La poesía sin tiempo de Adonis

Uno de los actos literarios más significativos del comienzo de 2019 ha sido el homenaje a Adonis (Qasabín, Siria, 1930), el escritor sirio y poeta vivo en lengua árabe más destacado. Fue en Casa Árabe de Madrid donde, además, presentó su obra traducida más reciente al español: El libro II (Ediciones del Oriente y del Mediterráneo).

Acompañado por Clara Janés, poeta y académica de la lengua, y Federico Arbós, arabista, sus dos traductores principales al español, Adonis tocó pasajes de su vida y cómo estos se reflejan en su obra: nació en Siria en 1930 donde creció y estudió, luego en 1956 se exilió en el Líbano donde la guerra civil lo sacó para irse a vivir a París treinta años más tarde, en 1986.

Adonis explicó así el libro a El Cultural, suplemento literario del diario El Mundo: “En primer lugar, cualquier poeta intenta crear un vínculo con su herencia cultural. Yo he querido recrear la historia árabe de modo que sea mi propia historia personal. En segundo lugar, cualquier relación con el pasado se basa en la crítica. Al volver a la historia antigua, he querido establecer una crítica con dos caras, positiva y negativa. Por una parte, El Libro es un homenaje a todos los rebeldes, intelectuales y poetas de la historia y la literatura árabe. Por otra, es una crítica a las barreras creadas por el poder y los políticos”.

La velocidad de los recuerdos

El año avanza como la nueva novela de Eduardo Berti: Faster (Impedimenta). Una obra sobre el paso del tiempo, a finales de los años setenta con dos jóvenes como protagonistas en Buenos Aires. Van en busca del mito de la Fórmula 1, Juan Manuel Fangio, en cuyo trayecto el destino cambiará. Amistad, recuerdos e ilusiones. En la imagen, Berti  poco antes de presentar su novela junto a su editor Enrique Redel.

Las voces de los editores

Entre las actividades más relevantes de febrero destacó la organizada por la Biblioteca Nacional de España: el ciclo El Oficio de Editar, 50 años después. Fue con motivo de la exposición Los papeles del cambio. Revolución, edición literaria y democracia 1968-1988.

Tres editores hablaron de su oficio en la trastienda y de cara al público, las búsquedas de autores, el proceso de edición, la relación con ellos y la manera como los lectores reciben sus libros. Un romance siempre en tensión.

El ciclo lo abrió el 14 de febrero Jorge Herralde, de Anagrama, que charló con el poeta y periodista Javier Rodríguez Marcos; el 21 de febrero le siguió Beatriz de Moura, fundadora de Tusquets, que dialogó con el periodista y escritor Juan Cruz; y el 28 de febrero cerró este ciclo Chus Visor, de Visor Libros, en una conversción con el poeta y periodista Antonio Lucas.

Premios de tactos y charlas

Si en diciembre y enero fue el turno de Cristina Morales como ganadora del Premio Herralde Novela por Lectura Fácil, febrero fue el turno de la chilena Alejandra Costamagna, finalista del mismo galardon por El sistema del tacto.

Dentro de su periplo por España hablando de su novela, Costamagna se detuvo el viernes 22 de febero en la librería Tipos Infames. La acompañó su vecino territorial: el escritor argentino Patricio Pron. Todo en línea con El sistema del tacto, «una novela sobre el desarraigo y la pertenencia, sobre dos países separados por una montaña, sobre la familia, sobre las ausencias, sobre los recuerdos y las palabras».

Una visita a doña Emilia Pardo Bazán

Ocho años después de contar la vida de Isabel II, Premio Nacional de Historia 2011, Isabel Burdiel vuelve a las biografías. Esta vez se adentra en la vida de doña Emila Pardo Bazán editada por Taurus. El miércoles 27 de febrero se reunió con sus lectores en la librería Tipos Infames donde dialogó con la periodista Tereixa Constenla. Allí contó parte del proceso de investigación e inmersión en la vida de la escritora gallega, de la personalidad de la misma, de su literatura y de sus posiciones con respecto a la mujer.

Días antes, Isabel Burdiel describía la talla de Pardo Bazán en una entrevista a Constenla en El País así: «La medida de su importancia la da la importancia de sus enemigos, pero si nos dedicamos a ver la misoginia brutal, que existió, nos quedamos solo con la mitad de la película, porque Pardo Bazán tuvo también muchísimos apoyos masculinos. No podemos exculpar a los misóginos diciendo que era la época”.

A la Agencia Efe recordó que Pardo Bazán fue una mujer «extraordinariamente feminista. Pero no feminista en el sentido de exclusivamente los derechos, sino feminista en el sentido de los cambios que hay que hacer en la educación sentimental de las mujeres, en la importancia de que la educación no sea una especie de dogma para que las mujeres se conformen con ser madres».