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Ilustración de ‘El cuento de la criada’, de Margaret Atwood, en su versión de novela gráfica ilustrada por Renée Nault (Salamandra). /WMagazín

Vientres de alquiler o maternidad subrogada en la literatura, ensayos y libros de derecho y bioética

WMagazín reseña varios títulos que han tratado uno de los temas más complejos y polémicos de nuestra época que ayudan a conocer mejor esta realidad: de la Biblia y la novela 'El cuento de la criada' en la narrativa a obras sobre la legislación e investigaciones sobre el tráfico de la procreación de niños

“Dijo, pues, Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego que te allegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram a la voz de Sarai”. Génesis, capítulo 16.

Nada escapa al espejo de la literatura de ficción y del ensayo. Ni el tema de la práctica milenaria agazapada de los hoy llamados vientres de alquiler o de maternidad subrogada o gestación por sustitución, uno de los más antiguos, vidriosos, complejos, polémicos, inquietantes e inevitables porque va al corazón de la naturaleza humana y confronta al ser humano con su propio ser, lugar en el mundo y su fin, desde ámbito de la filosofía hasta el derecho y las dudas éticas y científicas. Un asunto presente de manera silenciosa y agazapada a lo largo de la Historia y cada vez más visible en nuestra época.

En la ficción ha sido abordado en sus diferentes estadios: desde su modalidad más milenaria y conocida ya narrada en la Biblia hasta distopías perturbadoras como El cuento de la criada (incluso como novela gráfica) y Los testamentos, de Margaret Atwood; pasando por la realidad criminal del tráfico de niños en El parque de los perros, de Sofi Oksanen; la maternidad como negocio industrial en La granja, de Joanne Ramos; las fronteras de fondo sobre la maternidad/paternidad en La mala suerte, de Marta Robles; la realidad cotidiana de esta situación en El cuerpo es quien recuerda, de Paula Puebla, y el cuento para niños La bolsita de la canguro, de Sarah A. Phillips.

En el apartado de ensayo hay libros-documentos-guías de expertos en derecho, bioética y psicología que explican la situación y responden preguntas, pero, sobre todo, dejan abiertas otras ante una realidad que va por delante de la legislación y sobrepasa a la sociedad, ya no solo por el deseo legítimo que puede tener cualquiera a tener hijos, sino por el modo de alcanzar ese deseo sobre todo en un mundo donde hay millones de niños abandonados o que necesitan un hogar.

Lo que un día fue ciencia ficción, la concepción de seres humanos fuera del vientre de la madre verdadera, empezó a concretarse, hace 45 años, el 25 de julio de 1978. Ese día nació la primera niña probeta o por fecundación in vitro (FIV): Louise Brown. Sus padres recurrieron a este método luego de años de intentar tener descendencia de manera natural. Acudieron en Gran Manchester al hospital Dr Kershaw en Royton, Inglaterra, donde hicieron el milagro el fisiólogo Robert Edwards (Premio Nobel de Medicina en 2010 por el desarrollo de esta técnica), el ginecólogo Patrick Steptoe y la embrióloga Jean Purdy.

Fue el comienzo de los avances en medicina de procreación. Y con él variantes de fecundación de toda índole, como los llamados vientres de alquiler ya sea para una pareja heterosexual con problemas de fertilidad, una mujer o un hombre solos o una pareja del mismo sexo.

Con esta deriva de la fertilización in vitro han surgido preguntas y debates relacionados con la ciencia, la ética, la psicología, la moral, la filosofía, el derecho y se ha generado reflexiones sobre el propio concepto de maternidad/paternidad y de la responsabilidad tanto de los padres que encargan ese hijo, como de los médicos y la mujer gestante.

Libros de ficción y ensayo han abordado esta realidad en la que plantean preguntas esenciales como:

  • ¿Cuál es el verdadero motivo para concebir hijos?
  • ¿Ser padre o madre es un acto de generosidad o un acto de egoísmo?
  • ¿Basta con el deseo para concebir un niño en un vientre de alquiler?
  • ¿Qué estamos dispuestos a hacer para conseguir ser padres y madres?
  • ¿Dónde quedan la libertad y los derechos de ese niño concebido en un vientre de alquiler para paliar la soledad u otras necesidades del padre o la madre?
  • ¿Cuáles son las fronteras de la libertad y los derechos de los padres, la gestante y el niño?
  • ¿Presta la mujer gestante un consentimiento verdaderamente informado?
  • ¿Provoca la gestación por sustitución efectos psicológicos en el/la niño/a?
  • ¿La compensación deriva irremediablemente en la explotación de las mujeres?
  • ¿Debe aceptarse que la gestación por sustitución sea practicada con fines comerciales o sólo de manera altruista?
  • ¿Hasta que edad debe una persona hacerse cargo de un niño de gestación por sustitución?

Preguntas fronterizas en muchos aspectos que hoy han vuelto a España, y buena parte del mundo, por el caso de la actriz Ana Obregón: con 68 años de edad, recurrió a esta práctica en Estados Unidos, porque en España es ilegal. Pagó a una mujer para que quedara fecundada con el esperma congelado de su hijo fallecido quien, según ella, habría expresado verbalmente a sus padres la voluntad de tener hijos.

En España esta práctica no es legal, la Ley de Reproducción Humana Asistida no la permite. Las personas que desean tener hijos por este método deben ir a otros países donde sí es legal, aunque luego los pueden traer al bebe al España y registrarlos porque hay una ventana jurídica que lo permite.

WMagazín propone algunos libros que analizan el escenario de las madres de alquiler o maternidad subrogada o gestación por sustitución desde diferentes ámbitos. Obras que ayudan a conocer mejor esta realidad desde el punto de vista científico, legal, constitucional y humano.

Algunos de los motivos por los que en España no es legal está práctica se deben a que se considera que puede haber una mercantilización del bebé, porque la patria potestad es irrenunciable en el ordenamiento jurídico-civil y por los posibles múltiples problemas que puede causar al niño en su aspecto psicológico, familiar y social.

De la Roma imperial y la Biblia a El cuento de la criada

El cuento de la criada y Los testamentos, de Margaret Atwood. / WMagazín

Uno de los primeros libros que aborda este tema es el Génesis del Antiguo testamento de la Biblia. Allí se escenifica una práctica milenaria impuesta en el caso de Sarai y Abraham. Como ella era estéril le propuso a su marido, de 86 años, que le diera un hijo con su sierva egipcia Agar. Abraham la complació, la sierva obedeció. Así nació Ismael que habría de convertirse en el primer antepasado de los árabes.

En 1985 Margaret Atwood publicó su novela distópica El cuento de la criada y en 2019 la continuación con Los testamentos (ambos en Salamandra y convertidas en exitosa serie de televisión de 2017 a 2023). La novela relata el ascenso de un régimen totalitario y teonómico en el país de Gilead donde la fertilidad de las mujeres ha descendido y las pocos que pueden procrear son tratadas como esclavas solo para concebir los hijos de los poderosos. Una nueva modalidad de esclavitud donde el prefijo de los nombres de esas mujeres es Of (que quiere decir de, en español) seguido del nombre de la persona para quien gesta. Así, la protagonista se llama Offred, que en este caso tiene una tercera connotación: Off, apagada, desactiva.

Otra distopía de la maternidad como industria la aborda Joanne Ramos en La granja (Roca). La escritora sitúa en Golden Oaks recrea cómo sería un lugar donde la concepción de niños sea una industria, la economía de la fertilidad. En ese lugar «la progenie de los súper ricos inicia su vida en el útero con lo mejor de lo mejor: dietas equilibradas a base de alimentos orgánicos, listas de reproducción seleccionadas en base a su placer auditivo… y matrices jóvenes, sanas (y optimizadas con cortisol) donde gestarse. A sus anfitrionas –es así como se llama a estas madres sustitutas- se les ofrecen contratos de arrendamiento de nueve meses, y así ganar grandes cantidades de dinero que les puede permitir cambiar la trayectoria de sus vidas a menudo difíciles, siempre y cuando se mantengan lejos de cualquier problema y den a luz a recién nacidos saludables», explica la editorial..

Algunos de las preguntas que despierta el motivo de ejercer esta práctica, lo plantea Marta Robles en La mala suerte (Espasa): «¿Qué estamos dispuestos a hacer para conseguir ser padres y madres? Y ¿ser padre o madre es un acto de generosidad o un acto de egoísmo?». La escritora española recuerda que su novela policiaca «repasa los diversos medios de reproducción asistida, las diferentes maneras de llegar a ser padre o madre (incluida la adopción) y el gran negocio tras el deseo a cualquier precio de tener hijos».

Marta Robles recuerda que «en la Roma antigua era frecuente que si una patricia no podía tener hijos su marido mantuviera relaciones con una esclava que gestara el bebé y se lo entregara después a la esposa de su propietario». En la novela, añade, expone una historia tras las que se esconden engaños y muchísimas circunstancias que se propician gracias al desarrollo de la ciencia y, en ocasiones a la falta de legislación. «En la novela se plantean diversas circunstancias que llevan a toda suerte de modelos de reproducción asistida y hay mucha información que permite que el lector se plantee diversas cuestiones de índole ética e incluso moral y que reflexione sobre ellas».

El parque de los perros y El cuerpo es quien piensa. /WMagazín

En Finlandia, Sofi Oksanen publicó hace poco la novela El parque de los perros (Salamandra) para denunciar el negocio de los vientres de alquiler en países como Ucrania. La novela es un thriller psicológico en el que se relata la historia europea reciente a través de la industria de la fertilidad y los vientres de alquiler. En Argentina, Paula Puebla abordó en El cuerpo es quien recuerda (Tusquets) temas de la maternidad, la subrogación de vientres, los límites del cuerpo, la identidad y los mandatos de clase.

En un ámbito próximo estaría, en lo concerniente a la manipulación genética y la procreación, la novela Los niños del Brasil, de Ira Levin, de 1971. El libro especula sobre el plan de Josep Mengele, oficial nazi y médico de la Segunda Guerra Mundial, conocido como El ángel de la muerte por sus experimentos y trabajos en las cámaras de gas del Holocausto, para crear una generación de seres humanos basados en la raza aria.

 

Legislación, bioética y fronteras

Los siguientes son algunos libros de ensayo de expertos en derecho y bioética:

La maternidad subrogada a la luz del derecho español
Aurelia María Romero Coloma (Dilex)

La realidad jurídica de España es abordada al detalle en este libro-documento-guía, a la vez que su razonamiento jurídico abre debates sociales y éticos. La autora es licenciada en Derecho por la Universidad de Cádiz, Doctora en Derecho por la Universidad de Sevilla y ha sido Investigadora de la Universidad de Cádiz.

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La maternidad subrogada: estudio ante un reto normativo
Antonio J. Vela Sánchez (Comares)

Este experto en Derecho Civil y profesor de la Universidad Pablo de Olavide ya expresó en 2012 las distintas modalidades que podían darse en ámbitos que van de lo jurídico a lo genético e incluso religioso. Y lanza preguntas como ¿Es el derecho a la paternidad un derecho fundamental? ¿Atenta contra la dignidad de las personas? ¿Puede la concepción de un ser humano ser objeto de contrato?

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Maternidad subrogada. Qué es y cuáles son sus consecuencias
Varios autores (Sekotia)

Este libro está hecho por expertos en bioética Nicolás Jouve de la Barreda, Natalia López Moratalla, Justo Aznar Lucea, Julio Tudela Cuenca, Marta Albert Márquez y José Miguel Serrano Ruiz Calderón. Los autores escribieron este libro debido al aumento de esta práctica y el surgimiento de “problemas de carácter personal, biomédico, psicológico y jurídico, muchos de ellos motivados por el escaso conocimiento de las consecuencias para las personas y la sociedad y por el vacío legal con que ha emergido en diferentes países”.

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Hij@s del mercado. La maternidad subrogada en un estado social
María Luisa Balaguer Callejón (Universidad de Valencia)

La magistrada del Tribunal Constitucional va a la raíz de esta nueva realidad cercada de preguntas. El libro se estructura en torno a dos conceptos fundamentales, señala la editorial: “El primero se refiere a la posibilidad de afectación de la dignidad y el libre desarrollo de la personalidad en relación con el contrato de un vientre de alquiler para la materialización de un deseo de maternidad o paternidad de imposible satisfacción por parte de las personas que pretenden llevar a cabo ese contrato. El segundo aspecto apunta a la raíz misma de la cuestión de por qué surge en nuestra civilización un mercado de estas características, cuáles son los efectos de este liberalis­mo contractual, y qué valores y principios potencia y defiende”.

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Maternidad S. A. El negocio de los vientres de alquiler
Laura Nuño. Prólogo de María Luisa Balaguer (Catarata)

El libro deja claro que es una industria de vientres de alquiler, conocida con el eufemismo de “gestación subrogada”, un negocio lucrativo como una alternativa a quienes no pueden tener hijos de manera natural. Según el libro, “la apropiación y explotación del cuerpo de las mujeres para fines sexuales o reproductivos o los proyectos de eugenesia no son ajenos a la historia de la humanidad. Pero lo que sí resulta una novedad es una mercantilización del embarazo que desvincula maternidad, gestación y sexualidad y convierte a las personas en objetos de intercambio económico según encargos ‘a la carta’ (con la opción de elegir el sexo, la carga genética o las características físicas)”. La obra da cuenta de sus implicaciones ético-políticas en aspectos tan importantes como la justicia social, la igualdad de género, las brechas sociales por la selección genética, el interés superior del menor, los límites del mercado o el afán de esta industria por conciliar el lucro con la retórica del altruismo. Laura Nuño es politóloga, profesora de Derecho Público y Ciencia Política en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, donde puso en marcha y coordinó el primer Grado de Igualdad en nuestro país y el Observatorio de Género.

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Gestación por sustitución. Ni maternidad subrogada ni alquiler de vientres
Eleonora Lamm (Edicions de la Universitat de Barcelona)

Eleonora Lamm es Doctora en Derecho por la Universidad de Barcelona, subdirectora de Derechos Humanos en la Suprema Corte de Justicia de Mendoza (Argentina), y consultora de Bioética y Ética de las Ciencias de la UNESCO.

El libro profundiza en el gran número de cuestiones y planteamientos no sólo legales, sino también éticos de la gestación por sustitución. UNEBOOK señala: “¿Presta la mujer gestante un consentimiento verdaderamente informado? ¿Provoca la gestación por sustitución efectos psicológicos en el/la niño/a? ¿La compensación deriva irremediablemente en la explotación de las mujeres? ¿Debe aceptarse que la gestación por sustitución sea practicada con fines comerciales o sólo de manera altruista? ¿Cómo deben resolverse los conflictos de intereses que puedan surgir entre las partes?”

El libro propone “una legislación que permita y regule explícitamente dicha práctica, que concilie los derechos en juego y sea acorde al interés superior del niño nacido bajo esas circunstancias”.

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Maternidad y gestación en venta. Fabricar bebés en la era neoliberal

Miguel Ángel Torres Quiroga

El autor hace hincapié en los múltiples problemas éticos relacionados “con los límites morales del marcado, la idea del cuerpo humano como objeto de contrato o los conflictos entre libertad negativa y positiva”. Torres Quiroga denuncia que “el mercado reproductivo de corte neoliberal, nutriéndose del deseo de tener hijos y escudándose en la defensa de la libre elección, fomenta prácticas que perjudican a las mujeres gestantes, en clara desventaja económica y social, para satisfacer los intereses procreativos de las clases privilegiadas”.

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Vientres de alquiler, la mala gente

Núria González López. Colaboración de Cruz Leal, Lluís Ballester y Bertha O. García (Eolas Ediciones)

El libro empieza por exponer la idea de que “la mayoría de la gente no compra personas, no está a favor de la explotación de personas pobres, no está a favor de la esclavitud”. Explica que aunque la esclavitud fue abolida oficialmente, no ha sido así para las mujeres, en la práctica. Una de ellas es la explotación reproductiva, o vientres de alquiler, porque las mujeres se utilizan “para ejercer de incubadoras humanas”.

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¿Generosidad o egoísmo?

Visto estos libros que abordan la realidad de los vientres de alquiler o maternidad subrogada, desde la ficción, el ensayo y la legislación, Marta Robles, autora de La mala suerte, reflexiona sobre dos preguntas planteadas en su novela:

¿Qué estamos dispuestos a hacer para ser padres y madres?

«Creo que en el intrincado mundo de la reproducción asistida hay tantísimo negocio que siempre es posible encontrar alguien que se salte la normas a menos que exista una legislación absolutamente rigurosa. Desde que el ser humano procrea no solo para perpetuar la especie sino por el deseo de trascendencia, el deseo de tener hijos ha llevado a que exista una delincuencia paralela a los propios padres y los niños se han robado, regalado, utilizado de mil maneras diferentes (desde para asegurar reinos y anexionar territorios hasta para provocar dolor al enemigo -violaciones de guerra y mujeres embarazadas-, pasando por el comercio puro y duro de niños a los que sus madres o padres han vendido para poder subsistir etc)… En la actualidad el hecho de que la ciencia favorezca cada vez más la maternidad y la paternidad más allá de las vías naturales está dando lugar a más negocio, a muchas incongruencias y a muchas circunstancias dignas de análisis. Para empezar el hecho de las propias donaciones de óvulos y esperma, regulados de maneras diversas en todo el mundo y que esconden también una trastienda con intereses y riesgos. Las propias fertilizaciones, la utilización de los embriones sobrantes… Hay un mundo para explorar y regular en beneficio de padres, hijos y de toda la sociedad. Pero no solo en la maternidad subrogada, que ya de por si ofrece muchas dudas éticas, por la utilización del cuerpo de la mujer, sino en todo el proceso íntegro de la reproducción asistida que, como digo, incluso además, tantas veces, un factor fundamental que es el donante. Al mismo tiempo que unos países -como el nuestro- quieren mantener en el anonimato y otros, sin embargo, consideran imprescindible que, aunque sea sin responsabilidades, sea conocido, por cuestiones de salud y porque el primer derecho de un ser humano es la identidad: el saber de dónde proviene».

La segunda pregunta sobre la que reflexiona Robles es: ¿Ser padre o madre es un acto de generosidad o un acto de egoísmo?:
«En nuestros días, desde mi punto de vista, el hecho de querer ser padre o madre es absolutamente egoísta. No se contempla concebirlos para aumentar el numero de niños en una sociedad cada vez más envejecida, sino como la satisfacción propia de quien desea ser padre o madre. Lo que es un acto de generosidad es ser un buen padre o una buena madre, sea por la vía que sea. Y eso incluye la de la adopción. Y me explico: Siempre nos parece que quienes adoptan son generosos, pero lo más habitual es que se adopte, no para ayudar al niño que tiene necesidades sino para satisfacer el deseo de ser padres. Es más, en ocasiones quienes adoptan solo quieren hacerlo si pertenecen a determinada etnia o tienen una edad concreta… Y casi nunca elegirían ayudar a la madre a criar a ese hijo que entrega porque la precariedad no le deja otra opción, en vez de quedarse con el niño… Hay muchos niños solos en el mundo que necesitan amor y ayuda, pero también hay muchas madres que se ven obligadas a darlos en adopción y que no lo harían si tuvieran la posibilidad de sacarlos adelante…, si hubiera alguien que las ayudara».

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