El crecimiento, el optimismo, la adaptación y la renovación del mundo del libro en sus diferentes ámbitos se sienten en la 37ª Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo) 2025, del 25 de abril al 11 de mayo. Varias mesas redondas, talleres o conferencias han abordado estos aspectos que van de las ventas y comercialización a la bibliodiversidad y clubes de lectura. Mientras que la creación y los autores, primer eslabón de la cadena del libro, copan casi todas las dos mil actividades de la feria bogotana con charlas, entrevistas, debates, presentaciones e incluso recitales de poesía.

El siguiente es un repaso por algunos de los eventos de cada uno de los ámbitos del ecosistema del libro:

Autores: de diálogos a recitales

Más de quinientos autores de 25 países están presentes en la FILBo. España, como País Invitado de Honor, presenta la delegación más numerosa: 139. La propuesta española incluye desde escritores muy conocidos, hasta otros por los que apuesta España, nombres en todos los géneros literarios. Están presentes en conferencias, debates, conversaciones, presentaciones, firmas de libros y la parte más bonita y emotiva: los recitales poéticos todas las tardes. Una hora cada día que condensa el universo, el espíritu, la conexión y la importancia de la literatura.

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Mercado: venta y pluralidad

Colombia y España separados por un océano, unidos por la lengua fue el título de la mesa redonda en la que se habló de la importancia de la riqueza y variedad del sistema editorial y de la convivencia de grandes grupos, sellos medianos y pequeños e independientes. Esto garantiza la pluralidad y diversificación. Participaron Enrique González Villa, expresidente de la Cámara Colombiana del Libro, y José Manuel Anta, gerente de la Federación de Gremios de Editores de España. Anta recordó que en el mercado español la mitad de las ventas corresponden a dos grandes grupos editoriales, Planeta y Penguin Random House, que tiene más de medio centenar de sellos para todos los públicos y con todas las temáticas. La potencia del mercado de España es tal que las ventas de este país, más de dos mil millones de euros, es, mas o menos, la misma que la de toda América Latina hispanohablante.

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Distribución: estrategias amistosas

En América Latina hay 18 países de habla hispana, 18 países a los que aspiran a llegar las editoriales a través de la red de distribuidoras en una labor aparentemente sencilla, pero compleja por los aranceles de cada país, las normas locales y las librerías con las que se debe llegar a acuerdos. Una situación que analizaron en el debate ¿Cómo pueden llegar los libros a otros mercados de la región? Participaron Juan Casamayor (España), Edgar Blanco (Colombia) y Tamara Reyes Palacios (Chile). Todos coincidieron en que la edición e impresión de un libro es solo el primer paso que debe contar con una buena distribuidora y estrategia de distribución para llegar a los lectores. Es el penúltimo eslabón de la cadena de valor del libro, con lo cual, afirmó Juan Casamayor, editor de Páginas de Espuma, “hay que ser amigos de los distribuidores, no enemigos”.

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Bibliotecas: agentes sociales y culturales

Las bibliotecas, junto con las librerías, son el eslabón previo a los lectores. Este año el Encuentro Internacional de Bibliotecarios aborda la circulación del libro entre las bibliotecas y sus diversos públicos. La metamorfosis que afrontan las bibliotecas como agentes sociales y culturales fue uno de los aspectos tratados. Para Andrea Victorino, directora de BibloRed de Colombia, “el gran reto es comenzar a trabajar como redes de bibliotecas de ciudades. Existe una red nacional, pero ciudades como Cali, Medellín, Bogotá e incluso Bucaramanga tienen el potencial de desarrollar redes más amplias. Deberíamos trabajar de manera conjunta para explorar formas innovadoras de prestar servicios y fortalecer nuestro impacto».

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Librerías, aumentan en Colombia

Colombia vive una proliferación de librerías independientes: más del 70% tienen menos de 25 años. Estos datos de la Cámara Colombiana del Libro 2025 muestran la importancia que ha adquirido la lectura entre los colombianos y la tarea de todos los actores de la cadena de valor del libro por acercar la lectura a todos los sectores de la población. “Este crecimiento no se concentra solo en las grandes ciudades, sino que ha comenzado a extenderse hacia municipios más pequeños gracias a las librerías independientes. Mientras 54 municipios cuentan con al menos una de ellas, los puntos de venta de las cadenas solo llegan a 31 librerías, aunque casi todos estos establecimientos siguen localizados en Bogotá y Medellín, que reúnen el 57% de las librerías del país”, según el reportaje del Periódico UNAL, el diario de la Universidad Nacional de Colombia, la más importante y grande del país.

Este aumento cuantitativo, señala Periódico UNAL, “refleja una respuesta a las dinámicas del mercado editorial y a la necesidad de ofrecer alternativas a las grandes cadenas y plataformas digitales. Las librerías independientes han surgido como espacios que privilegian la diversidad editorial y la promoción de la bibliodiversidad, un término del que se habría empezado a hablar en Chile en 1990 y que significa variedad, no solo en títulos ofrecidos sino en contenidos, en las culturas y en los planteamientos de sus autores, así como en formatos y sellos diferentes a los grandes grupos editoriales. Esta evolución también responde a un fenómeno global de valorización de los espacios culturales locales y de resistencia frente a la homogeneización del mercado”, según la Asociación Colombiana de Librerías Independientes (ACLI, 2020).

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Lectores: clubs de lectura

El libro circula por interés individual o por recomendaciones ya sea de amigos, críticos, prescriptores o clubes de lectura. En 2023 nació Tinta, el primer club del libro por suscripción en Colombia, con ediciones exclusivas y lo mejor de la literatura universal. En año y medio ya tienen más de dos mil suscriptores en América Latina y llega a 150 ciudades y a Perú y a Chile. Es para personas “que buscan más que simples sugerencias de lectura u oferta de libros para comprar”, según Daniel Romero y Tomás Susin, sus fundadores, con experiencia en emprender proyectos de este tipo en Brasil, y su editora y exdirectora de la FILBo Sandra Pulido Urrea.

Esta comunidad literaria recibe todos los meses un libro sorpresa recomendado por un curador, escritor reconocido literariamente, una revista para profundizar en la obra y el autor del mes, un separador de libros, un estuche para guardar y cuidar el libro y encuentros presenciales y virtuales para compartir la experiencia de lectura. Tinta se expande con una comunidad digital en Instagram de más de cuarenta mil personas y una comunidad en WhatsApp con contacto directo con los lectores.

“Vivimos en un mundo agitado y Tinta es una invitación a disminuir la velocidad, a desconectarse de las pantallas y a abrir las páginas, a conversar sobre los temas de la lectura que se reflejan en la vida cotidiana”, afirma Sandra Pulido Urrea, Publisher de Tinta. Para la editora, la lectura, además de un deleite, “es un bien social, una forma de edificar el pensamiento y de vivir en sociedad; la posibilidad de imaginar otros mundos y de fortalecer la democracia”.

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Ferias: divulgación y encuentro con lectores

Las ferias, festivales y encuentros de escritores y/o de libros es el penúltimo eslabón de la cadena de promoción y divulgación de la literatura. La FILBo es uno de ellos y este 2025 acogió la presentación de otro encuentro importante: el Festival LEA (Festival Ηeleno-Iberoamericano de Literatura en Atenas). “Asegura un punto de encuentro entre Iberoamérica y Grecia “y un espacio de reconocimiento y práctica del idioma y la cultura por medio de la literatura, el arte, la música, el cine y el teatro. Gracias a diversas actividades en los tres idiomas, el público participante disfruta y vive de cerca la riqueza cultural y literaria de estos países”, señala la organización.

Creado en 2008 cuenta con la Presidencia Honoraria del escritor griego Petros Márkaris y con su directora Adriana Martínez. La misión del Festival LEA consiste en fomentar y promover recíprocamente las letras y las artes entre España, Portugal, los países iberoamericanos y Grecia. Se trata, según Adriana Martínez, de un evento cultural anual, enfocado en la literatura  ̶ en su contexto cultural ̶  y alejado de toda temática religiosa o política, cuya programación se caracteriza por ser inclusiva e interactiva, y por la originalidad, actualidad y variedad de sus actividades. En su presentación en FILBo estuvieron el griego Yannis Palavós, el portugués José Luis Peixoto, el español Pedro Olalla y la directora del Festival Adriana Martínez.

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