Más de 30 escritores hablan de monstruos literarios y piden estar alertas en la vida real
Las Conversaciones literarias de Formentor, una de las citas mágicas de la literatura, abordó en 2019 el tema de las criaturas nacidas de los miedos como reflejo de la realidad. WMagazín te cuenta en este fotorrelato cómo fue este encuentro
En un lugar hermoso fueron convocados los miedos que acechan y a los que el ser humano les da cuerpo. Los ha transmutado y recreado en inquietantes criaturas literarias a lo largo de la historia. Alrededor de esta idea y a orillas del mar, más de treinta escritores, editores, filósofos y académicos se reunieron en un ya legendario rincón de Pollença en el hotel Formentor, en la isla española de Mallorca, en las XII Conversaciones literarias de Formentor.
Monstruos, bestias y alienígenas. Las foscas quimeras de la ilusión fueron convocadas, del 20 al 22 de septiembre, no solo para recordar de dónde vienen, sino, y sobre todo, porque sus participantes pidieron no olvidar que no hay que bajar la guardia frente a lo que representan esas criaturas porque muchas no duermen y pueden alterar el curso real de la sociedad.
“Proceden de la oscura profundidad de los bosques, del tenebroso abismo de los sueños o de la árida inmensidad del espacio estelar, los monstruos habitan desde el principio de los tiempos la más inquietante premonición de los hombres», señalan los responsables de las Conversaciones literarias de Formentor, organizadas por la Fundación Santillana, bajo la dirección de Basilio Baltasar, con el mecenazgo de las familias Barceló, actual propietaria del hotel Barceló, y Buadas, antiguos propietarios y quienes dieron origen a estas jornadas y premios literarios en los años sesenta.
El siguiente es un asomo a los tres días de belleza real y literaria y atisbos de miedos futuros, tanto por miedos políticos, sociales o ecológicos como por los que afronta el propio sector editorial ante la avalancha de oferta de ocio en internet y televisión que amenaza con quitar espacio a la lectura tradicional:
Un rincón de naturaleza y literatura
Con el paisaje de esta fotografía desayunan los huéspedes del hotel Formentor, en Mallorca (España). El pasado fin de semana lo comprobaron una treintena de escritores, académicos, editores y expertos literarios que acudieron a la entrega del premio Formentor de las Letras a Annie Ernaux durante las XII Conversaciones Literarias de Formentor.
El pasado y el porvenir
En medio de la belleza de la naturaleza los invitados hablaron de los miedos y terrores del ser humano que algunos escritores han reflejado en libros a través de personajes reales o salidos de su imaginación. Todas estas conversaciones y premios empezaron en los años sesenta en un rincón de playa parecido a este. Algunos de los premiados en aquella primera etapa fueron Jorge Luis Borges, Samuel Becket, Saul Bellow, Jorge Semprún y Witold Gombrowicz.
Annie Ernaux junto al mar del origen
La obra de Annie Ernaux (Lillebonne, Francia, 1940), según el jurado, es un “implacable ejercicio de veracidad que penetra los más íntimos recovecos de la conciencia”. Es la primera mujer en recibir este premio en su segunda etapa, en los años sesenta lo ganaron Dacia Maraini, Nathalie Sarraute y Gisela Elsner. La escritora francesa se une a un premio que ya obtuvieron autores como Jorge Luis Borges y Samuel Beckett en su primera etapa y Carlos Fuentes, Javier Marías, Roberto Calasso y Mircea Cartartescu en la segunda.
Con la escritora francesa, el Formentor confirma una excelente filosofía iniciada en 2018 al premiar al rumano Mircea Cartarescu: poner el foco en autores más allá de lo indiscutible por su calidad y conocidos por el gran público para apostar por aquellos nombres que no están en el centro del imaginario de la mayoría de los lectores, pero sí en la balda de la mejor literatura.
Escritora perseverante y editores creyentes
En un paréntesis de las entrevistas con una quincena de periodistas, Annie Ernaux aprovechó para tomarse una fotografía con sus recientes editores en España, Pepe Pomares y Miguel Lázaro de Cabaret Voltaire y su traductora, Lydia Vázquez.
La escritora francesa es autora de una veintena de libros donde están reflejados en su crudeza las desigualdades, el amor, los celos, la espera, la culpa, el aborto, el sexo, las dudas, la obsesión, el dolor, la vergüenza… y todo ello con el trasfondo de la realidad de su país a lo largo de su vida. Mundos íntimos o secretos en títulos como El lugar (premio Renaudot, 1984), La mujer helada (Cabaret Voltaire), Pura pasión (Tusquets), No he salido de mi noche (Cabaret Voltaire), El acontecimiento (Tusquets), La ocupación (Herce), La vergüenza, (Tusquets), Los años (Cabaret Voltaire) y La otra hija (KRK).
La literatura como herencia de la libertad contra la dominación social y sexual
«Espontáneamente adopté una escritura violenta, como única manera de responder a la memoria de las humillaciones, de la vergüenza y de la vergüenza de la vergüenza, cuyo equivalente en el mundo real es la violencia efectiva tal como se ha expresado recientemente en Francia con los gilets jaunes, los ‘chalecos amarillos».
Estas fueron algunas palabras del discurso reflexivo y combativo con el cual Annie Ernaux recibió el premio Formentor de las Letras y que tituló La legitimidad de la literatura. Dio las claves de su obra donde ha convertido su propia vida en proyecto literario: sus orígenes e influencias y de cómo dio forma a su vida, sus sentimientos, sus pensamientos y sus sueños literarios hasta que se convirtieron en su propio territorio creativo. La verdad sin adornos, pero honda y lírica a la vez para dejar testimonio de su tiempo a través de claves como estas:
- Conflicto e interiorización.
- La lectura y su búsqueda de un “sitio de verdad”.
- Escritura violenta “como única manera de responder a la memoria de las humillaciones”.
- La literatura como responsabilidad.
- Rechazo a la ficción y la novela “como posición dominante y entonces indiscutible me parecía la proyección en literatura de la dominación de las clases llamadas superiores”.
- El estilo del ‘yo’, que “solo podía ser verídico y concebido como un espacio de fusión entre lo íntimo y lo colectivo”.
- Indignación como “fuerza de desenmascaramiento y de subversión de las jerarquías, sociales, masculinas, culturales”.
- Realidad sin adornos al recibir “de la literatura una herencia de apertura y de libertad, capaz de oponerse a la herencia de dominación y de vergüenza”.
Ida Vitale y el misterio
La otra gran invitada a esta edición de las Conversaciones literarias de Formentor fue la poeta uruguaya Ida Vitale. Lo hizo en su condición de ganadora del premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2018 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México). Ello porque desde 2017 los ganadores de los premios FIL y Formentor asisten a los respectivos encuentros literarios. Ida Vitale también obtuvo en 2018 el premio literario más importante de las lengua española: el Premio Miguel de Cervantes: «Por su lenguaje, uno de los más destacados y reconocidos de la poesía hodierna en español, que es al mismo tiempo intelectual y popular, universal y personal, transparente y honda».
La poeta se ganó el corazón de todos no solo por que a sus 96 años parecía la más lúcida y activa, sino por su amabilidad y ánimo de participación, incluso en las noches de tertulias casuales en los jardines del hotel.
El año en que el mundo empezó a recitar Elegías de Duino, de Rilke, Fervor de Buenos Aires, de Borges, y Escalas melografiadas, de Vallejo, nació Ida Vitale. Fue en la primavera de Montevideo, el 2 de noviembre de 1923. Muy pronto el misterio de la poesía llegó como un aire forastero a su vida, sin saber qué era, sin entenderla pero tocándola toda. Para siempre. Y la escribió en su país, y luego desde mediados de los años setenta en el exilio en países como México y Estados Unidos a causa de la dictadura.
Medio siglo de Anagrama
Las bestias (de Anagrama) así se tituló la segunda sesión de Monstruos, bestias y alienígenas. Las foscas quimeras de la ilusión. En ella Jorge Herralde, que fundó la editorial Anagrama en 1969, presentó a cuatro de sus escritores más recientes y que han contribuido a la continuación del prestigio del sello, tres de los cuales han reforzado su filosofía de apuesta por nuevos nombres: Marcos Giralt Torrente, Marta Sanz y Sara Mesa; el cuarto autor es el catedrático, crítico literario y escritor Jordi Gracia quien confirmó que prepara una biografía o ensayo documental sobre Anagrama y Herralde.
Tras el retrato literario-personal de Herralde sobre cada uno de los escritores, la conversació la abrió Giralt Torrente al disertar sobre El adversario, de Emmanuel Carrère; después Jordi Gracia habló de Por orden alfabético, de Herralde; Marta Sanz de Crímenes bestiales, de Patricia Highsmith, y Sara Mesa de Matadero cinco, de Kurt Vonnegut.
Camino de...
Desde 2017 las Coversaciones se hacen en una carpa bajo los árboles ante el gran número de personas que quieren asistir. Este año fueron 700. Del hotel a la carpa hay jardines con múltiples colores, caminos de piedra recubiertos de pastos, sol, nubes y los olores de la naturaleza. Y, claro, conversaciones espontáneas en la caminata, como la de la escritora francesa Laurence Debray, la poeta española Ana Merino y Gustavo Guerrero, escritor venezolano y consejero literario para la lengua española de la casa Gallimard en París.
Avistando monstruos, fieras, bestias, alienígenas y ogros
“Los monstruos pueden adoptar el aspecto de las criaturas terroríficas que habitan las foscas quimeras de la ilusión, encarnarse en las estrafalarias fantasías de la ciencia ficción o anidar en la trastornada deformación del propio ser humano”, señalan los organizadores de las Conversaciones literarias de Formentor.
Polifemo en la Odisea, de Homero, es uno de estos primeros seres que colonizan el imaginario universal. El monstruo de siete cabezas y diez cuernos del Apocalipsis, de la Biblia, es otro que no deja dormir a los católicos. Los últimos siglos han dado vida a mitos como Drácula y Frankenstein, o incluso Franz Kafka dio vida a su escarabajo en La transformación.
Félix de Azúa, en la fotografía, habló del libro Noventa y tres, de Victor Hugo, Joumana Haddad de La metamorfosis, de Kafka; Sergio Vila-Sanjuán de Les poemes dòr, de Baltasar Porcel, y Manuel Vilas de Amado monstruo, de Javier Tomeo.
Cita de editores
A la presencia de los editores Antoine Gallimard, de la casa francesa Gallimard, y Jorge Herralde, de Anagrama, se sumó la de Ernesto Franco (en la fotografía), director general de la editorial italiana Einaudi. Es autor de ensayos sobre Juan Rulfo, Jorge Luis Borges, Octavio Paz, Roberto Arlt y Ernesto Sabato. El editor habló de Bestiario de Julio Cortázar un libro que considera que pasará como uno de los más recordados del autor argentino.
Con la presencia de los editores de Einaudi y Gallimard, este encuentro convocó sus orígenes cuando estas editoriales en 1961 bajo el impulso de Carlos Barral organizaron la primera edición. Buscaban distinguir a los autores del presente y del futuro y apostar por nombres nuevos desde la calidad literaria.
Secretos de una agente literaria
El sábado las jornadas se cerraron con la representación de la obra teatral La agente literaria, escrita por Sergio Vila-Sanjuán y dirigida por Manel Dueso. Una comedia relata la intrahistoria de esta figura poco conocida por el gran público: la persona que sirve de intermediario entre el autor y el editor y que aunque en algunos no goza de muy buena fama para otros es una persona imprescindible en el ecosistema de libro donde cada semana las editoriales reciben docenas de manuscritos y resulta inmanejable para los sellos controlar todo. La obra fue representada por las actrices Mercedes Sampietro, Montse Germán y Francesca Piñón.
Narradores de monstruos y sus allegados
Aquí están, ellos fueron los que desandaron los pasos de algunos de los monstruos de la literatura y de por qué inquietan aún: desde Annie Ernaux que hizo una lectura original de Marranadas, de Marie Darrieussecq, y Alberto Manguel de Frankenstein, de Mary Shelley, hasta Inma Monsó de La migala, de Juan José Arreola; Cristina Morales de El bosque animado, de Wenceslao Fernández Flórez; Edurne Portela de Memorias de una superviviente, de Doris Lessing; José Enrique Ruiz-Domènec de Las gárgolas de Notre Dame, de Michael Camille; José Ovejero de El rey de los alisos de Michael Tournier; o Basilio Baltasar de La isla del doctor Moreau, de H. G. Wells.
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Excelente, Winston.