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El cantautor cubano Pablo Milanés (Cuba, 1943 – España 2022), en la potada del álbum ‘Querido Pablo’. /WMagazín

Muere Pablo Milanés, el cantautor que puso música a la esperanza, la protesta y el amor de Latinoamérica

El artista, que adaptó versos de grandes poetas como José Martí y Nicolás Guillén y compuso temas inolvidables como 'Yolanda', falleció en Madrid a los 79 años. Fue uno de los creadores de la Nueva Trova Cubana, impulsor de la canción protesta y representante de temas de amor. Recordamos su vida y sus canciones. Se va un tiempo para eternizarse

Mi verso es como un puñalQue por el puño echa florMi verso es un surtidorQue da un agua de coral (de José Martí)

Ha muerto Pablo Milanés, creador de grandes himnos al amor y a las preocupaciones de Latinoamérica con versos de poetas y temas propios; artesano de esperanzas y sueños íntimos y colectivos. La banda sonora de una época, y de la nostalgia, uno de los renovadores del llamado filin y creadores de la llamada Nueva Trova Cubana junto a Silvio Rodríguez y Noel Nicola, allá por los años sesenta, hasta crear más de cuarenta álbumes en solitario. Mejor escuchar a Milanés de música y poesía:

Mi verso es como un puñal (versos de José Martí)

Mi verso es como un puñal
Que por el puño echa flor
Mi verso es un surtidor
Que da un agua de coral (…)

Yo sé de un pesar profundo
Entre las penas sin nombres
La esclavitud de los hombres
Es la gran pena del mundo…

La eterna Yolanda

Esto no puede ser no más que una canción
Quisiera fuera una declaración de amor
Romántica sin reparar en formas tales
Que ponga un freno a lo que siento ahora a raudales

Te amo
Te amo
(Eternamente te amo)

Si me faltaras no voy a morirme
Si he de morir quiero que sea contigo
Mi soledad se siente acompañada
Por eso a veces sé que necesito

Tu mano
Tu mano
(Eternamente tu mano)

Pablo Milanés empezó a cantar y a ser escuchado en Cuba con menos de 20 años. En los primeros grandes compases de la Revolución Cubana en el poder, iniciada el 31 de diciembre de 1958, con Fidel Castro a la cabeza, e irradiada al continente. En 1964 se convirtió en el intérprete de los Bucaneros. Dos años más tarde fue enviado a uno de los campos de trabajos forzosos llamados Unidad Militar de Ayuda a la Producción (UMAP), hasta que se disolvieron en 1967. Ese mismo año, Milanés participó en el Primer Encuentro Internacional de la Canción de Protesta, celebrado en Varadero, así empezó su andadura en la canción protesta.

En 1973 debutó como solista juntando su creencia en las ideas universales de la Revolución cubana y la literatura mientras apelaba al sentimiento. Lo hizo con versos del gran poeta cubano José Martí en el álbum Versos sencillos; siguió en 1975 con los poemas de otro grande de Cuba con Canta a Nicolás Guillén. Música y literatura lo acompañarían muchas veces, con ellos entró en la memoria colectiva cubana y latinoamericana.

Empezó en la canción protesta. Cantó a la libertad, contra las injusticias, a la igualdad, a la esperanza, a los sueños, al amor… Luego se fortaleció con temas de su autoría en letras, notas musicales y un estilo inconfundible que conectaba con el público.

«Con una discografía torrencial, Milanés alternó las labores de cantautor —adaptó incluso a Nicolás Guillén o José Martí— con catas en zonas olvidadas de la música popular cubana, dedicando numerosos volúmenes al bolero, al estilizado filin y a la vieja trova oriental. Fue rescatando a maestros jubilados como Lorenzo Hierrezuelo, Luis Peña, Octavio Sánchez Cotán y, sí, también a Compay Segundo, a los que reivindicó y relanzó ante el estupor del oficialismo cubano, que tendía a mirar con sospecha aquella ‘música prerrevolucionaria’. Lo que no le impedía trabajar con artistas jóvenes como Raúl Torres, Isaac Delgado o su hija, Haydée Milanés»; escribe el crítico musical Diego A. Manrique en el diario español El País.

No hay mejor homenaje que recordar algunas de sus adaptaciones poéticas y sus canciones que son poemas:

Canta a Nicolás Guillén (1975)

Palabras fundamentales

Haz que tu vida sea campana que repique
O surco en que florezca y fructifique
El árbol luminoso de la idea

Alza tu voz sobre la voz sin nombre
De todos los demás
Y haz que se vea junto al poeta el hombre

Llena todo tu espíritu de lumbre
Busca el empinamiento de la cumbre
Y si el sostén nudoso de tu báculo

Ofrece algún obstáculo a tu intento
Sacude el ala del atrevimiento
Ante el atrevimiento del obstáculo

Llena todo tu espíritu de lumbre
Busca el empinamiento de la cumbre
Y si el sostén nudoso de tu báculo

Ofrece algún obstáculo a tu intento
Sacude el ala del atrevimiento
Ante el atrevimiento del obstáculo

***

La vida no vale nada (1976)

La vida no vale nada

La vida no vale nada si no es para perecer
Porque otros puedan tener lo que uno disfruta y ama
La vida no vale nada si yo me quedo sentado
Después que he visto y soñado que en todas partes me llaman

La vida no vale nada cuando otros se están matando
Y yo sigo aquí cantando, cual si no pasara nada
La vida no vale nada si escucho un grito mortal
Y no es capaz de tocar mi corazón que se apaga

La vida no vale nada si ignoro que el asesino
Cogió por otro camino y prepara otra celada
La vida no vale nada si se sorprende otro hermano
Cuando supe de antemano lo que se le preparaba
La vida no vale nada si cuatro caen por minuto
Y, al final, por el abuso se decide la jornada

La vida no vale nada si tengo que posponer
Otro minuto de ser y morirme en una cama
La vida no vale nada si en fin lo que me rodea
No puedo cambiar cual fuera lo que tengo y que me ampara
Y por eso para mí

La vida no vale nada si ignoro que el asesino
Cogió por otro camino y prepara otra celada
La vida no vale nada si se sorprende otro hermano
Cuando supe de antemano lo que se le preparaba
La vida no vale nada si cuatro caen por minuto
Y, al final, por el abuso se decide la jornada

La vida no vale nada si tengo que posponer
Otro minuto de ser y morirme en una cama
La vida no vale nada si en fin lo que me rodea
No puedo cambiar cual fuera lo que tengo y que me ampara
Y por eso para mí
La vida no vale nada

***

Yo pisaré las calles nuevamente (1976)

Yo pisaré las calles nuevamente
De lo que fue Santiago ensangrentada
Y en una hermosa plaza liberada
Me detendré a llorar por los ausentes

Yo vendré del desierto calcínante
Y saldré de los bosques y los lagos
Y evocaré en un cerro de Santiago
A mis hermanos que murieron antes

Yo unido al que hizo mucho y poco
Al que quiere la patria liberada
Dispararé de las primeras balas
Más temprano que tarde sin reposo

Retornarán los libros las canciones
Que quemaron las manos asesinas
Renacerá mi pueblo de su ruina
Y pagarán su culpa los traidores

Un niño jugará en una alameda
Y cantará con sus amigos nuevos
Y ese canto será el canto del suelo
A una vida segada en La Moneda

Yo pisaré las calles nuevamente
De lo que fue Santiago ensangrentada
En una hermosa plaza liberada
Me detendré a llorar por los ausentes

Yo pisaré las calles nuevamente
De lo que fue Santiago ensangrentada
En una hermosa plaza liberada
Me detendré a llorar por los ausentes

***

Yo no te pido (1978)

Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

Yo no te pido que me firmes
diez papeles grises para amar
sólo te pido que tu quieras
las palomas que suelo mirar.

De lo pasado no lo voy a negar,
el futuro algún día llegará
y del presente
que me importa la gente
si es que siempre van a hablar.

Sigue llenando este minuto
de razones para respirar
no me complazcas, no te niegues
no hables por hablar.

Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

***

De qué callada manera (de El pregón de las flores, 1981)

La lala la la, la la la lala ohh
La lala la la, la la la lala ohh

De qué callada manera se me adentra usted sonriendo
Como si fuera la primavera, yo muriendo
Y de qué modo sutil me derramo en la camisa
Todas las flores de abril

¿Y quién le dijo que yo era?
¿Risa siempre y nunca llanto?
Como si fuera la primavera
No soy tanto
En cambio, qué espiritual que usted me brinde una rosa
De su rosal principal

De qué callada manera se me adentra usted sonriendo
Como si fuera la primavera, yo muriendo

Yo muriendo

La lala la la, la la la lala ohh
La lala la la, la la la lala ohh

¿Quién le dijo que yo era?
¿Risa siempre y nunca llanto?
Como si fuera la primavera
No soy tanto
En cambio, qué espiritual que usted me brinde una rosa
De su rosal principal

De qué callada manera se me adentra usted sonriendo
Como si fuera la primavera, yo muriendo
Yo muriendo

De qué callada manera se me adentra usted sonriendo
Como si fuera la primavera, yo muriendo
Yo muriendo

La la la la la, la la la la la ohh
La la la la la, la la la la la ohh
La la la la la, la la la la la ohh

***

Yolanda (de Yo me quedo, 1982)

Esto no puede ser no más que una canción
Quisiera fuera una declaración de amor
Romántica sin reparar en formas tales
Que ponga un freno a lo que siento ahora a raudales

Te amo
Te amo
(Eternamente te amo)

Si me faltaras no voy a morirme
Si he de morir quiero que sea contigo
Mi soledad se siente acompañada
Por eso a veces sé que necesito

Tu mano
Tu mano
(Eternamente tu mano)

Cuando te vi sabía que era cierto
Este temor de hallarme descubierto
Tú me desnudas con siete razones
Me abres el pecho siempre que me colmas

De amores
De amores
Eternamente de amores

Si alguna vez me siento derrotado
Renuncio a ver el sol cada mañana
Rezando el credo que me has enseñado
Miro a tu cara y digo en la ventana

Yolanda
Yolanda
Eternamente, Yolanda

Yolanda
Eternamente, Yolanda
Eternamente, Yolanda

***

Pobre del cantor (De Comienzo y final de una verde mañana, 1985)

Pobre del cantor de nuestros días
Que no arriesgue su cuerda por no arriesgar su vida.
Pobre del cantor que nunca sepa
Que fuimos la semilla y hoy somos esta vida.

Pobre del cantor que un día la historia
Lo borre sin la gloria de haber tocado espinas.
Pobre del cantor que fue marcado
Para sufrir un poco y hoy está derrotado.

Pobre del cantor de nuestros días
Que no arriesgue su cuerda por no arriesgar su vida.
Pobre del cantor que nunca sepa
Que fuimos la semilla y hoy somos esta vida.

Pobre del cantor que a sus informes
Les borren hasta el nombre con copias asesinas.
Pobre del cantor que no se alce
Y siga hacia adelante con más canto y más vida.

Pobre del cantor que no halle el modo
De tener bien seguro su proceder con todos.
Pobre del cantor que no se imponga
Con su canción de gloria, con embarres y lodos.

Pobre del cantor de nuestros días
Que no arriesgue su cuerda
Por no arriesgar su vida.
Pobre del cantor que nunca sepa
Que fuimos la semilla y hoy somos esta vida.

Y hoy somos esta vida.

Y hoy somos esta vida.

…Artículo en elaboración…

***

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Santiago Vargas

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