implicaciones que eso tenga en su vida y en su obra; pero es así.

Y segundo, porque sus palabras, sin duda ligeras y equivocadas, implican una idea que casi ningún escritor está dispuesto a aceptar, creo yo, y es que su suerte y su reconocimiento dependen de su adhesión o no a las acciones y al nombre de un gobierno –cualquier gobierno– o a la ausencia en sus libros y sus palabras de toda dimensión política y crítica. Lo primero es grotesco, pero lo segundo es imposible, porque el solo hecho de escribir entraña ya una postura política radical e irrecusable. Negar eso es negar la literatura. (…)

Por mi parte, digo que acepté de buena fe la invitación y que estoy desde hace dos meses en Europa visitando a mis hijas, viaje que pagué de mi bolsillo. Me apena dejar colgada de la brocha a gente con la que me comprometí a hablar en la feria y a presentarle sus libros, no los míos, pero si voy lo haré sin aceptar ni los honorarios ni el estipendio ni nada de lo que implica la invitación del Gobierno colombiano».

• Juan Esteban Constaín es autor de títulos como El naufragio del imperio, ¡Calcio! El hombre que no fue jueves y Álvaro, su vida y su siglo.

Juan David Correa

Bogotá, 1976. Es periodista, editor literario y autor de libros como El barro y el silencio.

No fue invitado:

“No, no fui invitado. Pero nunca lo he sido como escritor a una feria literaria internacional como parte de una delegación, y creo que es normal debido a lo minoritarios que son mis libros. En realidad, no he esperado nunca el reconocimiento en ese sentido, y comprendo que las selecciones siempre serán arbitrarias. No me he sentido ni me siento excluido por eso.

Sobre la segunda pregunta: es verdad que hay una enorme equivocación por parte de la Cancillería colombiana al vetar a ciertos escritores muy conocidos en España por sus abiertas posiciones contrarias a un gobierno que, en todo caso, tiene el 80% de impopularidad en el país. Pero también no es la primera vez que este tipo de decisiones se toman desde una idea equivocada de lo público como botín privado por parte de quien obtiene el poder. Hay que recordar polémicas recientes como la del año Colombia-Francia en 2017, en cuya delegación no hubo mujeres pues, al decir de la ministra de entonces, no había sido una elección que considerara el género sino la calidad literaria (sic). Una vez más, quienes hablan públicamente sobre este tipo de decisiones o elecciones muestran su absoluta ignorancia: piden neutralidad como si la literatura no tuviera ideología o estuviera despojada de una mirada crítica sobre el mundo. Ahora bien, no dejo de preguntarme si otros hubieran sido los gobernantes, ¿quiénes habrían sido los excluidos? La respuesta una vez más pertenece a la esfera de las filias y las fobias de unos gobernantes desinteresados de lo intelectual y una idea muy vieja en Colombia: que la gramática ha sido fundamental para excluir y no para incluir. Quizá si se hubiera partido de una idea de inclusión, ajena por completo a este gobierno, podríamos haber contado una historia distinta. Entonces, una vez más desperdiciamos una oportunidad de hablar de riqueza lingüística, de poesía, de exilio, de regiones, de medio ambiente, de historia, de geografía o de artes plásticas, por poner decenas de temas que han conquistado ciudadanos y ciudadanas críticos e informados que hacen parte del mundo y cuya idea de la nacionalidad se pone en cuestión en cada uno de sus libros. De todos modos, como dice Yolanda Reyes hoy en El Tiempo: “Colombia es hoy un campo simbólico rico en diversidad y también en conflictos y tensiones que, por fortuna, están en los libros. Y los libros se leen sin permiso. Y a pesar de los salvoconductos y las barreras oficiales viajan solos. O eso esperamos”.

Melba Escobar

Cali, 1976. Periodista y narradora. Entre sus libros destacados figuran La casa de la belleza y Cuando éramos felices y no lo sabíamos.

Fue invitada y aceptó, pero declinó tras toda la controversia:

“Aunque el embajador se ha disculpado mantengo mi decisión de no ir. Lamento que la Feria vaya a ser un fiasco para el Gobierno, pero las cosas no pasan de forma accidental. Entiendo que puso ser un malentendido, pero es muy grave que haya ocurrido. Empieza a haber una línea muy delgada entre la censura y lo que para mí es una representación de país y lo que es una identificación de gobierno que se insinúa entre líneas. Es ofensivo para los invitados porque yo acepté la invitación porque pensé que la invitación a una feria no implicaba el aval a un gobierno. Eso es algo perverso. El embajador insiste en que la feria no podía volverse política, pero él es quien lo volvió todo político. Y no es solo la palabra neutro porque en efecto hay todo un discurso que lo deja a uno inquieto y lleno de preguntas. Sobre todo un gobierno que deja tanto que desear y en muchos casos se ha considerado negligente o abusivo.

No se trata de una frase. Es todo el contexto. Es un gobierno que no ha hecho sino defraudar a los colombianos y que una y otra vez tiene una agenda oculta. Aunque sea un discurso desafortunado y no haya esa suerte de confabulación en la selección de autores es muy difícil aceptarlo en el contexto. Es una gota más.

Me sentí defraudada por esta declaración. Pensé que me invitaban porque tenía m´´eritos pero no por mis ideas políticas”.

• Melba Escobar es autora de títulos como Bogotá Sueña. La Ciudad Por Los Niños, Duermevela, Johnny y el mar, La casa de la belleza, La mujer que hablaba Sola y Cuando éramos felices pero no lo sabíamos.

William Ospina

Padua, 1954. Es poeta, ensayista y narrador. Entre sus libros más conocidos están El país del viento y Trilogía de Ursúa.

No fue invitado:

“Me parece bien abrir ese debate. Los gobiernos son torpes, podrían facilitar una participación copiosa sin que eso les signifique demasiados gastos, y sin pretender ser ellos quienes escogen. Si temen a la crítica, esta se dará de todas maneras. Acallar es la manera más eficaz de llamar la atención sobre unas obras”.

• William Ospina es autor de los poemarios Hilo de Arena, El país del viento, ¿Con quién habla Virginia caminando hacia el agua? y Sanzetti. De las novelas Trilogía de Ursúa, El año del verano que nunca llegó y Guayacanal. Y de los ensayos La herida en la piel de la diosa, Es tarde para el hombre, ¿Dónde está la franja amarilla?, América mestiza , el país del futuro, Pa’que se acabe la vaina, El dibujo secreto de América Latina y El taller, el templo y el hogar.

Pilar Quintana

Cali, 1972. Novelista y cuentista. Es autora de La perra y Los abismos.

No fue invitada, pero estará firmando en la feria por invitación de su editorial:

“Yo decidí, por mis convicciones,  que no quiero viajar por cuenta de este Gobierno que ha sido censurador de la libre expresión y que ha violado  los derechos humanos durante las protestas. Así que si me hubieran invitado, desde la Cancillería, hubiera dicho que no”.

• Pilar Quintana es autora de obras como Cosquillas en la lengua, Coleccionistas de polvos raros, Conspiración iguana, La perra y Los abismos.

Daniel Samper Pizano

Bogotá, 1945. Periodista, ensayista y escritor.

«Necesitó poco el gobierno de Iván Duque para armar una pirámide de desaciertos entre los que se cuenta: apartar al ministerio de Cultura de una Feria del Libro en Madrid y entregarla a la ineficiente y politizada Cancilleria que maneja la vicepresidenta; proclamar a través del embajador que hay que escoger elementos neutros para evitar la politización, lo cual es un acto rotundamente político; contradecir todo lo anterior e introducir un típico abuso de poder al anunciar que primará la calidad literaria, como si no la tuvieran los rechazados; lanzar un libro escrito por el presidente sin tener en cuenta que es una obra personal que se vale de un viaje y un escenario pagado por los impuestos de todos los colombianos, incluso los rechazados».

• Daniel Samper Pizano es autor de varios libros de periodismo y de las novelas Impávido coloso y Jota, caballo y rey.

Marbel Sandoval Ordóñez

Bogotá 1959. Es periodista y novelista. Su libro más conocido es el ciclo literario Conjuro contra el olvido.

No la invitaron, pero firmará sus libros en la Feria en la caseta de Punto de Vista Editores:

“Ciego y sordo ante la realidad del país, además de cínico y perverso, el gobierno colombiano, que tenía la tarea de seleccionar e invitar a los escritores participantes, se refleja en la Feria del Libro de Madrid. Optó por conmemorar los 200 años de la independencia, resaltar la creatividad y la diversidad colombiana y homenajear a aquellos creadores, en especial de las artes plásticas, cuyo natalicio cien se cumple este año. Asegura así que, por supuesto, estén muertos. Mejor el pasado que el presente. La retórica que la práctica. El silencio que las voces, sobre todo, cuando las siente amenazantes; situación que explica por qué muchos que ya tienen un puesto en la literatura colombiana estén ausentes de este evento.

Con su actuación, el gobierno de Iván Duque volvió hecho político lo que tendría que haber sido una gran coral en la que resonaran las voces de los escritores colombianos (todo tipo de escritores, todo tipo de escrituras) y no sólo las de aquellos que, en consideración del establecimiento, son “neutras”, como lo dijo Luis Guillermo Plata, el embajador de Colombia en España ante la prensa, convirtiendo en un insulto a los escritores invitados lo que en un inicio tendría que haber sido un reconocimiento. Insulto y menosprecio que no se merecen los escritores invitados y nuevo desenmascaramiento de un gobierno que, en lugar de sumar, resta, que polariza y divide, que sataniza e ideologiza para mantener los privilegios de pocos, poquísimos, frente a las necesidades de la Colombia real.

Deseo entonces que al elegir los libros que se expondrán al público durante la feria, no hablo de los autores, la Cámara del libro en Colombia, la curaduría, o las editoriales (ignoro quién lo hizo) haya hecho un trabajo que compense las ausencias y los silencios que pretende instaurar el gobierno y que en las casetas haya una verdadera fiesta de la palabra y la lectura en la que se pueda acceder a la creación de los muchos y diversos autores y autoras colombianas”.

• Marbel Sandoval Ordóñez es autor del ciclo Conjuro contra el olvido, formado por las novelas En el brazo del río, Joaquina Centeno y Las brisas.

WMagazín ha invitado a algunos de los grandes escritores colombianos no invitados a conversar de literatura con otros autores emergentes tampoco invitados en el ciclo Diálogos literarios entre generaciones en formato virtual. Será los días 15, 16 y 17 de septiembre. Puedes ver la programación en este enlace: Los grandes escritores que Colombia no invitó a la Feria del Libro de Madrid estarán en charlas virtuales en WMagazín.

• La 80ª Feria del Libro de Madrid se realizará en el Paseo de Coches del Parque del Retiro del 10 al 26 de septiembre.

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