Javier Marías, el niño que casi odiaba los libros porque le quitaban espacio para jugar, que como lector le hubiera gustado ser Sherlock Holmes, que como escritor tenía a Shakespeare como su dios tutelar y que se convirtió en uno de los grandes escritores contemporáneos ha muerto. Tenía 70 años. Falleció a causa de una neumonía, en Madrid el 11 de septiembre de 2022, la misma ciudad donde nació el 20 de septiembre de 1951.

Fue eterno candidato al Nobel de Literatura por obras como Corazón tan blanco, Mañana en la batalla piensa en mí, Todas las almas, Tu rostro mañana, Los enamoramientos, Berta Isla y Tomás Nevinson. Su literatura se caracteriza por su hondura temática con gran manejo del tiempo en el que los pensamientos de sus personajes son esenciales, era el pensamiento en movimiento en una cadencia elegante.

El mismo narrador que sobre la escritura de sus novelas confesó: “Si supieras cómo las escribo: como un relojero loco”. (…) “No busco temas literarios que puedan ser resultones, sino temas que me inquietan. En gran medida, la vida consiste en incertidumbre y espera”.

«A veces pienso que nuestras enteras vidas —incluso las de las almas ambiciosas e inquietas y las impacientes y voraces, deseosas de intervenir en el mundo y aun de gobernarlo— no son sino el largo y aplazado anhelo de volver a ser indetectables como cuando no habíamos nacido, invisibles, sin desprender calor, inaudibles; de callar y estarnos quietos, de desandar lo recorrido y deshacer lo ya hecho que nunca puede deshacerse, a lo sumo olvidarse si hay suerte y si nadie lo cuenta; de borrar todas las huellas que atestigüen nuestra existencia pasada y por desgracia aún presente y futura durante un tiempo”, escribió Marías en su última novela, Tomás Nevinson (Alfaguara, la editorial de toda su obra).

Javier Marías, el escritor que contaba historias para recuperar el tiempo y buscar comprenderlo.

Javier Marías, el autor cuya elegante voz susurrada, ajena y, a la vez, identificable por cada lector, embauca, mientras relata y describe lo acontecido al servicio de una idea profunda que escenifica el pensamiento en movimiento.

Javier Marías, el novelista en cuyas obras el secreto, la culpa, la traición, el engaño y la hipocresía envuelven y desvelan al ser humano.

Javier Marías, el narrador que reflexionó sobre el amor que ronda, y el desamor que acecha, que trató de iluminar sus espejismos y laberintos.

Javier Marias, el oteador del Tiempo y del azar sobre sus criaturas y su universo literario.

Javier Marías escribió 16 novelas, dos colecciones de cuentos, una veintena de antologías de ensayos, columnas y biografías y fue traductor de clásicos (desde Lauren Sterne y Joseph Conrad, hasta John Ashbery). Y flamante editor de Reino de Redonda.

Sus obras se han publicado en 46 lenguas y en 59 países y ha vendido más ocho millones de ejemplares. Fue miembro de la Real Academia Española y en 2021 fue elegido miembro internacional de la Royal Society of  Literature (RSL), la organización benéfica del Reino Unido para la promoción de la literatura.

El estilo Marías

Javier Marías publicó su primer libro en 1971: Los dominios del lobo. Aunque su primer relato data de cuando tenía 14 años, en 1965: La vida y la muerte de Marcelino Iturriaga.

Javier Marías empezó a consolidar su nombre con títulos como Todas las almas, en 1989, y confirmó el arranque de su conquista internacional con Corazón tan blanco, en 1992. Allí está uno de sus comienzos más famosos y que contiene todo el libro y buena parte de la filosofía creativa del autor:

“No he querido saber, pero he sabido que una de las niñas, cuando ya no era niña y no hacía mucho que había regresado de su viaje de bodas…”.

Candencia, música y suavidad en un tempo y un estilo digresivo; de frases largas como ríos adormilados de rectas, meandros, rápidos y revueltas.

Es un escritor que avanza en sus novelas sin brújula, sin mapa, nada previo. Solo una idea lo acompaña cuando empieza a escribir. Un autor que descubre la historia al mismo tiempo que la escribe. Que dice no tener temas o posibles novelas en el cajón, sino que cada una surge después de acabado un libro.

Así se aprecia en obras como la citada Todas las almas, de 1989 (su novela sobre Oxford donde estudió y se siente cómodo, pero sobre todo comienzo y germen de una nueva etapa), Mañana en la batalla piensa en mí (1994), su gran proyecto Tu rostro mañana (2002–2007, tres tomos que lo consagraron dentro y fuera de España), Los enamoramientos (2011), con la cual conquistó aún más al público,  Así empieza lo malo (2014), en cuyas páginas avanza en sus inquietudes literarias y humanas al abordar el tema del secreto y la arbitrariedad del perdón; y Berta Isla, publicada en 2017.

Los temas de Marías

El Tiempo, el zar. el secreto, el amor y la muerte omnipresente son temas clave en su literatura. Las claves de su geografía literaria y temática las recordó durante la promoción de Berta Isla: “No busco temas literarios. Escribo sobre los temas que me inquietan, que me interesa. Entre esos temas figuran el secreto, el engaño, la traición,  la persuasión, el azar, la mentira o la sospecha».

Faulkner, Proust y James son tres de sus escritores tutelares. Su fuerza extraordinaria están en su estilo, ha afirmado Marías. Pero lo que distingue a Faulkner de los otros dos autores, según Marías, y aquí da más claves de su propia creación: “son sus párrafos largos, como si surgiera a borbotones hasta el punto de que es menos respetuoso con la sintaxis que ellos; como si a veces dijera: ‘la sintaxis no me importa’. Incluso lo llegó a decir: ‘Si meto tanto en un solo párrafo es porque no sé si voy a llegar a vivir al siguiente’. Esa exuberancia borbotónica da a su estilo una fuerza que atrapa y convierte cada página en una suerte de oleada que atrapa al lector y que nadie jamás, ni antes ni después de él, se aproxima a esa prosa”. Para Marías, se trata de un autor más rupturista que el propio Joyce, “que es más deliberadamente rupturista, en Faulkner todo parece más natural”.

Pero de haber un dios en ese Olimpo de autores, ese lugar lo ocupa William Shakespeare. Un creador que lo espoleaba, le daba ideas y lo invitaba a escribir a partir del misterio de sus obras. Era el escritor que le hubiera gustado ser, entrados en ese juego de poder elegir, porque, confesó: “Nunca acabo de entender cómo funciona su cabeza”.

Gran traductor, indispensable y polémico articulista de El País Semanal, la revista dominical de El País (España), amante del cine y del fútbol, y miembro de la Real Academia de la Lengua, donde ocupaba el sillón R, Marías fue uno de los pocos autores vivos incluido en el selecto club de la serie Modern Classics de la editorial británica Penguin. Entró en el año 2012 y se convirtió en el segundo autor español en esa colección, tras Federico García Lorca, y el sexto de la lengua española tras Lorca, Jorge Luis Borges, Pablo Neruda, Octavio Paz y Gabriel García Márquez.

Como lector entusiasta que era, Javier Marías una vez jugó con el personaje de ficción que le hubiera gustado ser. Y ese personaje era Sherlock Holmes, creado por Arthur Conan Doyle. Del inglés dijo: “Es una persona muy inteligente que vive en permanente alerta y captando lo que le rodea de la gente mucho más de lo que cualquiera de nosotros solemos hacer. No es exactamente un hombre de acción, pero no la desdeña. Es divertido, ameno y melómano, y tiene una ventaja: siempre va disfrazado”.

Bajo esas coordenadas escribió en una máquina de escribir eléctrica en su casa del centro de Madrid. En una casa tapizada de libros por cuyas ventanas entra la luz que viene del occidente. Suave por las mañanas, directa por las tardes.

Obra y premios

Javier Marías escribió dieciséis novelas, entre ellas Los dominios del lobo, El hombre sentimental (Premio Ennio Flaiano), Todas las almas (Premio Ciudad de Barcelona), Corazón tan blanco (Premio de la Crítica, IMPAC Dublin Literary Award, Prix l’Oeil et la Lettre), Mañana en la batalla piensa en mí (Premio Rómulo Gallegos, Prix Femina Étranger, Premio Mondello, Premio Fastenrath), Negra espalda del tiempo, los tres volúmenes de Tu rostro mañana (Fiebre y lanza, Baile y sueño y Veneno y sombra y adiós), Los enamoramientos (Premio Tomasi di Lampedusa, Mejor Libro del Año en Babelia, Premio Qué Leer), Así empieza lo malo (Mejor Libro del Año en Babelia), Berta Isla (Premio de la Crítica, Premio Dulce Chacón, Mejor Libro del Año en Babelia, en Corriere della Sera y en Público de Portugal) y Tomás Nevinson (Premio Gregor von Rezzori – Ciudad de Florencia); de las semblanzas Vidas escritas; de los relatos reunidos en Mala índole y la antología Cuentos únicos; homenajes a Cervantes, Faulkner y Nabokov, y veinte colecciones de artículos y ensayos.

En 1997 recibió el Premio Nelly Sachs; en 1998 el Premio Comunidad de Madrid; en 2000 los Premios Grinzane Cavour y Alberto Moravia; en 2008 los Premios Alessio y José Donoso; en 2010 The America Award; en 2011 el Premio Nonino y el Premio de Literatura Europea de Austria; en 2012 el Premio Terenci Moix; en 2013 el Premio Formentor; en 2015 el Premio Bottari Lattes Grinzane; y en 2017 el Premio Liber, todos ellos por el conjunto de su obra. En 2016 fue nombrado Literary Lion por la Biblioteca Pública de Nueva York. Entre sus traducciones destaca Tristram Shandy (Premio Nacional de Traducción 1979). Fue profesor en la Universidad de Oxford y en la Complutense de Madrid.

• Puedes ver en este enlace el fotorrelato que WMagazín hizo con Javier Marías durante la primera semana del lanzamiento de su  novela, Berta Isla, en 2017.
  

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