El diálogo maravilloso de las obras de arte del Museo de Bilbao con el alfabeto
La pinacoteca invita a contemplar las obras de su colección agrupadas por palabras y conceptos. Su director Miguel Zugaza da las claves de esta apuesta museográfica y sirve de anfitrión en este fotorrelato de WMagazín
La sala blanca está casi vacía y luminosa. En el centro una pequeña caja de hierro de Jorge Oteiza con unos laterales abiertos y en la pared el cuadro Las lágrimas de San Pedro, de Esteban Murillo. Solo ellos. Nada más en ese espacio silencioso donde esas obras con varios siglos de diferencia representan el vacío físico y moral y dialogan entre ellas y con el espectador desde la depuración de las formas.
Todo es lenguaje. Todo, o casi todo, está destinado a convertirse o ser representado por una palabra, y todo lo hecho por el hombre tiene un reflejo lingüístico. Y, a la vez, crea un relato. El alfabeto ordena la vida, en gran medida, y las palabras creadas con sus letras organizan y dan más sentido y un significado a las cosas. No solo el tiempo es un ordenador de la existencia en la concepción humana que es como se suelen mostrar las obras de arte.
Una prueba es esta interesante, arriesgada, original y maravillosa apuesta del Museo de Bellas Artes de Bilbao al exhibir su colección permanente según los parámetros del abecedario titulada ABC. El alfabeto del Museo de Bilbao. Un relato literario-artístico a partir de las más de doscientas piezas de la pinacoteca presentadas en las 31 salas del edificio antiguo. El comisariado literario es del escritor vasco Kirmen Uribe.
Un año lleva esta reorganización temporal que terminará el 6 de enero de 2020. Se hizo para celebrar el 110 aniversario del museo el año pasado con esta profunda e inédita renovación museográfica que rompe los habituales criterios expositivos de ordenación de las obras –cronológico, o según escuelas y autores– al ser sustituidos por un alfabeto extendido, que incluye 27 letras más el dígrafo ll del abecedario español y los dígrafos vascos ts, tx y tz.
Con cada una de esas 31 letras, Kirmen Uribe ha buscado una palabra referente en euskera, español, inglés o francés, «que sirve de inspiración literaria y de argumento curatorial para la selección de las obras de arte de la colección del museo que se muestran en cada una de las salas», señala el Museo. En el montaje han colaborado los artistas Ana Isabel Román y Eduardo López.
Es entrar en otra dimensión del arte, en otro relato maravilloso y estimulante de la creación artística y que te invitamos a visitar en WMagazín en el siguiente fotorrelato de la mano de un anfitrión excepcional: Miguel Zugaza, director del Museo de Bellas Artes de Bilbao:
Bienvenidos a 'ABC. El alfabeto del Museo de Bilbao'
Miguel Zugaza, director del Museo de Bellas Artes de Bilbao:
«La idea de esa exposición surge de que los museos no solo contamos la historia del arte sino que también tenemos que hacernos responsables de que el arte contiene otras historias y debemos de expresarlas y procurar que lleguen a los visitantes. La exposición podía haber sido más radical conceptualmente al desorganizar la cronología con la que normalmente se entiende la visita a un museo. Por ejemplo, en vez de un diccionario haber desmontado el argumento de la historia con una estrategia más a lo rayuela, pero al final elegimos esta solución. Además, al tener el museo 31 salas, fue él mismo el que nos invitó a ordenarlas. Cada sala sugiere una reunión de obras de arte, crea su propio mundo.
Cada sala es una pequeña exposición sobre un tema. Obliga a una museografía determinada, a que la relación del público con las obras de arte sea diferente. Además de ser un ejercicio de estilo en relación a la museografía. Lo que buscábamos, también, era que el público volviera a interesarse por la colección permanente del Museo donde está el arte europeo, pero también el arte oriental; donde está el arte vasco y el arte antiguo y el contemporáneo. La gente la ha disfruta como una exposición temporal y ha habido más interés por este proyecto que por otros que hemos presentado en este tiempo»…
Sala A, de Arte
Miguel Zugaza… «La exposición tiene un comisariado literario. Los historiadores del arte no nos atevíamos a hacer esto solo y acudimos a un escritor que conoce muy bien el museo. Casi todas sus novelas empiezan, de alguna manera, o tiene referencias a obras del museo, es Kirmen Uribe. El resultado ha sido un bello y divertido trabajo de comisariado. Hablando con él pensamos que la letra A debería estar representada por la palabra Arte, porque somos un museo de arte. Entonces nos preguntamos: ¿y cómo representamos el arte? Así es que elegimos, posiblemente, la pieza más valiosa de la colección y más extraña, un cuadro de Paul Gauguin, un cuadro muy reconocible y reconocido: Lavanderas de Arlés (1888). Quisimos enseñarlo, por primera vez, en su desnudez más absoluta. Le quitamos el marco. Enseñamos la parte posterior, el bastidor, su condicion material desnuda»…
Sala A, de Arte: diálogo de varios milenios
Miguel Zugaza… «Y ya que estaba esta pieza de Gauguin sola pensamos que sería bueno explicar desde cuándo esto del arte. Tuvimos la oportunidad de traer dos piezas arqueológicas excepcionales descubiertas hace 50 años en la cueva de Ekain cerca de San Sebastián: una plaqueta de pizarra grabada con cabezas de animales y un pequeño hueso donde, también, hay cabezas de animales. Nos parecía muy interesante plantear la paradoja al publico de estas piezas que fueron concebidas por no sabemos quienes, no tienen identidad sus autores de hace 14.000 años. Así como de Gauguin lo sabemos todo, de estas dos modestas piezas arqueológicas no sabemos anda. Creemos suponer que en ese momento el ser humano no se ha independizado de la naturaleza, pinta esa imágenes por una necesidad muy diferente a la que motiva a los artistas actuales. Una sorpresa fue saber que estas dos piezas arqueológicas nunca se habían expuesto. Creemos que es una reflexión interesante para el público.
Y para desempatar entre las piezas históricas y el Gauguin al tener esta serie tan bella de litografías de Joseph Beuys que dibuja esos animales como si fuese un pintor rupestre nos pareció que ayudaba a entender, desde nuestro tiempo, lo que planteábamos. Es cómo nuestro tiempo el que nos obliga a una revisión de lo histórico de la propia historia del arte».
Sala TS, de Huts, Vacío
Miguel Zugaza… «Una de las salas especiales es la de una letra que aporta el abecedario en euskera: la TS. Decidimos que la TS fuera la palabra Huts, que significa vacío, pero también quiere decir lo negativo. En esa sala mostramos una sala vacía con solo dos obras: una clásica e histórica como es Las lágrimas de San Pedro, de Esteban Murillo, una especie de vaciamiento moral, la negación que provoca ese arrepentimiento; y en el centro de la sala el vacío más conceptual, pero también más real: una pieza de Jorge Oteiza con una Caja metafísica. Ahí llevamos la conexión entre la palabra y las obra de arte al límite más preciso. En este espacio se concentra muy bien el ejercicio que plantea este diccionario».
Ahora puedes continuar la visita por otras salas para disfrutar de la manera en que dialogan el arte, el alfabeto, la literatura y el pensamiento:
Sala C, de Citoyen, Ciudadano
Sobre una amplia mesa descansan los bustos de ciudadanos y ciudadanas del museo. Miran en todas las direcciones.
Sala D, de Desira, Deseo, Désir
El diálogo en esta sala lo establecen diferentes deseos con obras como (de izquierda a derecha): El rapto de Europa, de Martin de Vos; San Sebastián. Regatas de traineras, de Aurelio Arteta; El grito, de Jacques Lipchitz; y Figura tumbada en espejo, de Francis Bacon.
Sala H, de Heriotza, Muerte
En esa sala destaca la presencia de Lucrecia, de Lucas Cranach el Viejo. Rodeada de otras obras y a la vez solitaria.
Sala L, de Letra
La palabra Letra no podía faltar en esta exposición. Una de las obras que la representa es 82031, de Andrés Nagel. Singular escultura en la que se aprecian la conexión del diálogo y las palabras entre los dos sujetos.
Sala R, de Retrato
Rostros cuerpos, miradas, posados de muchos tiempos están presentes en esta sala, el único espacio que tiene un banco para sentarse y contemplar a quellos retratos hechos por diferentes artistas.
Sala T, de Terre, Tierra
Cualquier ángulo es atractivo en esta sala de la T, de Terre, Lur, Tierra, Earth: (de izquierda a derecha): Tierra LV, de Eduardo Chillida; Calabazas, de Miquel Barceló; y Jardinera, de Francisco Durrio.
Sala X, de X
La sombra sobre la pared de Majestad de Cristo en la cruz, Anónimo catalán, dialoga con La anunciación, de El Greco, al fondo a la izquierda.
Los Goya de Zubieta
En la sala de la W, de War, Guerra están los famosos Goya de Zubieta que fueron sacados durante la Guerra Civil española. La información del Museo es clara:
«El Museo de Bellas Artes de Bilbao da a conocer tres retratos inéditos de la familia Adán de Yarza pintados por Francisco de Goya a finales de la década de 1780, que se presentan por primera vez ante el público y la comunidad científica tras su estudio y restauración, y permanecerán expuestos hasta el mes de septiembre. Las pinturas que hasta ahora solo se conocían a través de referencias bibliográficas académicas y en prensa, y por fotografías de época se muestran, junto a la caja original en la que fueron trasladadas a Francia en 1937, por primera vez desde que fueron evacuadas por el Gobierno Vasco durante la Guerra Civil gracias a la generosidad de la familia propietaria.
El estudio técnico y la restauración llevados a cabo por el restaurador del museo José Luis Merino Gorospe muestran el excelente estado de conservación de las tres obras, siendo especialmente reseñable que se conserven en su primera tela y se encuentren clavadas sobre los bastidores originales del siglo XVIII. Los grandes especialistas internacionales en la obra de Goya Juliet Wilson-Bareau y Xavier Bray han abordado el estudio histórico-artístico de las pinturas, resaltando su originalidad dentro de la primera producción retratística de Goya. Las conclusiones del riguroso estudio y restauración se recogen en la publicación digital Los Goyas de Zubieta. Retratos de la familia Adán de Yarza que incluye, además, un artículo biográfico sobre los protagonistas de los retratos a cargo de los historiadores Susana Serrano y Mikel Urizar, y otro sobre los avatares de las obras durante la Guerra Civil escrito por el experto Francisco Javier Muñoz«.
- ABC. El alfabeto del Museo de Bilbao. En el Museo de Bellas Artes de Bilbao hasta el 6 de enero de 2020.
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