Autocensura, asesinatos y múltiples violencias contra los periodistas y la democracia
Más de cien reporteros son asesinados cada año en el mundo. WMagazín publica un pasaje de un libro que hace una radiografía sobre el periodismo como un campo de minas y alerta del peligro sobre la libertad de expresión y una sociedad libre
Presentación WMagazíns La libertad de expresión de los periodistas siempre ha estado amenazada y en los últimos tiempos en peligro. La violencia contra los profesionales que la ejercen o los medios de comunicación tiene diferentes formas, desde la autocensura o el hostigamiento por parte de los diversos poderes públicos o privados, hasta los asesinatos individuales o atentados terroristas a los medios. Pero sobre todo es invisible y se ha hecho cotidiana y casi normalizado.
Es la libertad, los periodistas y la democracia en el punto de mira de los enemigos de una sociedad libre y en armonía.
A pesar de ese asedio (cada año son asesinados más de cien periodistas en el mundo) no existía en la academia un estudio pormenorizado de la situación, hasta ahora con el volumen Violencia contra los periodistas. Configuración del fenómeno, metodologías y mecanismos de intervención de organizaciones internacionales de defensa de la libertad de expresión. Su autora es Marisol Cano Busquets, decana de la facultad de Comunicación y Lenguaje de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, que decidió convertir en libro su tesis doctoral de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
Violencia contra los periodistas es una radiografía en la que se muestra el ejercicio del periodismo como un campo de minas en algunos países y reflejo de las grietas del mundo. Uno de los termómetros para medir la calidad democrática de un país es la libertad de expresión y la libertad de sus periodistas y medios de comunicación para informar con total libertad e independencia.
El estudio cubre el periodo 2000 a 2012, cuando se incrementaron las cifras de violencia, y se construye sobre el trabajo de diez organizaciones internacionales especializadas en la libertad de expresión: Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias, Comité de Protección de Periodistas, Federación Internacional de Periodistas, Freedom House, Internacional Media Support, International News Safety Institute, Reporteros Sin Fronteras, Sociedad Interamericana de Prensa y la Unesco.
«El aporte de este libro no está solo en considerar juiciosamente las expresiones de la violencia, sino en analizar sus antecedentes y sus consecuencias, acercándose a ellas desde metodologías rigurosas y un potencial analítico indudable. De esa manera, un fenómeno complejo y con raíces multicausales, encubierto por la impunidad y todo tipo de estratagemas del poder, empieza a revelarse con mayor precisión», escribe Gemán Rey Beltrán rey en el prólogo.
WMagazín publica en primicia un pasaje de esta obra presentada en la 32 Feria Internacional del Libro de Bogotá que se hace indispensable para conocer la realidad y buscar acciones en común porque será la sociedad en su conjunto la gran beneficiada:
Violencia contra los periodistas
Por Marisol Cano Busquets
La violencia contra los periodistas es selectiva. Una de las inquietudes que motivaron esta investigación era tener certezas sobre cómo la violencia contra los periodistas silencia temáticas de especial interés e importancia para determinadas sociedades y circunstancias. En los apartados sobre temáticas periodísticas como factor de riesgo y consecuencias de la violencia contra los periodistas, este trabajo demuestra, por un lado, que efectivamente el tipo de coberturas periodísticas y de temáticas abordadas por los periodistas tienen estrecha relación con actos de violencia y, por el otro, que la violencia silencia temas por el efecto disuasivo que tiene para los medios informativos, lo que se manifiesta, por ejemplo, en autocensura. El impacto de esta situación debe asociarse con el mayor o menor impacto político, moral, cultural o emocional que tienen los medios en cada sociedad. Esta investigación sistematiza las temáticas que ponen en riesgo a los periodistas, entre las que se encuentran: corrupción, crimen organizado (tráfico de drogas, control de rutas de narcotráfico), violación de derechos humanos, asuntos gubernamentales (crítica a políticas y al ejercicio del poder, abuso de autoridad), política local, medio ambiente (grandes proyectos de desarrollo e infraestructura, economía extractiva), fundamentalismos, grupos insurgentes, seguridad nacional (secretos de Estado), paramilitarismo, disputa de tierras, violencia urbana, accionar de fuerzas armadas, negocios (grupos económicos, escándalos financieros), conflictos armados (políticos, étnicos, religiosos, tribales) y actividad de políticos y de partidos políticos. Mediante una profundización en los datos arrojados por el análisis documental es posible establecer vínculos entre estas temáticas y contextos sociopolíticos, con lo que se enriquece el análisis de las motivaciones y los impactos que comporta la violencia.
Con las evidencias encontradas y el correspondiente análisis realizado, este trabajo contribuye a delinear la significación del fenómeno estudiado al sistematizar las principales consecuencias de la violencia contra los periodistas, entre las que se encuentran la autocensura, la pérdida de la capacidad de investigación periodística y el surgimiento de un periodismo precavido, el exilio, el miedo, los cambios psicológicos y emocionales en los periodistas, el abandono de la profesión, la distorsión del paisaje mediático, los dilemas profesionales, pero también la reafirmación de la labor periodística. La reflexión que se puede hacer a partir de ello es que la significación de la violencia contra los periodistas comporta múltiples dimensiones: humana, profesional, política, social y gremial.
La dimensión humana se observa cuando una amenaza o un ataque pueden generar inestabilidad emocional y miedo o cuando el asesinato de un periodista rompe estructuras familiares y genera crisis afectivas y económicas. La dimensión profesional se observa en casos de abandono de la profesión, neutralización de la crítica o situaciones de autocensura; la política y la social, con el empobrecimiento de la esfera pública, de la deliberación y de la participación; la gremial, por su efecto disuasivo para el sector periodístico. La diversidad mediática, uno de los elementos de la dimensión de la responsabilidad social de la teoría normativa contemporánea, también puede verse afectada por los hechos de violencia contra los periodistas. Las agresiones a los periodistas tienen otra dimensión que afecta a la sociedad en su conjunto. El análisis realizado de la información suministrada por las ODLE y el cruce que se hace de esta con los aportes que dan los estudios de las teorías normativas de los medios informativos permite establecer la clara relación que existe entre falta de libertades públicas y violencia. Quienes agreden a los periodistas se basan en el miedo, el miedo alimenta el silencio y se afecta el debate y la vida democrática. Por esto la autora considera, como lo sostiene McQuail (2003), que la sociedad necesita un desempeño efectivo del periodismo y el periodismo requiere protección y disposiciones estructurales que le aseguren condiciones de operación como un entorno que respete la diversidad y las libertades.
(…)
La investigación reafirma la necesidad de que el uso de las TIC por parte de los periodistas sea analizado en una doble vía: por un lado, como herramienta que permite la divulgación amplia y diversa de información por parte de los profesionales del periodismo, de periodistas ciudadanos o blogueros, y, por el otro, como estrategia de seguimiento, persecución, vigilancia, ataque y censura por parte de victimarios que pretenden silenciar e incluso estigmatizar la profesión. El impacto de las estrategias de vigilancia y control de la actividad en la web y las manifestaciones de violencia contra quienes se expresan haciendo uso de las posibilidades que abren las tecnologías digitales llama la atención sobre la desaceleración o detención del desarrollo de una blogosfera crítica. Lo anterior implica para los periodistas la necesidad de adquirir nuevas habilidades, el conocimiento y las capacidades técnicas suficientes para proteger la información valiosa de potenciales enemigos y para protegerse a sí mismos. La investigación indica que la seguridad y la protección en el ciberespacio emergen como una línea de acción importante para las organizaciones, pero también como un área a la que deben prestarle atención los medios informativos y los periodistas. Si en el mundo analógico no globalizado el periodismo necesitaba la democracia para tener libertad e independencia y la democracia necesitaba el periodismo para que hubiera flujo de información, se diera el debate público sobre asuntos políticos y el periodismo tuviera la posibilidad de actuar como “perro guardián” frente a los abusos del poder, es necesario resignificar este postulado para el mundo digital y la esfera pública globalizada, en la medida en que el planteamiento hoy es el de la posibilidad de un ejercicio de construcción de una democracia global.
- Violencia contra los periodistas. Configuración del fenómeno, metodologías y mecanismos de intervención de organizaciones internacionales de defensa de la libertad de expresión. Marisol Cano Busquets (Pontificia Universidad Javeriana).
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