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Roberto Calasso: despedida al lector, humanista, escritor y gran editor italiano

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El autor italiano Roberto Calasso. / FOTOGRAFÍA DE A. ESTÉVEZ

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Roberto Calasso: despedida al lector, humanista, escritor y gran editor italiano

El autor italiano falleció a los 80 años. Repasamos su vida a través de una entrevista que concedió a WMagazín en 2016: “Si no tenemos esta relación con el pasado nos falta algo fundamental, estaríamos en una especie de niebla"

“No tiene importancia donde se me clasifique. La literatura no es una sola y pura. Una de las conquistas es que todo puede ser considerado literatura. La diferencia está en su calidad”. Roberto Calasso, Florencia 1941 – Roma 2021).

Roberto Calasso, una de los personas más relevantes y audaces alrededor del universo del libro, murió el 28 de julio de 2021 a los 80 años. Nacido en Florencia (Italia) el 30 de mayo de 1941, Calasso empezó a convertirse desde muy pronto en una figura clave de la creación literaria y de la industria editorial, primero como apasionado lector y luego con 21 años desde la editorial italiana Adelphi donde trabajó desde su fundación en 1962 y contribuyó a convertirla en la editorial mítica que es. Fue su presidente en 1999. Calasso fue un humanista y un escritor en el que se juntaron sus pasiones e intereses alrededor del mito y su relación con el desarrollo e identidad del ser humano.

Roberto Calasso fundió en sus libros todas sus inquietudes como lector, escritor e intelectual de tal manera que sus libros rompieron las fronteras preestablecidas para los géneros literarios. Viajó por el mundo durante más de cincuenta años lo que le permitió conocer de primera mano las verdaderas y diferentes pulsaciones del ecosistema del libro. Así ejerció su magisterio como el último gran escritor, editor y pensador europeo al mismo tiempo.

Roberto Calasso pertenece a una gran generación de personas que contribuyeron a dar forma a la industria moderna del sector editorial y a preservar y apostar por las obras de calidad. En 2016 obtuvo el Premio Formentor de las Letras por una obra que «su prosa alumbradora que requiere una atención constante del lector. Su obra integra en un ambicioso discurso corrientes filosóficas, estéticas y morales de muy diversa procedencia. La amplitud de campos de conocimiento que abarca su mirada constituye el fundamento mismo de una cultura humanista tal y como será rescatada en la posmodernidad de nuestro siglo».

Nació en mitad de la II Guerra Mundial y desde niño tuvo contacto con la cultura. Vivía en una casa llena de libros con una madre que traducía a Píndaro, y un padre y abuelo que eran profesores universitarios. Ellos eran amigos de creadores e intelectuales italianos que visitaban su casa. Pronto el joven Roberto dio muestras de su inclinación cultural y literaria. Luego estudió Literatura Inglesa en la Universidad de Roma. Siempre leyó, siempre le interesó leer en las lenguas originales, así es que al final aprendió inglés, francés, español, alemán, latín, griego y sánscrito.

En una entrevista a WMagazín, durante la concesión del Premio Formentor, Calasso repasó su vida como lector, escritor y editor, pero, sobre todo, como una persona curiosa e inquieta. Empezó por evocar sus primeros acercamientos a la lectura:

«No sé cuándo me sentí seducido, exactamente, por la literatura. La verdad es que leí a muchos escritores. Empecé a hacerlo pronto. Tenía como 12 años cuando robé a mi abuelo una edición de Las flores del mal, de Baudelaire. Y antes de los 18 había leído el Mahabharata y leí a otros autores de la India».

A partir de entonces se interesa por los mitos hindúes y griegos. Le entristecía la pérdida de rituales y la trascendencia que rodea dichas gestos y acciones no como algo sacralizador sino porque las consideraba esenciales en la evolución del ser humano:

«No siento nostalgia. Lo que sucede es que trato de decir lo que hay, lo que existe. En mis libros hablo de historia, de la Revolución Francesa o de la Segunda Guerra Mundial. Siempre hablo de lo que tenemos en nuestras mentes. Simone Weill decía que la relación con el pasado es fundamental. Y si no tenemos esta relación con el pasado nos falta algo fundamental, estaríamos en una especie de niebla. Por tanto, es importante mirar el pasado para entender nuestro entorno«.

Ese fue uno de sus motores para escribir. Sus novelas ensayísticas que mezclan géneros tienen el aliento de los cuentos de Las mil y una noches mezcladas de filosofía. Entre sus títulos figuran La ruina de Kasch, Las bodas de Cadmo y Harmonía, Ka, K, El rosa Tiépolo, La Folie de Baudelaire, El ardor y El cazador celeste. Todos estos libros en español están publicados en Anagrama, editorial con la que siempre tuvo una excelente relación a partir de quien fuera su fundador y editor Jorge Herralde, con quien tenía una buena amistad.

Toda la literatura y pensamiento de Calasso están en su primer libro, La ruina de Kasch, publicado en 1983.

«Todos mis libros parten de La ruina de Kasch. Todos mis libros están unidos. Es un trabajo in progress. Hablo de diferentes temas, tal vez poco comunes hoy, pero mis libros parecen fascículos de un mismo proyecto.

Para Roberto Calasso lo antiguo vive en lo actual, y lamentaba que la sociedad no lo quiere ver. Creía que todo es presente:

«Son etiquetas. No tiene importancia donde se me clasifique. La literatura no es una sola y pura. Una de las conquistas es que todo puede ser considerado literatura. La diferencia está en su calidad. En la aspiración que se tenga, aunque esas ambiciones parecen perderse».

Una de las cosas en las que no creía era en el escritor combativo y juez o comprometido con la actualidad a ultranza.:

«Lo único que un escritor tiene que hacer es escribir bien. Su único compromiso es la calidad literaria. La literatura es una forma de concebir algo. Pero es forma».

Le costó un poco aceptar la convivencia de los mundos analógico y digital, pero pronto entendió que de alli se podia sacar lo mejor para un editor y escritor como él:

«Es algo que ha cambiado nuestra vida más que todas las demás innovaciones tecnológicas. Pero el libro electrónico no sustituirá del todo al libro tradicional porque desde el punto de vista tecnológico es inferior y nunca podrá estar a la par”.

La biografía y el panorama de la literatura las veía con una mezcla de optimismo y decepción:

«Su campo de aplicación ha variado continuamente. Ha sido el talado de un camafeo sobre el seno de una dama, así como el territorio inabarcable de crónicas cósmicas que ha atravesado tantas aventuras.

Algo parece evidente: los objetivos desmesurados que eran comunes a escritores tan opuestos como Musil y Joyce no parecen estar de actualidad. Sin embargo, cuando Beckett decía que el fin de la escritura era fracasar mejor tenía en mente todavía esos objetivos. Pero hoy, por lo que parece, se han desvanecido. Nietzsche hablaba del ‘ojo mítico’ que aún vivía en la Grecia clásica. Lo cierto es que existe también un ‘ojo literario’ que periódicamente se empaña o se despierta”.

Su fe en la literatura y la búsqueda de respuestas a través de la belleza del lenguaje, Calasso era claro. Para ello citó al filósofo indio Ananda Coomaraswamy, cuando decía que la única estrella polar debe ser “denotar el shok o la sorpresa que se siente cuando la percepción de una obra de arte se vuelve una experiencia esencial’. Para la literatura no existe otra prueba, ni otra verificación. Como se lee en Plotino: frente a una pintura que remite a algo ulterior, en aquel que mira ‘la emoción mueve a los eros”.

Lo que sí tenía claro era que la literatura de calidad no pasaba por su mejor momento y no estaba muy de acuerdo con la excesiva comercialización y promoción de las novedades literarias:

«No creo en la promoción de nada. Y la verdad es que muchísimo menos en la promoción de los libros. Los libros se fomentan entrando en una librería, mirando, tocándolos, intentando descubrir lo que llevan dentro. No creo que ningún ente estatal pueda hacer nada».

@winstonmanrique

 

 

 

 

 

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Winston Manrique Sabogal

Un comentario

  1. Qué curioso, este sabado 31, me encontraba con una inquietud singular, volvi a meter la mano sobre un libro que habla de TIEPOLO, y esta manana Vd habla del ROSA TIEPOLO en su correo. Tengo que leer mas de Roberto Calasso pues me dejo huella su Huella humanistica y puede que literaria. Saber mas de El, su familia, el papel de tal familia toscana ? Como se educo en tal ambiente culto, su Madre traductora (como yo), su edad (como yo) y mucho mas. Gracias por Su homenage biografico, hoy iré sobre la RAI para saber mas… Saludos cordiales

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